El 13 de enero es el Día Mundial de Lucha contra la Depresión y aprovechamos la ocasión para recordar que la depresión posparto es un problema de salud mental que afecta a algunas mujeres. Puede…
Un nuevo estudio sugiere un factor biológico hasta ahora desconocido: un deterioro de la capacidad del organismo para limpiar el material genético antiguo. Según el trabajo de los investigadores, la depresión postparto podría tener un origen genético.
La depresión posparto está cada vez más en el punto de mira de los profesionales de la salud perinatal y no es para menos, ya que afecta hasta a un 20% de las madres primerizas y puede tener terribles consecuencias tanto para la madre como para el bebé. De hecho, aproximadamente el 20% de las muertes maternas tras el parto son por suicidio. Por este motivo, descubrir sus causas para detectar sus factores de riesgo, saber cómo prevenirla si es que se puede, identificarla a tiempo y tratarla adecuadamente es fundamental para los investigadores.
Hasta ahora se pensaba que los factores de riesgo de la depresión posparto eran multifactoriales (edad de la madre, diabetes, antecedentes de problemas de salud mental, problemas socioeconómicos, falta de apoyo del entorno, etc.), pero esta nueva investigación sugiere un factor biológico hasta ahora desconocido: un deterioro de la capacidad del organismo para limpiar el material genético antiguo.
Descubren una causa biológica de la depresión posparto
Son las conclusiones del trabajo liderado por la Universidad de Virginia (Estados Unidos) y publicado en “Molecular Psychiatry”, los científicos americanos han descubierto que después de dar a luz la comunicación entre las células está alterada en las mujeres embarazadas que desarrollan depresión posparto.
Esto puede provocar que las nuevas madres se sientan ansiosas e irritables, sufran dudas sobre sí mismas y tengan dificultades para establecer un vínculo con su bebé, además de interferir en su capacidad de pensar, dormir y comer. Para el niño, la depresión posparto de la madre puede traducirse en problemas de desarrollo cognitivo, emocional y social.
Factor biológico desconocido
Que el entorno y el estado de salud, tanto físico como mental y emocional, de la madre influyen a la hora de desarrollar depresión postparto es un hecho ampliamente aceptado desde hace tiempo, pero este nuevo estudio sugiere un factor biológico hasta ahora desconocido: un deterioro de la capacidad del organismo para limpiar el material genético antiguo y otros restos celulares. La buena noticia es que existen medicamentos capaces de corregir esta anomalía que podrían ser utilizados para tratar e incluso predecir la depresión postparto.
“El hallazgo de que las células no están limpiando las proteínas viejas y los desechos celulares, llamado autofagia, se produce antes de que las mujeres desarrollen los síntomas de la depresión, lo que indica que podría ser parte del proceso de la enfermedad. Hay varios medicamentos que promueven la autofagia en las células, por lo que este hallazgo podría abrir la puerta a nuevos tratamientos y a la identificación de las mujeres en riesgo de depresión posparto antes de que se enfermen“, explica Jennifer L. Payne, directora del Programa de Investigación de Psiquiatría Reproductiva en la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia.
Una mala comunicación entre células que altera el cerebro y el cuerpo
Payne y sus colegas querían comprobar si una forma de comunicación entre células recientemente descubierta, llamada “comunicación de ARN extracelular”, podía contribuir a la depresión posparto. Esta forma de comunicación celular se intensifica durante el embarazo y es fundamental en la implantación del embrión fecundado y en la posterior respuesta inflamatoria del organismo, entre otras funciones.
Para determinarlo, analizaron muestras de plasma sanguíneo de 14 embarazadas (con y sin depresión postparto) durante y después de sus gestaciones. Así fue como descubrieron que la comunicación del ARN extracelular en las células inmunitarias estaba muy alterada en las mujeres que sufrían depresión posparto. Además, determinaron que este cambio “grande y consistente” limitaba significativamente la capacidad de sus organismos para realizar una limpieza celular importante, lo que indicaría una posible causa biológica de la depresión posparto.
“Se cree que los déficits de autofagia causan una toxicidad que puede conducir a los cambios en el cerebro y el cuerpo asociados con la depresión. Nunca hemos entendido del todo la base biológica de la depresión posparto y este hallazgo nos acerca a una comprensión”, manifiesta Payne.
Nuevas vías para la identificación de mujeres en riesgo y tratamientos para la depresión
La nueva causa biológica de la depresión posparto identificada abre la puerta a que los especialistas desarrollen tratamientos contra la depresión posparto. También podrían utilizar el hallazgo para desarrollar un análisis de sangre que pueda identificar a las mujeres en riesgo, incluso antes de que nazcan sus bebés. Eso podría ayudar a los médicos a intervenir antes y hacer la vida más fácil y mejor a las nuevas madres.
“Espero que este hallazgo conduzca a mejores tratamientos para la depresión posparto. Nuestro objetivo es prevenir algún día la depresión posparto en las mujeres de riesgo“, ha esgrimido Payne.
Esta nueva causa de la depresión postparto resalta aún más la importancia de no culpabilizar ni estigmatizar a la madre con depresión, ya que no es un estado que dependa de ella ni que pueda elegir tener o no. Ella no tiene la culpa ni es responsable de su malestar. La depresión es la enfermedad más frecuente en el posparto. Sin embargo muchas de las mujeres que la padecen no son diagnosticadas ni reciben el tratamiento adecuado.
La depresión postparto puede darse hasta más allá del año posterior al alumbramiento y dado el tremendo impacto que tiene tanto para la madre como para el bebé, detectarla lo antes posible y tratarla adecuadamente, es un objetivo prioritario. Por eso es fundamental acudir al especialista ante cualquier mínima sospecha. En la Tribu CSC puedes consultar a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil. Entre ellos/as se encuentra la psicóloga perinatal Mamen Bueno y la matrona Sara Caamaño.
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