Los niños tienen una especial tendencia a "perder" los zapatos siempre que pueden (y siempre que les dejamos hacerlo). Y hacen muy bien. Porque inconscientemente están haciendo lo que la naturaleza les pide para conseguir…
Gastroenteritis en niños. A mitad de la noche un ruido desagradable pero desgraciadamente familiar te despierta. Cuando te acercas a tu bebé tus sospechas se confirman. Ha vomitado. ¿Pero cómo es posible, si apenas había comido?
Lo más probable es que se trate de una gastroenteritis. Un virus que afecta al tracto gastrointestinal produciendo vómitos, diarrea y ocasionalmente fiebre. Aunque también algunas bacterias, como la conocida Salmonella, pueden producirla.
Cuáles son los síntomas de la gastroenteritis
Lo más habitual es que el cuadro comience con vómitos, que suelen durar unas 12 horas, y después aparezca la diarrea. En ocasiones las dos cosas se presentan al mismo tiempo. Es posible que el niño tenga dolor abdominal de tipo cólico. Siente como si la tripa se le retorciera cada vez que va a vomitar o cuando va a tener diarrea.
El dolor aparece y desaparece y característicamente lo localizan alrededor del ombligo. Entre crisis y crisis de dolor es probable que tampoco tenga mucho apetito.
El mayor riesgo de las gastroenteritis es la posibilidad de que el niño se deshidrate. La intensidad de los vómitos y la frecuencia de la diarrea condicionan el riesgo de deshidratación.
Es más fácil que un niño se deshidrate si vomita todo lo que toma o si hace muchas deposiciones líquidas y abundantes. Los niños mayores que son capaces de comer y beber según sus necesidades no se suelen deshidratar fácilmente, así que el riesgo es mayor en bebés y niños pequeños.
Cómo actuar ante el riesgo de deshidratación durante la gastroenteritis en niños
En estos casos es importante ofrecer una solución rehidratante específica que se compra en la farmacia para reemplazar los líquidos que se pierden. El agua sola no es suficiente para rehidratar, porque en los vómitos y la diarrea, además de agua, se pierden azúcares y sales minerales.
Las soluciones rehidratantes contienen las cantidades adecuadas de sales y azúcar y la correcta combinación de estos ingredientes favorece que el agua se absorba mejor. Esto quiere decir que soluciones de rehidratación caseras, infusiones, zumos o refrescos sin gas tampoco son adecuados. Generalmente contienen más azúcar de la necesaria y pueden aumentar la diarrea.
¿Qué dieta debe seguirse?
Los bebés amamantados pueden y deben seguir con la lactancia pero es preferible que tomen pequeñas cantidades con más frecuencia de lo habitual.
Actualmente no se recomienda una dieta especial durante la diarrea. Simplemente evitar alimentos con exceso de grasa como las frituras y alimentos con azúcares añadidos como bollería, cereales, galletas, refrescos, zumos o lácteos azucarados. El niño puede tomar cualquier alimento que le apetezca aunque es preferible que durante la gastroenteritis en niños se coma pequeñas cantidades con más frecuencia.
La pérdida de líquidos que se produce en la gastroenteritis en niños hace que el niño tenga sed y si en ese momento se encuentra bien querrá beber mucha cantidad y pueden volver a aparecer los vómitos. Por eso es importante ofrecer los líquidos en pequeñas cantidades pero con mucha frecuencia, por ejemplo cada 15 o 20 minutos.
¿Cuándo ir al pediatra?
Si la deshidratación es moderada y el niño está comiendo y bebiendo en pequeñas cantidades, probablemente no necesitará otros tratamientos. Los niños pequeños deben ser valorados si la diarrea dura más de tres o cuatro días. El niño deshidratado se encuentra cansado, llora sin lágrimas y se le nota la boca y los labios resecos. Normalmente tienen sed pero vomitan fácilmente cuando les ofrecemos líquidos.
Tratamiento de la gastroenteritis en niños
La mayoría de las veces la gastroenteritis en niños se trata de cuadros víricos que ceden por si solos en unos días, habitualmente menos de una semana, y no precisan tratamiento específico. Algunas bacterias como la Salmonella o el Campilobacter también causan gastroenteritis y en estos casos, en ocasiones, son necesarios los antibióticos, aunque la mayoría remiten sin ningún tratamiento. Si tienes dudas al respecto puedes consultarme online a través de la Tribu CSC.
Es importante tener en cuenta que los virus de gastroenteritis en niños son muy contagiosos. Suele ser fácil que se expanda en el ambiente familiar. Importante en estos momentos extremar las precauciones del lavado de manos después del cambio de pañal o de acompañar al niño al baño.
Y si no toman lactancia materna?
En ese caso se debería hacer la rehidratación con un suero de farmacia, Ainara.