Cara y cruz de las medidas de confinamiento para los bebés y niños pequeños: Más exposición a pantallas, pero aprendieron más palabras por actividades con sus padres

Investigadores de 13 países han dado a conocer los resultados de dos estudios sobre el impacto del confinamiento en bebés y niños pequeños. Se centran en la adquisición del lenguaje y el tiempo dedicado a las pantallas. La exposición a estas últimas fue mayor, pero eso no impidió que aprendieran más palabras.

El impacto del confinamiento en bebés y niños pequeños

Los datos se publicaron en febrero de 2022 en la revista Language Development Research y la información fue recogida por Scientific Reports de Nature. Son el resultado del trabajo de un consorcio internacional de investigadores de 13 países que ha investigado sobre el impacto del confinamiento por el Covid-19 en 2.200 bebés y niños pequeños de 8 a 36 meses.

El objetivo era analizar si el aislamiento obligado por el coronavirus tuvo efectos negativos en la adquisición del lenguaje y estaba dirigido por la Universidad de Oslo. 

 

 

Un segundo estudio se centró en el aumento del tiempo de pantalla durante el confinamiento y su impacto en el desarrollo del lenguaje. Este segundo fue dirigido por la Universidad de Göttingen con el Instituto Max Planck de Psicolingüística en Nijmegen y la Universidad de Ciencias y Artes Aplicadas de Suiza Occidental.

Recogida de datos en marzo de 2020

En marzo de 2020, 13 países decretaron el confinamiento para toda la población por la pandemia del coronavirus. Poco después los investigadores de este consorcio pidieron a las familias de los menores participantes que rellenaran un cuestionario. Este contenía preguntas como la edad del menor, la exposición a diferentes idiomas, el número de hermanos/as y el desarrollo del vocabulario.

Luego, se volvió a contactar con las familias cuando finalizó el encierro para recabar datos sobre el impacto del confinamiento en bebés y niños pequeños. En esa segunda ocasión, los investigadores preguntaron por el tiempo de exposición a pantallas de las personas adultas y la actitud de sus hijos frente a las mismas.

 

 

También se les pidió que completaran una lista de verificación de vocabulario estandarizada que indicara las palabras que sus hijos/as entendían o decían al principio del confinamiento y, nuevamente, al final de este. De esta forma, podrían calcular si se había producido o no un aumento de palabras durante este periodo.

El impacto del confinamiento en bebés y niños: Más actividades en familia, más palabras

Los datos recogidos por los investigadores demuestran que los bebés y niños pequeños cuyos padres les leían con más frecuencia habían aprendido más palabras en comparación con los compañeros a quienes les leían con menos frecuencia. 

Por otro lado, las niñas y los niños que tuvieron una mayor exposición a las pantallas durante el confinamiento aprendieron a decir menos palabras, en comparación con aquellos que pasaban menos tiempo usándolas.

No obstante, aunque los niños y niñas tuvieron una exposición mayor a tablets, móviles u otras pantallas que antes del confinamiento, sí aprendieron más palabras de las esperadas.

 

 

En tercer lugar, esa exposición a las pantallas fue mayor para aquellas familias que estuvieron durante más tiempo confinadas. Y, en hogares de familias con menos estudios, las pantallas se usaron más.

El investigador Julien Mayor, de la Universidad de Oslo, explica en un comunicado de prensa:

“Identificar los efectos de las actividades entre padres e hijos en el crecimiento del vocabulario del niño es un hallazgo significativo. Evaluamos los cambios en el vocabulario de los niños durante un período promedio de poco más de un mes en nuestro estudio”.

Por su parte, Natalia Kartushina, de la misma universidad, matiza que, aunque el impacto del confinamiento en bebés y niños no fue negativo en cuanto al lenguaje, hay que ser “cautelosos” con los resultados. Es posible que con confinamientos más prolongados o en situaciones más normales los resultados fueran distintos.

 

 

Confinamiento, conciliación y crianza

Para los autores de estos dos estudios una de las razones que explica el aumento de la exposición a las pantallas de los más pequeños está relacionada precisamente con las “circunstancias sin precedentes” que vivimos muchas familias durante el confinamiento por el coronavirus. Progenitores teletrabajando y menores sin escuela, ni instalaciones deportivas ni grupos de juego para niños.

“Muchos cuidadores se encontraban en la situación novedosa de cuidar y entretener a sus bebés pequeños en casa todo el día sin recurrir a otras actividades. Y, además, desarrollar sus otras responsabilidades.

Permitir a sus hijos estar más tiempo con una pantalla fue una solución comprensible para una situación sin precedentes. Los cuidadores estaban haciendo malabarismos con múltiples responsabilidades. Reuniones en el trabajo o tareas que requieren concentración, junto a un niño pequeño que necesita entretenimiento. Todos lo hemos hecho durante el confinamiento”, explica la profesora Nivedita Mani, de la Universidad de Göttingen.

 

 

Tiene sentido, indican los autores de estas investigaciones, que incluso los bebés más pequeños, que no tenían clases online, aumentaran el tiempo frente a las pantallas durante el confinamiento. Pero para los investigadores hay un aspecto positivo. Y es que, aunque los peques pasaron más tiempo frente a una pantalla, aprendieron más palabras en un solo mes, en comparación con antes de la pandemia.

Esto, finalizan, está relacionado con las actividades que realizaron los progenitores con sus hijos e hijas durante el tiempo que tuvieron que permanecer en casa.

Si te preocupa el desarrollo del lenguaje de tu peque o el tiempo de exposición de tus hijos/as a las pantallas, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil, psicología y desarrollo infanto-juvenil, educación positiva y crianza respetuosa.