Objetos dentro del coche ¡siempre bien sujetos!

Viajar en el coche significa asumir que existe el riesgo de tener accidentes en la carretera, pero ¿nos damos cuenta del peligro que corremos con los objetos dentro del coche? Los cosas sueltas que llevamos en el habitáculo se convierten en auténticos proyectiles en caso de accidente, lo que aumenta el riesgo de lesiones.

Es peligroso llevar objetos dentro del coche, si van sueltos

Desde que sois padres seguramente lleváis mil cosas en el coche y muchas de ellas sueltas. Bicis, tablets, patinetes, pelotas, libros, juguetes, bolsas con objetos que necesita el bebé, cochecitos… ¿Te habías planteado alguna vez que el hecho de llevar objetos sueltos dentro del coche puede agravar las consecuencias en un accidente?

El peso de estos “objetos olvidados” puede llegar a ser hasta 30 o 40 veces mayor a su propia masa circulando a tan solo a 50 km/h. Por ejemplo, ¿qué puede pesar la bolsa de cambio del bebé? ¿5 kilos? Si hacemos el cálculo, en caso de accidente esta bolsa tendría una fuerza de impacto de ¡60 kilos! Un paraguas de 415 gramos pasaría a pesar 5 kilos, y un teléfono móvil de solo 150 gramos se proyectaría con una fuerza de 1,5 kilos.

Cualquier objeto, aunque sea pequeño y parezca inofensivo, puede convertirse en un auténtico peligro en caso de accidente por impacto en nuestro vehículo. En un coche a 60 km/h., el peso de un objeto de multiplica 56 veces. Si en lugar de pensar en estas cosas más pequeñas, pensamos en maletas de 10 kg… ¡Estas pasarían a pesar 560 kg.! Imagínate el peso de todos estos objetos circulando a 120 km/h.

Todos los objetos sueltos se convierten en auténticos proyectiles en caso de impacto. Esto aumenta el riesgo de sufrir lesiones e, incluso, la muerte. Algo completamente innecesario, que podemos y debemos evitar.

¿Cómo debemos transportar los objetos dentro del coche?

La recomendación es que todos los objetos y equipaje hay que llevarlos en el espacio del maletero. Los coches familiares suelen tener el maletero abierto, porque de lo contrario no cabe el cochecito, las bicis, etc. Para esos casos existen un tipo de rejillas de separación o redes que se puede instalar.

De esta forma se consigue aguantar y retener los objetos que pudieran salir disparados en caso de accidente. El resto de cosas se pueden colocar en la guantera o espacios diseñados para ello en el vehículo.

¿Y qué hacemos con los juguetes de los niños y las mascotas?

Para los juguetes existen unos organizadores con cremalleras, que se pueden colocar en el espacio donde no esté la sillita del niño. En el caso de las mascotas, deberán ir en un trasportín situado en el suelo por detrás del respaldo de los asientos delanteros, nunca ocupando un asiento o encima de un pasajero.

No sé si sabéis qué es el “efecto elefante”. El nombre viene dado por una antigua campaña publicitaria francesa titulada “No viaje con un elefante en el asiento trasero”. En esta publicidad, se alertaba sobre el efecto que se produce cuando un pasajero que viaja en el asiento trasero no se abrocha el cinturón de seguridad (también podría ser una mascota sin atar) y sale disparado por un frenazo o un accidente de tráfico.

La fuerza con la que este usuario golpeará al pasajero delantero es en función de su peso y la velocidad del vehículo, pero el resultado se asemeja al del peso de un gran elefante. Imagina que viajando a 60 km/h, el pasajero de atrás, que pesa 75kg., se golpea con el asiento delantero. El resultado es una fuerza de 4,2 toneladas. 

La silla infantil, siempre bien sujeta

Basándonos también en el efecto elefante, debemos tener en cuenta que las sillas de los peques deben ir bien sujetas. De nada sirve comprar la silla más segura del mercado si esta no está bien sujeta al coche, y el niño bien retenido.