Alerta adolescentes: Un estudio demuestra que la redes sociales juegan un papel importante en la visión del cuerpo femenino

La redes sociales tienen un impacto directo en la imagen corporal. En el caso de la mujer, el cuerpo ideal es delgado. Pero la Universidad de Würzburg ha publicado un estudio sobre cómo contrarrestar esta visión.

En concreto, el estudio, publicado en Journal of Experiment Psychology, ha demostrado que el movimiento #BodyPositivity (Positivismo corporal) puede cambiar el concepto de cuerpo ideal y también mejorar la percepción de las adolescentes sobre su propio cuerpo.

Es decir, se trata de un trabajo que fomenta reconocer la belleza en la diversidad y promueve la exposición a contenido positivo para el cuerpo en las redes sociales para así ampliar el concepto de peso corporal ideal de las chicas.

¿Cómo es el cuerpo ideal femenino?

El concepto de cuerpo ideal de la mujer está relacionado, nos guste o no, con la delgadez. Este estereotipo está asentado en nuestra sociedad y se ve influenciado por los medios de comunicación y, con mayor fuerza si cabe, por las redes sociales.

 

 

El binomio redes sociales e imagen corporal influye en cómo los adolescentes (especialmente las chicas) se ven así mismos/as. Tal es la fuerza de las primeras, que muchas chicas empiezan a demandar cirugía estética influencidas por los filtros de Instagram y otras redes.

Una mujer debe ser delgada y guapa, según estos estándares impuestos por la sociedad. Los cuerpos delgados suelen estar sobrerepresentados en las películas y series, los programas de televisión y, por supuesto, en internet. Eso lleva a muchas chicas (y a las mujeres en general) a dudar sobre sus propios cuerpos.

Adolescencia: ¿Cómo influyen las redes sociales en la imagen corporal?

¿Cómo influyen las redes sociales en la autoestima? La adolescencia es un período clave en la vida de una persona. A los cambios físicos se unen los psicológicos y emocionales.

Las jóvenes adolescentes se ven inmersas en el proceso de aceptarse y respetar su propio cuerpo, mientras son bombardeadas con millones de imágenes de lo que supuestamente supone tener el cuerpo ideal.

 

 

Para muchas adolescentes esta presión puede llegar a afectar a su salud mental, provocando incluso que se autolesionen o que sufran trastornos alimentarios.

“Desafortunadamente, las señales de un TCA son cada vez más tempranas. En esto influyen las redes sociales, la relación con los iguales, que cada vez se habla y se está más pendiente de todo lo relacionado con la estética, la imagen y el cuerpo”, explica Mamen Bueno, la psicóloga de CSC a la que podéis consultar online a través de la Tribu CSC.

Tanto los trastornos alimentarios como las autolesiones en adolescentes comparten factores de riesgo (la genética, la relación familiar con la comida, los estereotipos culturales y/o sociales, si se sufre acoso o bullying, algún trauma, una mala regulación emocional…), y la incidencia aumenta en menores entre 13 y 16 años, como demuestra un estudio reciente realizado en Gran Bretaña.

Redes sociales e imagen corporal: Movimiento #BodyPositivity

Investigadores de la Universidad de Würzburg han estudiado cómo contrarrestar la relación tóxica entre redes sociales e imagen corporal. Su planteamiento de base era sabe si las redes sociales pueden contribuir a un concepto “más diverso” del peso, así como una mayor diversidad de formas corporales y atractivos físicos. Y sí, pueden hacerlo. ¿Cómo? Con más contenido positivo sobre el cuerpo.

 

 

Desde 2007 existe un movimiento llamado “BoPo” que se opone a los ideales de belleza poco saludables de la sociedad. El concepto BoPo procede de la etiqueta en redes sociales #BodyPositivity (Positivismo corporal).

Esta etiqueta o hashtag tiene más de 19 millones de resultados en Instagram. Este movimiento defiende la belleza de todas las formas y tipos de cuerpos.

De un único ideal del cuerpo femenino a ideales diversos

Los investigadores alemanes realizaron 2 experimentos para analizar los efectos de las redes sociales y la imagen corporal. Según uno de ellos, el catedrático de Psicología de la Comunicación y Nuevos Medios, Markus Appel:

“Las investigaciones anteriores se centraban exclusivamente en capturar un único cuerpo ideal. Por lo tanto, en ambos experimentos, se pidió a las participantes que eligieran no sólo una forma corporal, sino todas las formas corporales que consideraran ideales“.

Para cada experimento se eligieron de forma aleatoria 2 grupos de mujeres. En el primer caso, uno de los grupo vio 5 publicaciones de Instagram etiquetadas dentro del BoPo y el otro grupo otras 5 publicaciones bajo la etiqueta #Fitspiration. Este segundo hashtag recoge contenido que promueve un estilo de vida activo y consciente de la salud, aunque a menudo incluye imágenes de personas muy delgadas.

 

 

Tras ver las publicaciones se pidió a las participantes que seleccionaran el tipo de peso que consideraban ideal en una escala de calificación visual. Es el mismo método que se utilizó en el segundo experimento. Pero en el segundo caso, en vez de imágenes de #Fitspiration se eligieron imágenes neutrales de Instagram. Es decir, las chicas huían de la estética femenina basada en la delgadez.

Los resultados demostrado que las participantes que vieron las imágenes que respondían al movimiento BoPo elegían un promedio de peso ideal más “voluminoso” que las de #Fitspiration. Además, las primeras seleccionaron una media de 3 formas corporales distintas para describir un cuerpo ideal, mientras que el segundo grupo seleccionaron solo 2 tipos de cuerpos.

Redes sociales e imagen corporal: El contenido positivo amplía el concepto de peso corporal ideal

Por otro lado, se invitó a las participantes a estimar el peso de 36 personas fotografiadas de cuerpo entero y que aparecían en las imágenes de redes sociales. Las que habían visto contenido #BodyPositivity anotaron un peso significativamente menor que las del otro grupo, lo que sugiere, según los autores del estudio, que la percepción del peso se ve influenciada por la exposición previa a diferentes tipos de contenidos en las redes sociales.

La investigación, por último, también muestra que el contenido positivo sobre el cuerpo de la mujer conduce a una mayor sensación de bienestar en las chicas que lo observan. Es decir, que mejora la autopercepción de las adolescentes con respecto a su cuerpo. También influye positivamente en la autoestima corporal.

 

 

Según los autores, el cambio de los estándares de belleza en las redes sociales podría ayudar a acabar con los “prejuicios injustos” que se basan en la apariencia física y que persisten a día de hoy en nuestra sociedad.