Cuarentena con peques en casa: Ideas para pasar estos días de confinamiento

Con la pandemia mundial por coronavirus declarada por la OMS, se han tomado medidas en diferentes zonas afectadas. Tras iniciarse en China, el virus se extendió a Europa. Primero fue el norte de Italia y, con el aumento del número de casos confirmados en España, se han decretado medidas como la cuarentena para prevenir el contagio masivo, quedando suspendidas las clases en todo el país.

Cuarentena para frenar la curva

Esta medida se toma con el objetivo de contener la propagación del virus, por lo que es fundamental que nos quedemos en casa, sin salir más que para lo imprescindible. De esta manera, no solo estamos reduciendo el riesgo de contagiarnos nosotros, sino que también contribuimos a frenar el contagio masivo que ya está saturando nuestro sistema sanitario en algunas zonas.

 

 

Más allá de las complicaciones familiares que puede implicar en muchos casos el hecho de que los niños y niñas deban permanecer en casa mientras sus progenitores deben seguir yendo a trabajar (incluso para quienes podemos trabajar desde casa y quedarnos con ellos), esta situación supone un reto.

La cuarentena y los peques

Si a las personas adultas nos cuesta hacernos a la idea de pasar tanto tiempo confinadas entre las paredes de nuestra casa, imaginad a los más pequeños que ni siquiera tienen aún una noción del tiempo clara para entender cuántas semanas van a estar sin salir a la calle.

Algunas de sus necesidades más básicas se pueden ver insatisfechas durante este tiempo: el movimiento, las relaciones entre iguales… Por eso, a través de este post os queremos ofrecer algunas ideas para intentar hacer más llevaderos estos días sin poder salir de casa.

 

 

Veamos qué propuestas nos pueden ayudar a mantener el orden familiar y satisfacer las necesidades de nuestros peques, entreteniéndolos durante estos días de cuarentena en casa.

Establecer una rutina en cuarentena

Toda su rutina diaria se va a ver alterada en estos días. Sabemos que los hábitos proporcionan a los niños una estructura temporal que les aporta seguridad. Establecer con ellos una nueva rutina para estos días puede ayudarles a vivir esta experiencia y, al mismo tiempo, puede ayudarnos a nosotros, las personas adultas, a organizarnos y a tener expectativas reales sobre qué podemos hacer en estos días en casa cuidando de nuestros hijos.

 

 

Sería buena idea involucrar a los niños y las niñas en la toma de decisiones sobre estas nuevas rutinas. Podéis elaborar con ellos una tabla de rutinas para colgar en algún lugar visible donde nos ayude a tener presente qué actividades vamos a llevar a cabo cada día. Mantenerles ocupados nos ayudará a evitar de alguna manera el aburrimiento. 

Involucrarlos en las tareas domésticas

Cooperar en las tareas del hogar es algo que, en la medida de sus posibilidades y dependiendo de su edad, deberían hacer siempre. Más aún en estos días en los que van a pasar más tiempo en casa que nunca. Podéis establecer un tiempo determinado dentro de la tabla de rutinas para llevar a cabo las tareas domésticas y repartiros el trabajo según la edad y las preferencias de cada uno.

 

 

Hay muchísimas cosas que pueden hacer desde que son muy pequeños: poner la mesa, limpiar el polvo… para hacernos una idea, pueden sernos muy útiles las tablas de referencia de inspiración Montessori, donde aparecen sugerencias de tareas domésticas recomendadas para cada edad. 

 

 

Si normalmente no colaboran mucho en casa, esta es la ocasión perfecta para que empiecen a hacerlo y mantener esta dinámica cuando acabe este tiempo de cuarentena.

Cooperar con nosotros para cubrir todas las necesidades familiares no solo les ayudará a desarrollar su sentido de la responsabilidad, también les permitirá sentirse útiles e importantes, ayudando a cubrir su necesidad de pertenencia.

Mantener horarios flexibles en cuarentena

Al estar en casa, sin salir para nada a la calle y sin la obligación de estar a una hora concreta en algún sitio, es fácil que caigamos en un desorden horario y, como ya hemos visto antes, nuestros niños necesitan cierto orden en sus vidas para sentir seguridad.

No se trata de seguir despertándolos a las 7 de la mañana, si es el tiempo que necesitamos normalmente para estar en el colegio a las 9. Podemos ser flexibles, como ya lo hacemos durante los fines de semana o las vacaciones.

 

 

Pero tengamos en cuenta que, en este caso, al no salir a la calle ni tener contacto con el exterior, es más fácil perder las referencias horarias. Se trata de establecer unos mínimos para garantizar que sus ritmos de sueño, alimentación y actividad no se vean alterados.

Establecer un tiempo de trabajo

Si os mandan tareas para hacer desde el colegio, podéis marcar una franja de tiempo diario para hacerlas. De esta forma evitamos que se acumule todo para el final y, si vuestros hijos son mayores y pueden hacer sus tareas de forma autónoma, podéis aprovechar este tiempo para trabajar desde casa (si tenéis esa opción) o para lo que necesitéis.

Si, por el contrario, son pequeños y reclaman vuestra presencia, también puede ser buena idea establecer un horario aproximado para llevar a cabo esta tarea, para que la perciban como su rutina escolar. 

 

 

Si os dan toda la planificación semanal, repartidla en días para no dejar mucha carga de trabajo para el final. Si no os han mandado tareas del cole, dependiendo de la edad de vuestros peques podéis programar otro tipo de actividades que les resulten divertidas. 

Hacer ejercicio

Es fundamental para toda la familia, y especialmente para las niñas y niños, poder realizar actividad física. Si vivís en una casa y tenéis la oportunidad de salir al patio o al jardín, o incluso a un terraza amplia para hacerlo al aire libre, aprovechad esa ventaja. 

Si no podéis hacerlo bajo el sol, igualmente, buscad la forma de llevar a cabo algo se actividad física. Podéis poner música y bailar, buscar vídeos de zumba o de gimnasia para hacer siguiendo el ritmo, tirar colchonetas en el salón para hacer ejercicios concretos…

 

 

Cualquier opción que permita a nuestros hijos dar salida a toda esa energía que normalmente derrochan y que, especialmente en estos días, pueden acumular.

Limitar el uso de las tecnologías

Sabemos que el uso de las tecnologías está muy presente en nuestras vidas y que, además, son un recurso que puede resultar muy cómodo para algunas familias en algunas circunstancias porque mantienen a niños y niñas (también a personas adultas) absortos durante horas.

 

 

Sin embargo, debemos tener en cuenta que el nivel de hiperestimulación que conllevan, por ejemplo, los videojuegos. Traen consigo niveles altos también de estrés e irascibilidad. Eso es lo último que queremos añadir a estos días de confinamiento. Por eso, puede ser una buena idea limitar el tiempo de uso de las pantallas en general y, especialmente, de las que implican interacción.

Dar rienda suelta a la creatividad

Por el contrario, mantener la mente ocupada y activa puede ayudarnos a desconectar de la preocupación. Esto sirve para peques y mayores. Pintar, escribir, coser, cocinar, modelar… cualquier cosa que les guste hacer y les permita desarrollar su creatividad es una buena opción para pasar el tiempo.

 

 

No podemos salir a comprar materiales, pero reciclar lo que tengamos en casa también es una buena forma de ejercitar la imaginación. Y cualquier forma de expresión artística es una fabulosa manera de canalizar las emociones que estos días nos inundan en nuestras casas. 

Mantener el contacto con las personas que queréis

En cuarentena no podemos ir de visita a casa de los abuelos, pero hoy en día tenemos a nuestro alcance múltiples posibilidades para seguir manteniendo el contacto desde nuestro aislamiento: videollamadas, plataformas de multiconferencia…

Facilitarles el contacto virtual con las personas que suelen formar parte de su día a día puede ayudarles a sobrellevar mejor su ausencia física.

 

 

Podéis favorecer que mantengan el contacto con sus compañeros y compañeras de clase, con la familia… también podemos aprovechar para enseñarles a explorar otras formas de comunicación escrita, como el correo electrónico, si ya saben escribir.

O animarles a hacer dibujos o manualidades para regalar a las personas que quieren y que en estos días no pueden ver. Esto también puede ayudarles a sentirse más seguros al contribuir a mantener y reforzar sus vínculos emocionales.

Hacer planes especiales en familia 

Aprovechemos estos días para pasar tiempo especial en familia. Podemos jugar a juegos de mesa, hacer manualidades, ver pelis, cocinar juntos… Es fácil pensar que tendremos mucho tiempo para hacer estas cosas y, sin embargo, si tenemos que teletrabajar y cuidar de nuestros hijos al mismo tiempo, es probable que acabemos sintiéndonos sobrepasados.

 

 

Planificar un tiempo especial cada día (o cada dos días) para disfrutar en familia, puede ayudarnos a no posponer ese momento y caer durante la cuarentena en un vértigo de estrés similar (o peor) al que vivimos en circunstancias normales.

Desconectar de las noticias y del móvil durante una hora y dedicarnos a disfrutar con nuestra familia puede ser una buena forma de cuidar la salud mental y emocional de toda la familia en estos días. 

Validar sus emociones 

Esta circunstancia es excepcional y, como tal, es probable que nos lleve a sentir emociones excepcionales a nosotros y a nuestros hijos. Debemos explicar la realidad de la situación, adecuándonos a la edad de cada peque y protegiéndoles del exceso de información que puede llevarnos a vivir en un estado de miedo constante, que llegue a dañar nuestro equilibrio mental.

Si son muy pequeños, lo más seguro es que no entiendan bien qué está pasando y puede que insistan en salir a los sitios a los que suelen ir. Al principio quizás le resulte divertido, pero es probable que, con el paso de los días, muestren otras emociones.

 

 

Es importante no minimizarlas, abrazarles y decirles que les entendemos, que nosotros también nos sentimos así a veces, que estamos juntos y que volveremos a salir y a hacer todas las cosas que nos gustan cuando sea seguro para todos. No es necesario recrearse ni añadir más dramatismo, pero tampoco debemos restarle importancia a lo que sienten.

Es probable que la forma en que nuestros hijos vivan este encierro dependa más de lo que perciban en nuestra actitud que de cualquier otra cosa. En el caso de los adolescentes, aunque su grado de comprensión de la situación es mayor, su necesidad de socializar puede hacer que el confinamiento en cuarentena sea mucho más duro. Debemos acompañar sus emociones también y facilitarles que mantengan el contacto con sus amistades de alguna manera. 

Y, sobre todo, cuídate… 

Todas estas ideas no son más que eso, ideas. No pasa nada si un día tus hijos no hacen ejercicio físico o si no llevan al día las tareas del cole. Esta situación es excepcional y también es difícil para las madres y los padres estar encerrados, trabajar desde casa mientras cuidamos de nuestros hijos, gestionar sus estudios, seguir sacando adelante la casa…

 

 

A todo esto también debemos sumarle el miedo añadido por los riesgos económicos que se van a vivir en muchos hogares. Que todas estas ideas sean una ayuda para tomar de ellas lo que necesitéis durante la cuarentena. Poder tenerlas presentes os ayudará a ir buscando el equilibrio, pero que no se conviertan en una lista de quehaceres que añada más presión a vuestros días. 

 

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