Los perros de terapia reducen el estrés de los estudiantes, según un estudio

La evaluación de la presencia de perros como intervención terapéutica en el aula de Margaret Bultas, profesora de la Escuela de Enfermería Trudy Busch Valentine de SLU, demostró cómo los perros de terapia mejoran el estrés, la ansiedad y la felicidad de un grupo de estudiantes de enfermería.

Su estudio apoya los resultados de anteriores investigaciones sobre cómo mejorar los resultados de salud de los niños con retrasos en el desarrollo y discapacidades.

El estudio incluyó a 67 estudiantes de licenciatura en enfermería, una especialidad tan estresante que la Asociación Estadounidense de Facultades de Enfermería ha pedido a los educadores de enfermería que aumenten el apoyo a la salud mental de los estudiantes.

Para Bultas, resultaba fundamental preparar el aula “para que tenga éxito creando un ambiente positivo y de apoyo”. En este contexto, impartió 2 secciones de un curso: una sección tenía un perro de terapia y la otra no. Al final del curso, los participantes del grupo de intervención mostraron una mejora en el estrés, la ansiedad y la felicidad, mientras que los participantes del grupo de control no demostraron ninguna mejora.

 

 

Otros estudios anteriores también resaltan la labor terapéutica de los perros para prevenir y evitar el abandono escolar durante la adolescencia. Pero a Bultas  le interesaba saber si la presencia regular de un perro reduciría el estrés de sus alumnos con el tiempo.

¿Cómo ayudan los perros de terapia?

Bultas observó que los niveles de estrés y ansiedad entre sus estudiantes de enfermería estaban aumentando. Comenzó entonces a incorporar intervenciones de mindfulness en el aula para mejorar los resultados de salud mental. Luego exploró la viabilidad y aceptabilidad de llevar un perro de terapia al campus en un estudio piloto publicado en el Journal of Nursing Education.

Jessie, la perra de terapia utilizada en esta intervención, es una Cavalier King Charles Spaniel de 3 años. Se sabe que los Cavalier Spaniels son perros amables, con temperamentos equilibrados y caras amables, explica Bultas, y por ello Jessie encajaba perfectamente en el aula.

¿Cómo funciona la terapia con perros?

Los estudiantes interactuaron físicamente con el perro antes de clase, durante el descanso y después de clase. Para reducir la distracción, Jessie no deambulaba por la habitación durante las clases, sino que permanecía en su cama al frente del aula. Al final del estudio, Bultas sostiene que los estudiantes informaron sentimientos positivos y beneficios de la presencia del perro de terapia.

 

 

“Enseñamos a los estudiantes a cuidar de la persona en su totalidad y nosotros, como profesores, modelamos este enfoque mientras enseñamos y cuidamos a nuestros estudiantes“, dijo Bultas.

De hecho, la Universidad de Saint Louis (SLU) ha implementado una política para permitir que los dueños de perros responsables lleven a sus perros al trabajo para promover la moral de los empleados, la satisfacción laboral y un ambiente de trabajo agradable.

No obstante, Bultas dice que traer perros al campus por un día reduce el estrés y la ansiedad, pero sólo momentáneamente. “Los estudiantes están estresados ​​durante todo el semestre. Traemos un perro, que los calma durante una hora, pero la semana que viene el perro ya no está. Es una solución a corto plazo, no a largo plazo“, dijo Bultas.

Perros de apoyo emocional

¿Por qué un animal se vuelve de apoyo emocional? Un perro de apoyo emocional es aquel que acompaña y ayuda a superar algún problema emocional o psicológico, como una fobia, episodios de estrés, depresión, ansiedad, ataques de pánico… El apoyo que estos perros suponen es imprescindible para garantizar el bienestar emocional y físico de la persona a la que acompañan.

El perro de apoyo emocional es educado para comportarse adecuadamente en cualquier tipo de situaciones (en una casa, el trabajo, en las tiendas, por la calle…) ya que acompaña a la persona a todas partes, para hacerle sentir mejor antes sus dificultades emocionales o psicológicas. Para ello, dispone de tiene un certificado y permiso especial.

No hay que confundir los perros de apoyo emocional con los perros de asistencia, ya que estos últimos son entrenados para ayudar a personas con algún trastorno o discapacidad (como los perros de respuesta médica, que detectan ataques de epilepsia o bajadas de azúcar, los perros lazarillo o los perros de señalización de sonidos, para personas sordas, por ejemplo). Los perros de apoyo emocional solo deben acompañar a sus dueños para ayudarles a nivel emocional con su simple presencia.

¿En qué casos está indicado un perro de apoyo emocional?

El perro de apoyo emocional se utiliza sobre todo en casos de trastornos de pánico, ansiedad, fobia social, estrés postraumático y depresión. También hay perros de apoyo emocional y perros de asistencia entrenados para ayudar a determinados niños y niñas con trastorno del espectro del autismo (TEA) a mejorar su seguridad y autonomía.

¿Cómo conseguir un perro de ayuda emocional?

Al ser necesario para la salud mental de la persona a la que acompaña, el perro de apoyo emocional se considera como tal cuando ha sido “prescrito” por un profesional de la salud mental. Para emitir este certificado se evalúa la situación del niño y si su perro es imprescindible para su bienestar emocional y psicológico.

Si es así, se obtiene el certificado de animal de apoyo emocional, que será necesario para acceder con el perro a lugares a los que habitualmente no se puede acceder, como el transporte público y privado (autobús, taxi, metro, tren, avión…).

Dicho certificado es un documento que demuestra que la presencia del perro de apoyo emocional es necesaria para la salud mental de la persona a la que acompaña, por lo que posibilita que el perro acuda con su dueño a todo tipo de espacios. Incluso a aquellos normalmente vetados para animales (como un hospital o el colegio) o incluso viaje con su dueño en la cabina del avión.

Beneficios de tener un perro de apoyo emocional

 

Entre los muchos beneficios que aporta un perro de apoyo emocional, se pueden destacar:

• Ayuda a gestionar las emociones. Especialmente aquellas que son negativas como el estrés, la ansiedad, la fobia…
• Inculca responsabilidad. Al tener que satisfacer sus necesidades de paseo, juego, alimentación, etc. el niño que se encarga del perro adopta el rol de cuidadora desarrolla el sentido de la responsabilidad.
• Motiva para salir de casa. Gracias a la existencia del perro, se tiene la obligación de salir de la cama y de casa, por lo que motiva a hacer ejercicio físico.
• Reduce el sentimiento de soledad. Su compañía evita o disminuye el sentimiento de soledad y aislamiento, tanto físico como emocional.
• Aumenta el bienestar. La interacción con el animal despierta emociones positivas (empatía, cariño, compasión, ternura, alegría, felicidad, etc.).

¿Cuáles son los beneficios de tener un perro? ¿Cómo un perro ayuda a la depresión? Además del perro, ¿qué animales pueden ser de apoyo emocional? Si quieres más información sobre cómo beneficia la salud física o emocional de los niños tener un animal de compañía o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la docente, logopeda y psicóloga infantil Elena Mesonero.

¿Cuál es el mejor perro de terapia?

Aunque no es necesario que el perro de apoyo emocional tenga ninguna característica específica, sí es importante es que se entienda bien con la persona a la que acompaña y siga las normas básicas de convivencia. Así pues, ha de ser un perro de carácter dócil y capaz de obedecer órdenes básicas (acudir a la llamada, estarse quieto, etc.).

 

Teniendo esto claro, ¿qué perros pueden ser de asistencia? ¿Qué raza de perro es mejor para apoyo emocional? Aunque cualquier tipo de perro puede ser adecuado como perro de apoyo emocional, las características de algunas razas (como la empatía, el equilibrio psicológico o la inteligencia) hacen que sean más indicadas para ser un perro de apoyo emocional. Así pues, algunas de las razas más indicadas tradicionalmente son el Golden retriever, el Labrador retriever, el Galgo, el Pomerania y el Poddle o Caniche.

 

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