La importancia de los límites (respetuosos) en la infancia

Artículo publicado el 10 Oct 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 14 noviembre, 2022

Una de las cuestiones que más esgrimen como argumento quienes desconfían de las bondades de la crianza respetuosa es que los niños y las niñas necesitan límites. Hablan continuamente de por qué hay que poner límites a los niños o cuándo hay que poner límites a los niños y dan por hecho que cuando hablamos de Disciplina Positiva o de crianza respetuosa se trata de un modelo educativo permisivo en el que hay una ausencia absoluta de límites.

Sin embargo, no hay nada más lejos de la realidad. De hecho, en nuestro Curso Online “Límites con respeto”, que puedes cursar gratis si eres miembro de la Tribu CSC,  hablamos de la importancia de poner límites a los niños, en qué casos son indispensables y de cómo abordarlos desde el respeto.

Por qué son importantes los límites para los niños

¿Por qué es importante poner límites a los niños? Las niñas y los niños están dando sus primeros pasos en la vida, por lo que en muchas situaciones y circunstancias, desconocen cuáles pueden ser los riesgos de determinadas conductas. Tampoco conocen las normas sociales que suelen regir nuestras relaciones ni tienen aún las habilidades sociales necesarias para ponerse en el lugar de otras personas, por lo que necesitan nuestra guía para conocer esos límites que todos/as respetamos porque nos mantienen a salvo y nos permiten formar parte de la sociedad en la que vivimos.

Existen dos diferencias fundamentales entre la forma de abordar el tema de los límites en la educación tradicional (autoritaria) y en la educación respetuosa: para qué establecemos límites y cómo se establecen esos límites.

Para qué establecemos límites

Por un lado, debemos plantearnos para qué establecemos los límites. Mientras que en la educación tradicional los límites se imponen para controlar la conducta infantil, en la educación respetuosa los límites se establecen con la intención de proteger y cuidar.

No es lo mismo establecer el límite de no beber lejía o tener como norma lavarse los dientes por una cuestión de seguridad o de salud, que imponer que nadie puede levantarse de la mesa hasta que no acabe el tiempo de la comida y alargar la sobremesa una hora y media.

A la hora de abordar el tema de los límites tendremos que tener en cuenta cuáles son los límites innegociables: aquellos relacionados con la seguridad, la salud o el respeto. En el caso de la seguridad y la salud suele estar bastante claro. Nadie deja que su hija meta un destornillador en el enchufe ni que su hijo se beba la botella de detergente. En el caso del respeto hay que tener más cuidado porque durante años el respeto ha sido entendido como obediencia y sumisión hacia las personas adultas.

Establecer un límite en no permitir que mi hijo me pegue es un límite relacionado con el respeto lógico y razonable. Imponer a mi hija que tiene que callarse y obedecer cuando le ordene algo sin poder protestar o expresar su discrepancia ni poder hacer ningún tipo de propuesta alternativa no solo no tiene nada que ver con el respeto hacia mí sino que es irrespetuoso con ella.

Cómo se establecen esos límites

La segunda cuestión que diferencia el tema de los límites en la educación autoritaria y en la educación respetuosa es el cómo se abordan esos límites. Mientras que en la educación tradicional los límites han sido siempre impuestos sin tener en cuenta las necesidades de la infancia ni sus emociones, centrándose exclusivamente en las necesidades adultas; en la Disciplina Positiva los límites se abordan desde el respeto.

Razones para poner límites a los niños: Límites sí, pero con respeto

Si queremos abordar los límites desde el respeto hay varias cuestiones que debemos tener en cuenta:

• Los límites se entienden como protección, como ayuda. Lo que los motiva no es la necesidad de controlar ni doblegar la voluntad infantil, sino la necesidad de proteger y cuidar.
• Los límites se informan y se explican. No se imponen. Explicamos con amabilidad y firmeza cuál es el límite y cuál es la razón que lo motiva.
• Los límites se abordan desde la conexión. Desde la comprensión de sus necesidades y de la naturaleza infantil. Entendiendo que es normal que se comporten como niños/as y no conozcan las normas sociales o los peligros que pueden entrañar ciertas conductas.
• Los límites se explican con amabilidad. Haciendo uso de la validación de emociones y comprendiendo que tienen derecho a discrepar y a expresar como saben el malestar que les producen. Y, al mismo tiempo, con la firmeza suficiente para mantener los límites que son realmente necesarios.

En la Tribu CSC compartimos cada día inquietudes y soluciones respetuosas para abordar los distintos retos que surgen en el día a día de la crianza.

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