Cómo manejar la diabetes tipo 1 en el colegio

Artículo publicado el 3 Ene 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 7 septiembre, 2023

¿Cómo se debe manejar la diabetes en el colegio? La diabetes tipo 1 es el tipo de diabetes mellitus que más afecta a los niños (90% de los casos). Se trata de una enfermedad crónica y, por tanto, es necesario que tanto el menor como su familia aprendan a convivir con ella.

Y esa normalización ha de trasladarse a otros ámbitos de su vida, entre ellos la escuela que es el otro espacio donde más tiempo pasan nuestros hijos. En este post os hablamos de cómo se debe manejar la diabetes en el colegio.

Igualdad de oportunidades con diabetes infantil o sin ella

Según Sanidad, cada año se diagnostican en España entre 1.200 y 1.500 casos de diabetes infantil. España es, de hecho, el país del sur de Europa donde la incidencia de la diabetes tipo 1 es más alta. En este caso, está provocada por un déficit en la producción de insulina porque las células encargadas de producirla son destruidas por el sistema inmune del niño.

Existe otro tipo, la 2, que afecta a los adultos principalmente. Es consecuencia de un estilo de vida sedentario y caracterizado por malos hábitos alimenticios. Por desgracia, se está detectando cada vez en personas más jóvenes (niños y adolescentes). En la Tribu CSC contamos con profesionales actualizados en diversos ámbitos que os pueden asesorar sobre esta enfermedad y otros aspectos de la salud infantil.

 

 

En cualquier caso, es necesario que tanto el niño con diabetes como la comunidad educativa sigan una serie de pautas para permitir que el menor pueda llevar una vida normal pese a su enfermedad. Esta normalidad es un derecho del menor y viene recogida en la Ley de Educación reformada en 2020. Tener esta enfermedad, que requiere su manejo en las horas de colegio, no debe suponer una limitación para que el niño o la niña acuda a la escuela a aprender y divertirse como el resto de sus compañeros. 

Protocolo de la diabetes en el colegio

El capítulo 8 del Manual de la Diabetes Infantil editado por el Ministerio de Sanidad recoge algunos de los aspectos sobre cómo manejar la diabetes en el colegio. Entre ellos, destaca la necesidad de formación de la comunidad educativa para atender al alumno/a con diabetes tipo 1. Y, concretamente, apela a que esa formación la asuman “prioritariamente” las personas relacionadas directamente con el alumno:

“Es la herramienta más útil para conseguir la seguridad e igualdad de oportunidades. La incertidumbre derivada del desconocimiento de la enfermedad por parte del profesorado constituye una de las principales barreras para una adecuada integración“, recoge la guía.

 

 

Así que es necesario que la comunidad educativa tenga “recursos formativos” para ofrecer seguridad e integración a todos los niveles del niño. Contar con un alumno con diabetes en el colegio obliga al centro a establecer una estrategia que garantice su bienestar. Y para ello es necesario que exista una coordinación “estrecha”.

De hecho, la comunicación de los padres y del equipo sanitario con el centro escolar “debe ser fluida” y comenzar cuanto antes, “para dar tiempo a la preparación del colegio”. Si existe esa coordinación y ese ambiente seguro, mejor será la calidad de vida del niño y su familia.

 

 

¿Qué necesitan saber los profesores sobre la diabetes?

Los profesores del alumno/a con diabetes tipo 1 deben saber, para empezar, qué es la diabetes y cómo se trata. El tratamiento requiere la administración de insulina mediante una inyección subcutánea. Además, es necesario realizar controles de glucemia para controlar los niveles de glucosa y ajustar la dosis que debe recibir el alumno.

El menor con esta enfermedad tiene que controlar la glucemia varias veces al día y alguna de estas determinaciones puede coincidir con el tiempo que está en el colegio. Por lo general, esos controles consisten en la extracción de una gota de sangre de la yema de un dedo de la mano, con la ayuda de un dispositivo automático. La sangre se coloca en una tira reactiva que se introduce en el medidor de glucosa, que dará el resultado. También hay dispositivos de monitorización continua, que miden la glucosa cada pocos minutos.

 

 

La mayor parte de los menores con diabetes tienen que inyectarse insulina varias veces al día. Por un lado, insulina de acción rápida antes de cada comida principal e insulina de acción lenta una o dos veces al día. Los niños necesitan supervisión tanto para los controles como para inyectarse la insulina. Incluso aunque puedan hacerlo solos (con ocho o nueve años) es necesario acompañarlos.

La adaptación del centro escolar a la diabetes tipo 1

La diabetes tipo 1 es, insisto, una enfermedad crónica con la que el menor tendrá que convivir toda su vida. Así que en casa y con el asesoramiento de los profesionales sanitarios, las familias tendrán que enseñarle las pautas básicas que habrá de seguir para llevar una vida lo más normalizada posible.

Una vez interiorizado, no será difícil que el menor sepa qué controles y medidas preventivas tiene que realizar a diario. En el colegio, también. De hecho, podemos repasar con él esas medidas e incluso revisar (a diario si es necesario) que lleva todo el material necesario para ello (tiras de pruebas, medidor de azúcar en sangre y pilas de repuesto, insulina y jeringa/bolígrafo, toallitas con alcohol, glucosa o carbohidratos de acción rápida, como caramelos o zumos, etc).

 

 

El centro escolar, por su parte, también ha de adaptarse para atender al menor en caso de necesitarlo. Según el manual de Sanidad:

• Se le debe facilitar al niño con diabetes tipo 1 la monitorización de la glucemia (intersticial/capilar) y la ingesta de hidratos de carbono cuando lo necesite, “incluso durante el desarrollo de la clase”.
• Ante una hipoglucemia (crisis por nivel de azúcar bajo -menos de 70 mg/dl-) lo prioritario es tratarla y confirmar que el menor se ha recuperado.
• Permitirle ir al baño las veces que lo necesite.
• El centro debe disponer de un lugar adecuado para conservar el glucagón. Se trata de una hormona que ayuda a liberar glucosa en el hígado y que se administra con una inyección a los niños con diabetes en caso de hipoglucemia grave. Los profesores, de hecho, deben saber cómo administrarla (se pincha en brazo, muslos o glúteos).
• El colegio ha de establecer los medios necesarios para eliminar el material utilizado (lancetas, agujas, etc) y que este se haga a través de los contenedores del centro de salud.

 

 

La diabetes en el colegio: Alimentación

Es importante que los menores con diabetes tipo 1 tengan una dieta sana y equilibrada que incluya grasas, proteínas e hidratos de carbono. Algunos niños tiene que controlar los hidratos de carbono en raciones determinadas para evitar cambios bruscos de glucosa en sangre. En cualquier caso, su alimentación es similar a la de otros niños a excepción de los azúcares de absorción rápida (dulces, zumos o caramelos) que deben evitar ya que pueden subir mucho la glucemia.

La recomendación de Sanidad es que si el niño va al comedor, los padres conozcan la planificación semanal del menú para hacer los ajustes que sean necesarios en casa. Es importante, por otro lado, respetar los horarios de las comidas y procurar que el niño se tome un segundo desayuno a media mañana. Si hay alguna celebración como un cumpleaños, el profesor debe saber cómo actuar.

 

 

El niño, por otro lado, ha de hacerse un control del azúcar antes de comer e inyectarse insulina en cada comida principal. Y esto también ha de estar planificado y ser tenido en cuenta en el comedor.

Deporte y otras actividades escolares

Los niños con diabetes tipo 1 pueden realizar las mismas actividades escolares que sus compañeros, tanto intelectuales como deportivas o lúdicas. En el primer caso y si el menor se ve indispuesto por la enfermedad, el colegio debe promover que tenga opciones para recuperar lo que se haya perdido. Por ejemplo, en el caso de pruebas o exámenes.

Y, aunque pueden realizar todo tipo de actividades, sí es necesario planificarlas para evitar riesgos. En este sentido, las clases de educación física necesitan una programación para saber qué grado de actividad se va a desarrollar. De hecho, generalmente, es necesario hacer un control de la glucemia antes de iniciar cualquier actividad deportiva por si es necesario “realizar algún ajuste en el tratamiento”. Pero sí hay que tener claro que la diabetes en el colegio no es incompatible con el deporte. Todo lo contrario. El ejercicio físico es muy necesario para un mejor control de la diabetes infantil.

 

 

En el caso de excursiones fuera del colegio, estas se deben planificar con tiempo suficiente para que el personal que acompañe a los niños sepa cómo actuar en caso de que el menor con diabetes tenga algún problema o necesite ayuda de algún tipo.

Otros aspectos a tener en cuenta de la diabetes en el colegio

Tener diabetes tipo 1 para un niño puede impactar negativamente en él si en el colegio se percibe la enfermedad como un tabú o como una situación excepcional. Si se le sobreprotege o se le trata de manera especial, puede crear en él una sensación de aislamiento con respecto al resto de compañeros. Por ello, los profesores deberían tratarlo con normalidad e incluso podrían explicar al resto de compañeros qué es la diabetes para que también ellos ayuden a su compañero en el día a día.

Facilitar la autonomía del menor repercutirá en las tareas de autocuidado y reforzará su sensación de independencia, ayudando positivamente en su autoestima. Dependiendo de la edad escolar, la intervención del profesorado será distinta. En Infantil y los primeros años de Primaria el niño necesitará ayuda para el control y la administración de insulina. Luego, solo será necesario supervisarlo.

 

 

Durante la adolescencia, ese acompañamiento se irá haciendo opcional. En cualquier caso y teniendo en cuenta que las emociones se desbordan en la adolescencia, es positivo que los profesores estén al tanto de cualquier cambio de conducta del menor que pueda indicar que su enfermedad le esté repercutiendo psicológicamente.

 

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