Día Internacional de la Niña: ¿Dónde están las niñas con altas capacidades?

Artículo publicado el 13 Sep 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 11 octubre, 2023

El 10% de la población mundial tiene altas capacidades intelectuales (AACC). No hay una distinción entre género masculino y femenino. Sin embargo, se detectan muchos menos casos de niñas que de niños. Las niñas, y especialmente las adolescentes, suelen ocultar esta capacidad por miedo al rechazo. Pero, ¿cómo son las niñas con altas capacidades?

La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid reconoce “sesgo de género” en la detección de las AACC

El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha reconocido que la identificación del alumnado con altas capacidades presenta un “claro sesgo de género”. Para solucionar esta desigualdad, la Consejería de Educación ha enviado una instrucción a los centros escolares para que “tengan en cuenta esta circunstancia” en los futuros procesos de evaluación de candidatos y candidatas a participar en el Programa de Enriquecimiento Educativo.

Esta es una iniciativa gratuita que puso en marcha la Comunidad de Madrid en el curso 1999-2000 para complementar fuera del horario lectivo la formación de 157 estudiantes considerados superdotados. Este año académico son 2.200 los alumnos y alumnas inscritos, pero los chicos prácticamente duplican a las chicas.

“Este fenómeno no se corresponde con la distribución real del alumnado con alta capacidad en las aulas: como mínimo tendría que haber el mismo número de niñas que de niños“, explica un portavoz de la Consejería de Educación en declaraciones realizadas el diario El Mundo.

 

 

Además matiza que esta no es una peculiaridad “puramente madrileña, ni siquiera española”. Tampoco es el único ámbito en el que se produce infradiagnóstico. Según Jéssica Romero, terapeuta ocupacional pediátrica de la Tribu CSC, el TEA y el TDAH en las niñas también suele ser infradiagnosticado, ya que estas presentan síntomas diferentes, por lo que llegan a la edad adulta con serios problemas:

“Es frecuente que, dadas las características de presentación de este trastorno del neurodesarrollo en las niñas, el TDAH sea infradiagnosticado en etapas tempranas, lo que hace que estas no reciban la ayuda que necesitan. Sin embargo, la mayoría de los estudios de prevalencia hablan de un mayor diagnóstico en niños que en niñas, en una proporción de 3 a 1.

Pero se trata de un trastorno que posiblemente afecte a ambos sexos de manera muy similar. No obstante, y dados los diferentes patrones de comportamiento y presentación de los síntomas, en las niñas suele pasar más desapercibido”, manifiesta Jéssica Romero.

Para acabar de corregir esta situación de desigualdad, los equipos directivos de los centros disponen de una guía con pautas que les pueden ayudar a detectar a los alumnos superdotados, que se calcula que representan entre el 3% y el 5% del total (aunque en España solo se detecta al 0,5% del alumnado con AACC y al 50% del alumnado superdotado). Entre las directrices proporcionadas, se insta a los docentes para que eviten “falsas expectativas y tópicos” como que estos niños y niñas son más maduros emocionalmente, tienen un elevado autocontrol o poseen una gran motivación para destacar frente a sus compañeros.

 

El 35% de los alumnos con altas capacidades son niñas

En la Comunidad de Madrid hay 2.647 alumnos que reciben formación en el programa de enriquecimiento educativo para alumnos de altas capacidades (PEAC). De todos ellos, el 35% son niñas y el resto niños (aproximadamente una niña por cada tres niños).

Lo peor de todo esto es que ellas pierden la oportunidad de recibir una formación acorde a su capacidad. Este tipo de propuestas educativas fomentan el desarrollo integral de los alumnos, su pensamiento divergente y su creatividad en diferentes ámbitos de aprendizaje: arte, ciencia, tecnología, social, humanístico, etc. Por tanto, no impulsan todo su potencial y frenan su desarrollo.

Pero, ¿cuál es la causa de que las niñas y adolescentes opten por ocultar sus capacidades? Los expertos nos hablan de una medida adaptativa. Y es que a las niñas les da vergüenza destacar por su inteligencia.

 

“La educación que aún se le suele dar a las niñas, todavía basada en los típicos roles de género, según los que se espera que se porten bien y quizá que se interesen por cosas “propias de su sexo”, unidas al miedo al rechazo social y la falta de referentes femeninos, contribuyen al infradiagnóstico”, señala Jéssica Romero.

La inteligencia femenina no está bien vista

La inteligencia femenina no se mira con los mismos ojos que la masculina. “En nuestra cultura lo de destacar en inteligencia, matemáticas y ciencias no ha estado bien visto y ellas tratan de disimular y adaptarse al medio“. Así lo declara Carmen Sanz Chacón, psicóloga clínica y directora de El Mundo del superdotado en un reportaje en el Periódico de España. 

Pero las investigaciones ponen de manifiesto que este 10% de población a los que se les detecta una alta capacidad intelectual no tiene distinción de sexo. Se trata de un potencial cerebral ajeno a cualquier otro factor.

“La inteligencia es exactamente igual, es un rasgo genético al igual que los ojos azules o el pelo negro. Es cierto que han brillado más los hombres que las mujeres, pero no por inteligencia, sino por oportunidades“, según subraya Chacón.

 

 

Por tanto, no es que haya más niños que niñas con altas capacidades, sino que muchas de ellas pasan desapercibidas.

Las niñas con altas capacidades son invisibles para el sistema

Todo parece indicar que, una de las razones por las que los niños con altas capacidades se detectan por encima de las niñas es que ellas pasan más inadvertidas, no llaman la atención y se adaptan a la situación. Sin embargo, los niños con alta capacidad intelectual suelen mostrar aburrimiento en el aula y tienen conductas y actitudes problemáticas. Por ejemplo, es frecuente que tengan problemas con otros alumnos y que se metan en peleas. Todo ello hace que se les haga un estudio psicológico, en el que se finalmente se puede detectar esta capacidad. Las niñas, al mantenerse más al margen de todo, no tienen este análisis, por lo que se dan muchos menos casos.

Entre las razones de esta especie de “invisibilidad” femenina, la Consejería de Educación de Madrid apunta que hay diversos factores como los psicológicos y el carácter: «Ellas suelen ser más prudentes, retrotraídas, más incluso con los cambios físicos en la adolescencia, tienden a llamar menos la atención y no tienen prurito por destacar».

 

 

Y, precisamente, este comportamiento suyo en la clase hace que las niñas partan en desventaja en el proceso de detección. Por ejemplo, son menos participativas en clase que los niños, incluso aunque se sepan las respuestas a las preguntas que el profesor les pueda plantear en clase. A esta dificultad se suma el hecho de que, generalmente, la alta capacidad no tiene que ver con las notas. A veces hay alumnos que tienen AACC y sin embargo suspenden porque no se les presta la atención, los medios o los recursos que necesitan.

¿Cómo son las niñas con altas capacidades?

Las niñas con AACC son más retraídas y llaman menos la atención que los niños, lo que dificulta la identificación de las alumnas que tienen altas capacidades. Dentro de los indicadores que pueden ser sintomáticos de la presencia de altas capacidades, se señala, por ejemplo:

• Utilización del lenguaje con amplitud de vocabulario y complejidad en la estructura de las frases.
• La calidad de las preguntas por inusuales o llenas de intencionalidad.
• El rechazo de ejercicios y tareas de tipo repetitivo.
• Un comportamiento sumamente creativo en la producción de ideas, objetos y soluciones a determinados problemas.

 

 

También destacan por su individualidad, un rasgo sumamente marcado en niños y niñas con AACC:

“A los que tienen altas capacidades les gusta sobre todo trabajar de manera individual, siendo menos espontáneo el trabajo cooperativo, aunque cuando entran en él les gusta organizar y establecer las normas de funcionamiento, hecho que, en ocasiones, les lleva a tener problemas con sus compañeros“, precisan desde la Consejería de Educación.

Detección de las altas capacidades: Infradiagnóstico en niñas

Javier Bornez es el director del Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica Específico de Altas Capacidades de la Comunidad de Madrid. Como experto asegura que para detectar estas altas capacidades se comienza por identificar de qué manera el sujeto es capaz de recibir estímulos en el cerebro por 7 sentidos: los 5 habituales (tacto, gusto, vista, olfato y oído), el sentido vestibular y la propiocepción.

“La integración sensorial está muy relacionada con la capacidad de aprendizaje y el procesamiento de la información sensorial es diferente en las personas con AACC”, asegura Jéssica Romero, que confirma la existencia, no de 7, sino de nada menos que 8 sentidos en total:

Es decir, no se trata únicamente de tener un alto rendimiento académico, sino cómo se perciben los estímulos en el cerebro. Además, cada persona con alta capacidad puede destacar en unas áreas o en otras. Pero la detección es importante para poder adaptar la formación a su condición. 

 

 

Bornez y Chacón coinciden en la necesidad de prestar más atención en las niñas que pudieran tener capacidades intelectuales. Es vital porque muchos alumnos a los que no se les identifica, se aburren, no quieren estar en clase, están desmotivados y hasta hay casos de fracaso escolar.

 

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