Cuando tenemos que volver al trabajo y decidimos llevar a nuestro/a peque a la escuela infantil, lo hacemos porque consideramos que es nuestra mejor opción, y la que mejor se adapta a nuestras necesidades y…
Con el cada vez mayor auge de las pedagogías alternativas, seguro que muchos de vosotros ya habéis oído hablar de la filosofía Reggio Emilia, cuyo método educativo se suele combinar con otras pedagogías respetuosas con la infancia como Waldorf o Montessori cuya base, el respeto a la infancia y el papel protagonista del niño en el aprendizaje, es común en todas ellas.
El origen de Reggio Emilia, “la pedagogía del asombro”
Reggio Emilia es un enfoque educativo denominado por muchos especialistas “la pedagogía del asombro” debido a que se basa en que los niños aprenden lo que experimentan y que sin asombro y emoción (sin diversión) no hay aprendizaje posible.
Debe su nombre del lugar del norte de Italia donde comenzó a ser aplicada después de la Segunda Guerra Mundial. Fue desarrollada por el docente Loris Malaguzzi, cuya labor se desarrolló en la Italia fascista. Tras el caos económico y político que la Segunda Guerra Mundial dejó en Italia, numerosas madres se habían quedado viudas. Las circunstancias las obligaban a trabajar fuera de casa y necesitaban un lugar donde poder dejar a sus hijos.
Los aldeanos de la pequeña localidad de Reggio Emilia se unieron para recolectar piedras, arena y madera con las que construir una escuela. Malaguzzi quedó impresionado por el afán de estas familias por construir un lugar donde, en medio del caos, sus hijos pudieran desarrollarse y aprender, y decidió quedarse.
Así es como nacieron las escuelas autogestionadas a cargo de un grupo de maestros. Era la primera vez que la educación en Italia no estaba en manos de la Iglesia católica. En aquella pequeña zona italiana se inició, lo que podríamos llamar, un despertar de conciencias.
Tras vivir las consecuencias devastadoras de la gran guerra, los padres consideraban que la educación es lo que hace al hombre libre, así que sabían que el mejor futuro posible para sus hijos estaba en la escuela libre.
Para conseguir su sueño, se enfrentaron a años duros en los que sacaron dinero de donde pudieron para mantener sus escuelas, llegando incluso a vender partes de tanques alemanes como chatarra. Por fin, en los años 60, el Ayuntamiento se hizo cargo de la gestión de las escuelas y puso a cargo de las mismas al pedagogo Loris Malaguzzi.
Sus métodos educativos tuvieron tanto éxito, que en la actualidad hay alrededor de 80 escuelas Reggio Emilia en el mundo (aquí tenéis un listado de escuelas Reggio Emilia en España) y la mayoría de ellas son públicas. Es más, la prestigiosa Universidad de Harvard ha creado un grupo de estudio en torno a esta pedagogía para documentar su atractivo método de aprendizaje.
En qué consiste y cómo se aplica en las aulas
La pedagogía Reggio Emilia se basa en que el niño es capaz de aprender por sí mismo, siguiendo su instinto natural de descubrir y su innata curiosidad. A partir de su propia experiencia, y de forma natural, el niño aprende y se desarrolla.
El conocimiento durante la infancia se produce de forma espontánea, siendo la emoción del descubrimiento el motor imprescindible para aprender.
Al igual que en Montessori, el ambiente es un factor clave en esta pedagogía, el maestro es encargado de crear un entorno seguro y adecuado para el aprendizaje. A partir de ahí, el niño manipula libremente los elementos que le permiten hacer descubrimientos. Partiendo siempre de lo cotidiano, los niños descubren aquellos elementos que le rodean y que le permiten comprender el mundo en el que viven.
Los principios de la pedagogía Reggio Emilia: “nada sin alegría”
En las aulas, Reggio Emilia se centra en los siguientes 5 principios básicos:
1. El niño como protagonista (primer maestro)
Todos los niños y las niñas tienen el potencial, la curiosidad y el interés innatos necesarios para construir su propio aprendizaje a través de sus propia interacción y experiencias con el entorno.
Esto les permite aprender de forma espontánea, divertida y sin necesidad de reglas o planificación. Los niños aprenden mediante el juego y la experimentación.
Es así como convierten la tarea de aprender en puro gozo. Por este motivo, Reggio Emilia sostiene que no se puede ni debe forzar su aprendizaje o coartar su creatividad natural. La máxima de Reggio Emilia es: “Nada sin alegría”.
2. El docente es un colaborador, un guía y un investigador (segundo maestro)
Los docentes acompañan y orientan a los niños en la exploración de temas, proyectos, investigaciones y en la construcción de su aprendizaje, pero sin romper su autonomía ni reglar sus actividades. Debe estar en continua formación y proponer actividades y proyectos partiendo de los intereses de los niños. También ha de saber escucharles y documentar todo lo que pasa en el aula.
3. El espacio como tercer maestro
El diseño y el uso del espacio es importante ya que promueve las relaciones, comunicaciones y encuentros. Reggio Emilia considera que un espacio bien preparado y con los estímulos adecuados actúa también como maestro. Por tanto, la organización del entorno físico es crucial.
En la filosofía Reggio Emilia hay un orden y una belleza implícitos en el diseño y en la organización del espacio, el equipo y los materiales en una escuela. Cada esquina de cada espacio tiene su identidad y propósito, y se crean ambientes preparados que invitan al aprendizaje, la experimentación, la comunicación y la investigación.
Cada aula suele estar tematizada e incluso los pasillos, que también forman parte de la escuela, deben tener elementos que impliquen a los niños y les ayuden en su desarrollo. Y quizás lo más hermoso de este punto es que los niños pueden circular libremente por las aulas y los pasillos de las escuelas, ya que ellos son su razón de ser y ambos espacios les pertenecen.
4. Las familias como aliadas
En Reggio Emilia, la participación de las familias es otro factor clave, y toma distintas formas. Los padres tienen un rol activo en las experiencias de aprendizaje de los niños, son el principal agente educador, y de ellas depende en su mayor parte el bienestar de los niños. Por tanto, se hace vital su implicación total y activa en la escuela.
5. La documentación pedagógica
La documentación es la forma de hacer visibles a los niños como co-constructores de cultura y conocimiento, hace a los padres conscientes de las experiencias de sus hijos, permite a los docentes entender mejor a los niños, evaluar su propio trabajo y compartirlo con los colegas, etc.
Para realizar la documentación pedagógica hay que saber escuchar, observar e interpretar a los niños: ‘”Las cosas de los niños y para los niños se aprenden solo de los niños”.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento, en la Tribu CSC puedes consultar con nuestro equipo de expertos en salud materno-infantil, educación positiva y crianza respetuosa.
Los 100 lenguajes del niño
En la docencia de Malaguzzi se escucha, se respeta y se tiene en consideración las potencialidades de los niños y niñas. El pedagogo mantenía que “los niños tienen 100 maneras de expresarse, pero les robamos 99″. Según él, el método de educación reglada o convencional subestima a los niños, los encasilla, no los deja expresarse, ni experimentar, ni aprender por sí mismos.
Uno de los aspectos más destacados y característicos de su postulado fue su idea de “Los cien lenguajes del niño”. Al describirlos, Malaguzzi reconoce todas las diferentes maneras que tiene el niño de interpretar el mundo y representar sus ideas y teorías acerca de él.
Muy buen artículo. Que se ponga en conocimiento este tipo de métodos se agradece mucho. Le será de utilidad a mucha gente
Gracias, me ha encantado el artículo. Además de aportarme aspectos importantes de esta Pedagogía te recuerda la importancia del protagonismo del niño en su formación, aspecto que solemos olvidar los maestros que estamos sometidos a las reglas del sistema.
Mi pregunta es: para un jardin infantil que desee implementar el enfoque de Reggio Emilia debe apoyarse en otros modelos pedagogicos o con este es suficiente? Que otro modelo pedagogico complemetaria un execelente proyecto educativo?