El papel del padre (o la pareja) en el parto: Su presencia SÍ es necesaria

Artículo publicado el 14 Mar 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 8 marzo, 2024

¿Qué tiene que hacer el padre en el parto? ¿Es importante la presencia de la pareja? Hoy analizamos la importancia del papel del padre en el parto.

El papel del padre en el parto (o de la pareja)

Desde hace años dedico una sesión al papel de la pareja en las clases prenatales y también ofrezco asesoramiento a través de los cursos online de Criar con Sentido Común y acompañamiento desde la Tribu CSC a las familias miembro. La realidad es que aún hay mujeres que acuden solas a estas sesiones, sobre todo por temas laborales, a pesar de que las parejas tiene pleno derecho a acudir; para aquellas personas que tienen esa dificultad propongo una sesión en la que tratamos temas más específicos sobre qué papel le toca al papá o a la otra mamá.

El contenido formal de esa clase ha ido cambiando durante los años: conceptos nuevos que he ido aprendiendo, actualizando fotos, etc. aunque la realidad es que esta clase es una de las más variables de todas porque tiene mucho de compartir lo que cada asistente le va surgiendo.

 

 

La historia del papel del padre: Importancia de la presencia del padre en el parto

Aquí digo adrede padre, en masculino, porque la verdad es que hace más bien poco que se está empezando a visibilizar otras realidades de familia. De hecho, sin ir más lejos, mis primeras presentaciones tienen precisamente como título “El papel del padre en el parto” y con una pareja de mamás tomé consciencia de la falta de inclusión que tenía parte del contenido.

El día que corresponde este tema, comienzo la sesión pidiendo a las personas que acuden que piensen sobre su figura paterna, o incluso en sus abuelos, rememorando a sus progenitores masculinos para valorar si es ese mismo ejemplo el que quieren seguir con sus criaturas. Ojo, invito a que surjan recuerdos sin juicios, porque en cada generación han hecho lo que han podido con los recursos que han tenido. No es momento de abrir rencores y menos aún traumas, solo es tomar conciencia de lo que cada persona ha vivido y qué camino desea en su p(m)aternidad.

Esos recuerdos conforman nuestro aprendizaje, en una época en la que, mayoritariamente, la figura masculina trabajaba fuera de casa trayendo dinero y la femenina se encargaba del trabajo de casa y de la crianza. Con esa foto de infancia es muy posible que, tanto hombres como mujeres, no encuentren un modelo en el que se sientan cómodos y quieran romper con esos roles impuestos.

 

 

Aquí podríamos entrar en un largo debate sobre cómo esas vivencias en la niñez nos influyen mucho más de lo que quisiéramos en nuestros patrones de adultos, pero esa es otra historia. A lo que voy es a que el modelo que tenemos está totalmente caducado. Sin ir más lejos, al parto no entraba nadie acompañando a la madre.

A las parejas: ¿Qué crees que necesita la mamá durante el parto que tú hagas?

Sí, recalco el verbo “hacer” porque muchas veces creemos que se trata de hacer cosas tangibles, como coger de la mano o dar masajes. La mayoría de las parejas, después de más de 14 años dando clases, sigue diciendo cosas que revelan que se sienten impotentes, como que pueden hacer poco o nada frente a los profesionales que atienden a la mujer en el parto.

A las madres de parto: ¿Qué quieres que haga tu pareja en ese momento? Aquí ya empieza a salir la esencia de lo que necesitan: “que estén”. Sencillo y complejo a la vez, la mera presencia de la pareja es básica, el acompañamiento con esa conciencia de que estar ahí por y para ellas es importante.

 

 

Entonces, ¿cuál es el papel de la pareja durante el parto?

Su presencia en cuerpo y alma. Por un lado, haberse informado juntos sobre el proceso de parto, los deseos para cada fase y los recursos con los que cuenta el centro donde vayan a acudir. Por otro lado, es interesante imaginarse diferentes escenarios de parto, el “ideal” y otras opciones que puedan surgir, como que sea una inducción, un instrumental o una cesárea. Compartir previamente las expectativas y las emociones que surgen al charlar sobre todo esto, para aclarar todo lo que sea preciso.

Creer en ella, en todo momento, en su fuerza y su capacidad de dar a luz. Para la pareja es muy duro ver el dolor e incluso a veces el sufrimiento de aquella persona a la que amas, no suelen prepararnos en la vida para acompañar en los momentos duros a otras personas y ahí en ese momento he visto parejas que se hubieran cortado una mano si eso hiciera que parase el malestar de la parturienta. Así que, pese a que le veas en mal momento sigue creyendo que es capaz, porque lo es, y díselo: “creo en ti”, “tú puedes”.

Puede aparecer en la mente una imagen muy romántica: la mamá de parto y su pareja mirándole amorosamente mientras le dice “creo en ti, puedes hacerlo”, mientras ella le corresponde con una dulce sonrisa. Puede ser, aunque sí es mejor poner los pies en la tierra y plantear un escenario donde lo que le contesta es con gritos o incluso algún insulto; no hay que tener en cuenta lo que dice una mujer en pleno parto, no es algo personal, es lo que brota de la parte más instintiva. Pese a ello, que no decaiga el ánimo, los mensajes positivos tienen que seguir presentes con la mayor dulzura posible.

 

 

Aportar seguridad es otro pilar básico; la pareja es aquella persona en la que realmente la mujer de parto confía, aquella a la que le va a decir todo lo que necesita y siente y la que va a recoger todo esto con amor, digiriéndolo para mantenerse como un salvavidas para que mamá no zozobre. La conexión entre ambos es una fuente de energía, muchas parejas no se hacen a la idea de lo importantes que son manteniendo su atención en lo que necesita su mujer y dándoselo.

Cuidarse para cuidar: puede que entre todo lo anterior parezca que las parejas deben olvidarse de sí mismas, pero no se trata de eso exactamente. Es un momento de auténtico protagonismo de la mamá que está pariendo, porque es ella la que realiza un gran trabajo; a su vez, como actor secundario, quien le acompaña, con su importancia en cada escena y sintiendo qué necesita para poder seguir en ese papel. En ocasiones una salida de la sala de dilatación para tomar el aire, o comer o beber algo, en resumen para tomar fuerzas y seguir acompañando.

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