La mayoría de bebés comienza a caminar entre los 12 y los 18 meses (algunos antes y otros después) siendo entonces cuando padres y madres empezamos a fijarnos en su manera de andar y a…
Probablemente, uno de los momentos más especiales junto a las primeras palabras, es cuando nuestro bebé da sus primeros pasos. Pero, en ocasiones, puede retrasarse más de lo esperado. ¿Por qué puede tardar el bebé en comenzar a andar?
7 Razones por las que tu hijo todavía no anda
1. No es su momento para empezar a andar
Cada bebé lleva su propio ritmo, de forma que algunos peques pueden empezar a dar sus primeros pasos a los 10 meses, mientras que otros no lo hacen hasta los 17. Y la realidad es que no hay ningún problema en ello ya que hay bebés más rápidos a la hora de alcanzar los hitos de desarrollo y otros más lentos.
Así, si siempre ha ido algo más lento y tardó en voltearse o mantenerse sentado solo, puede considerarse normal que tarde un poco más en comenzar a andar. Eso sí, es importante observar que el proceso no sea llamativamente lento ya que esto podría indicar que hay algún trastorno.
2. Se cayó y le ha cogido respeto
Hay bebés muy atrevidos que casi no tienen miedo a nada. Y esto puede provocar que intenten empezar a andar cuando aún no están preparados con la consiguiente caída. Si no conseguimos pararla y se hace daño o se pega un buen susto, es bastante probable que a partir de ahora le coja respeto e incluso miedo a andar.
¿Podemos hacer algo para ayudarlo? Lo cierto es que más allá de darle su tiempo y tener mucha paciencia, nada más. En ningún caso debemos obligarlo a volver a intentarlo porque puede que consigamos el efecto contrario.
3. Es un bebé muy tranquilo
Y justo en el lado opuesto, puede que nuestro bebé sea muy tranquilo, pase mucho rato sentado, tumbado o jugando en el suelo, sin necesidad de moverse o llegar a ningún otro sitio. Le basta con los juguetes que tiene cerca para divertirse y es feliz así sin buscar juguetes más allá.
Al no tener esa curiosidad por alcanzar otras cosas, no necesitan lanzarse a andar. Y la realidad es que no pasa nada porque nuestro bebé sea más tranquilo que el resto y tarde algo más en dar sus primeros pasos.
Además, puede que el bebé sea también muy precavido y preste especial atención a cada movimiento que hacer para evitar exponerse al peligro. Si es así, es normal que sienta algo de vértigo al momento de ponerse de pie y prefiera mantenerse sentado cerca del suelo.
4. Le dais la mano para caminar
Los bebés tienen que dar sus primeros pasos solos, pero es muy tentador ver cómo se quieren lanzar a hacerlo y no darle la mano, pensando que así les estamos ayudando. Y sí, el bebé comenzará a andar porque tiene un punto importante de apoyo que le ayuda a mantener el equilibrio. Pero a la larga, cada vez que quiera desplazarse llamará al adulto para que le dé la mano y le ayude.
Es decir, ha aprendido a caminar con apoyo y entiende que eso es lo normal. Igual que lo llevaban en brazos antes, ahora lo llevan de la mano para desplazarse de un lado a otro.
Pero, además, si “ayudamos” a andar a nuestro peque dándole la mano, estamos forzando un hito del desarrollo. El bebé va a buscar siempre el punto de apoyo con el que dio sus primeros pasos y no va a centrarse en encontrar su propio equilibrio y las fuerzas necesarias para hacerlo por sí solo.
5. Son muy altos o pesan demasiado
La anatomía juega un papel importante a la hora de empezar a andar. Si el bebé pesa demasiado o es muy alto, afectará a su punto de equilibrio, lo que podría dificultar el momento de dar sus primeros pasos. Además, el exceso de peso les puede restar agilidad y movilidad para caminar.
Es solo cuestión de tiempo que el peque desarrolle su sentido de equilibrio fuerza y coordinación. En caso de pesar demasiado, sí sería interesante que lo valorara el pediatra para valorar la situación. En la Tribu CSC cuentas con un equipo de profesionales, entre los que se encuentra la dietista-nutricionista Rebeca Pastor que puede ayudarte a confeccionar un menú para tu hijo en el que no falten las frutas y las verduras.
6. Son expertos gateadores y no necesitan andar
Si ya llegan a todos sitios en cuestión de segundos gracias a su destreza gateando, ¿para qué van a hacer el esfuerzo de ponerse sobre sus dos piernas y empezar a andar? ¡Si además tardarán mucho más en llegar a los sitios andando!
Tiene toda la lógica: gateando llega rápido donde quiere, pero si tiene que aprender a andar, le llevará un tiempo, además de caídas. Así que solo podemos mantener la calma y tener paciencia esperando que acaben por lanzarse ellos solos.
7. Otros motivos
Pueden existir otros motivos por los que el bebé aún no se haya decidido a andar. Entre ellos, la falta de estimulación o motivación, hipotonía generalizada o de las piernas, patologías de la vista o auditivas…
En estos casos, es importante observar a nuestro bebé y, en caso de duda, consultar siempre al especialista.
¿Y si no es nada de lo anterior?
¿Cuándo nos preocupamos si nuestro bebé aún no anda? Partiendo de la base de que cada bebé es único y alcanza sus hitos de desarrollo en un momento determinado que no tiene por qué coincidir con el de los demás, sí es importante observarlo siempre.
Además, si a los 18 meses no ha dado sus primeros pasos y no es por ninguno de los motivos anteriores, sí sería importante consultar con el especialista para descartar cualquier posible problema a nivel psicomotor, de desarrollo o nutricional, como por ejemplo, una anemia).
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