Loquios, así se llama ese sangrado que se produce tras dar a luz. La placenta está pegada al interior del útero como si fuera un “velcro” bien firme, sujetando la bolsa con el líquido y…
La distocia de hombros en recién nacidos es una complicación grave que se puede presentar durante el trabajo de parto. Aunque no es habitual, sí puede tener consecuencias graves para el bebé y la madre.
¿Qué es la distocia de hombros en el parto y por qué se produce?
La mayoría de partos naturales se desarrollan sin ningún tipo de complicación. Sin embargo, en ocasiones se presentan algunos problemas durante el parto que, de no atenderlas con rapidez, pueden suponer un riesgo. Entre ellas, se encuentra la distocia de hombros.
La distocia de hombros en el parto supone que un hombro del bebé impacta en el hueso púbico de la madre, quedando atrapado en el canal del parto. Así, la cabeza queda presionada contra el periné haciendo tracción hacia atrás, lo que se conoce como “el signo de la tortuga”.
No es una complicación frecuente y, de hecho, la OMS calcula su incidencia entre el 0,6% y el 1,4% en bebés con un peso de entre 2,5 y 4 kilos; ascendiendo al 5-9% en bebés de más de 4 kilos. Sin embargo, sí es grave ya que el bebé puede tener dificultades para respirar ya que el tórax y el cordón umbilical se quedan comprimidos.
Se distinguen dos tipos de distocia de hombros:
- La distocia falsa: El bebé se encuentra mal posicionado en el momento del nacimiento. Se da en 4 o 5 nacimientos de cada 100.
- La distocia real: El hombro del bebé se queda atascado en la pelvis de la madre. Se considera una situación grave.
La distocia de hombros puede tener su origen en la madre o en el feto:
- Distocia de origen materno: Se debe a contracciones uterinas anormales, placenta previa, pelvis deformada o demasiado pequeña o problemas en el cuello uterino.
- Distocia de origen fetal: Bebé demasiado grande o con una presentación irregular.
¿Cómo prevenir la distocia de hombros?
¿Cómo se diagnóstica una distocia? La realidad es que no se puede prever la distocia de hombros ya que es una situación completamente imprevisible que se produce durante el expulsivo y que puede ocurrir en cualquier parto. Sin embargo, sí que hay factores de riesgo que hay que tener en cuenta:
- Bebés macrosómicos.
- Las madres diabéticas tienen un riesgo 4 veces superior de que su bebé sufra una distocia de hombros durante el parto.
- Antecedentes de distocia de hombros (influye hasta un 25%).
- Gestación prolongada.
- Obesidad materna y ganancia de peso excesiva durante el embarazo (más de 20 kilos).
- Tamaño de la pelvis de la mujer.
- Fase de dilatación y expulsivo prolongado.
- Uso de oxitocina en partos inducidos.
- Partos instrumentales, con el uso de fórceps o ventosas que pueden provocar la distocia de hombros.
Así, aunque no se puede prevenir la distocia de hombros, sí se deben tener en cuenta estos factores a lo largo del embarazo para reducir el riesgo de que se produzca. Incluso es posible que se ofrezca la posibilidad de realizar una cesárea electiva si se estima que el feto pesa más de 5 kilos o en caso de partos anteriores con distocia de hombros.
¿Qué hacer frente a una distocia de hombros?
¿Qué hacer en caso de distocia? En caso de una distocia de hombros, es fundamental que el equipo médico actúe con rapidez ya que, de lo contrario, puede provocar complicaciones graves. Así, es posible que sea necesario recurrir a diferentes técnicas para desatascar el hombro, lo que puede conllevar que el bebé sufra alguna lesión en el hombro o en el brazo.
En la guía de la OMS “Manejo de las complicaciones del embarazo y el parto: guía para obstetrices y médicos” se recogen las diferentes maniobras que se pueden llevar a cabo para desatascar el hombro del bebé de la pelvis de la mujer:
- Maniobra de McRoberts. Se realiza cuando existe una falsa distocia de hombros. Para llevarla a cabo, la mujer debe colocarse boca arriba con los muslos doblados hacia el estómago y las nalgas en el borde de la cama o mesa de partos. Con esta postura se amplía el perímetro de la pelvis, favoreciendo la rotación de la cabeza y, con ello, el desbloqueo del hombro. Ayuda a resolver el 90% de los casos.
- Maniobra de Jacquemier. Se recurre a ella cuando la maniobra anterior falla o en casos de distocia de hombro real. Para ello, es necesario realizar una episiotomía en el periné de la mujer para introducir una mano en la vagina que permita agarrar la mano del bebé del hombro posterior para bajarlo y liberar el otro hombro.
- Aplicar tracción firme hacia abajo sobre la cabeza del feto para intentar mover el hombro atascado, con cuidado de no ejercer una fuerza excesiva ya que podría desembocar en una lesión de los plexos braquiales. Según explica la matrona de CSC, Sara Caamaño, con quien puedes contactar online en la Tribu CSC, se trata de una maniobra “muy arriesgada”.
- Maniobra de Mazzante/Rubin. Consiste en ejercer presión suprapúbica lateralmente y hacia abajo para que el hombro se desencaje y penetre en la pelvis. Por sí sola resuelve el 42% de los casos, pero combinada con la maniobra McRoberts asciende a una tasa de éxito del 80%.
- Maniobra de Gaskin. La mujer se coloca en cuadrupedia para desencajar el hombro del feto.
Si ninguna de estas maniobras funciona, se pueden recurrir a otras de mayor complejidad como la maniobra de sacacorchos o de Wood; maniobra de Wood inversa o la maniobra de Jacquemier o de Barnum. En un tercer nivel y más agresivas se sitúan la fractura de clavícula fetal o cleidotomía; sinfisiotomía o maniobra de Zárate y maniobra de Zavanelli (introducción de la cabeza fetal en la vagina para realizar una cesárea).
En cualquier caso, está desaconsejado tirar de la cabeza del bebé o realizar maniobras como la Kristeller consistente en presionar violentamente con los puños o el antebrazo (e incluso subiéndose encima de la mujer) el fondo del útero ya que, además, “se impacta mucho más el hombro del feto en la pelvis de la mujer”, según explica nuestra matrona.
Secuelas de la distocia de hombros
La distocia de hombros puede provocar secuelas graves tanto en la madre como en el bebé. En el caso de la mujer, se pueden dar hemorragias postparto, desgarros perineales de IV grado, hematomas vaginales, atonía uterina, rotura uterina, endometritis, síndrome de estrés postraumático y dificultades para establecer el vínculo con el bebé.
Por su parte, en el bebé pueden presentarse diferentes tipos de asfixia, lesiones de plexo braquial transitorias o permanentes, fracturas de húmero o clavícula, encefalopatía y muerte neonatal.
Sin embargo, aunque se trata de una complicación grave, la realidad es que las muertes fetales provocadas por asfixia por una distocia de hombros son muy raras (de 4 a 12 de cada 1.000 distocias).
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