Embarazo y deporte de alto rendimiento

Mucho se habla de la importancia de la actividad física antes, durante y después del embarazo. Pero si hablamos sobre una deportista de élite, ¿es posible llevar el mismo ritmo de entrenamiento durante el embarazo y en el postparto? ¿Puede competir o es necesario retirarse temporalmente de la vida deportiva? ¿Son compatibles embarazo y deporte de alto rendimiento?

Deporte de élite y embarazo

El embarazo es un proceso natural por el que gran parte de mujeres pasan en una época de su vida, incluidas deportistas de élite. Hace años, había muchas menos mujeres que realizaban deporte a alto nivel, con lo cual no era muy llamativo que al quedarse embarazadas decidieran retirarse de la competición. O por el contrario, decidieran no tener hijos para no tener que abandonar su actividad deportiva.

Pero esto ha cambiado mucho durante las últimas décadas. Con el aumento de la participación de las mujeres en la parte más alta del deporte a nivel mundial, se ha puesto en entredicho la necesidad de dejar de entrenar y competir por el hecho de estar embarazada. En el lado opuesto, se ha acusado a varias atletas de quedarse embarazadas como forma de dopaje, para aumentar su rendimiento de cara a ciertas competiciones.

 

 

Claro ejemplo de los que estamos contando son estas dos deportistas: Por un lado, la atleta Marion Jones, a la que muchos acusaron de quedarse embarazada para mejorar sus marcas. Más tarde se demostraría que había consumido sustancias dopantes y fue eliminada de los Juegos Olímpicos y retirada de la competición. En el otro lado, la tenista Serena Williams, la cual ganó el Open de Australia, su 23° Gran Slam, embarazada de 8 semanas.

Entonces, ¿se puede o no se puede continuar con la práctica deportiva si eres una deportista de alto rendimiento? Para contestar a esta pregunta tenemos que ver qué ocurre en el organismo durante el embarazo.

Embarazo y deporte de alto rendimiento

El ejercicio físico implica mayor gasto de energía que estar en reposo. Esto hace que el cuerpo se adapte y se produzcan cambios fisiológicos en el organismo.

El sistema respiratorio

Se ha visto en diversos estudios que en el sistema respiratorio de deportistas embarazadas aumenta hasta un 50% la capacidad respiratoria pese a ascender el diafragma porque el volumen de oxígeno (la cantidad de oxigeno que entra y procesa el cuerpo) también va aumentando a medida que el ejercicio es más intenso.

Esto es así siempre y cuando la deportista no tenga que vencer la fuerza de la gravedad, es decir, ciclistas y nadadoras se beneficiarían mucho del embarazo (no así las corredoras), en cualquier momento, ya que no depende del trimestre en el que se encuentren.

 

 

Tampoco influiría el peso de la mujer embarazada en cuanto al sistema respiratorio se refiere en estos casos. Sin embargo, se ha demostrado que la inactividad sin causa justificada en la mujer embarazada puede hacer disminuir la capacidad máxima de oxígeno hasta un 74%, lo que podría implicar una retirada de la carrera deportiva.

El sistema circulatorio

En el sistema circulatorio, se produce un aumento de la cantidad de sangre que bombea el corazón por minuto, sobre todo en el primer trimestre, sin aumentar la frecuencia cardiaca. Es decir, el corazón es más efectivo, manda más sangre a los músculos cada vez que bombea. Por eso, el primer trimestre es en el que las embarazadas de deportes que impliquen carrera consiguen mejores resultados.

Nos entra la duda de si hacer ejercicio a alta intensidad implicará quitarle el oxígeno al bebé, ¿verdad? Se ha estudiado que hasta intensidades del 80% del volumen de oxígeno máximo (bastante altas) no se ve afectado el flujo hacia el útero y la placenta. Por debajo de esos límites, no habría problemas.

 

 

También se ha observado un aumento en la cantidad total de sangre en mujeres entrenadas y por esto a veces ha sido considerado como una forma de dopaje, ya que aumenta la cantidad de hematíes en sangre (como ciertas sustancia dopantes).

La tensión arterial

La tensión arterial va variando según la postura del ejercicio y a lo largo del embarazo, y según la posición del bebé dentro del útero.

Durante el embarazo se pueden realizan ejercicios aeróbicos intensos (correr), ya que estos no producen deuda de oxígeno, pero deben evitarse los ejercicios anaeróbicos. Esto influirá mucho en según qué deportes, porque habrá que disminuir notablemente la carga en el entrenamiento.

También hay que evitar el exceso de calor y zonas húmedas, temperaturas corporales superiores a los 39ºC pueden producir malformaciones en el sistema nervioso en el primer trimestre de embarazo. 

 

 

El sistema endocrino

Por último, en el sistema endocrino vemos como durante el embarazo se produce una hormona que va a hacer que aumente la testosterona (hormona predominantemente masculina), con lo cual se va a poder conseguir más músculo. Esto también ha sido equiparado al dopaje hormonal. La relaxina y la progesterona hacen que articulaciones y ligamentos tengan más movilidad, así que las gimnastas se verían beneficiadas en este sentido.

Deporte de élite y maternidad: Contraindicaciones

Las contraindicaciones generales para realizar deporte de élite durante el embarazo son:

• Embarazo múltiple.
• Historia previa de parto prematuro.
• Hemorragia vaginal.
• Acortamiento del cuello del útero.
• Abortos recurrentes.
• Alteración en el crecimiento del bebé.

 

 

Si tienes cualquier duda al respecto sobre este tema o cualquier otro relacionado con salud materno-infantil, puedes consultarme online a mí o cualquiera de mis compañeros del equipo de Criar con Sentido Común en la Tribu CSC.

¿Qué deportes no se deben practicar estando embarazada?

Entre los deportes que no se deben practicar estando embarazada se incluyen los deportes de contacto, por riesgo de traumatismo abdominal, y los deportes con alto riesgo de caídas.

Con lo cual, podemos concluir que la deportista gestante puede seguir entrenando su deporte, siempre y cuando sus condiciones individuales se lo permitan (tipo de embarazo, riesgos, condiciones o estado de salud en cada momento del embarazo…), pero no se recomiendan deportes de impacto ni de caídas frecuentes y tampoco el momento competitivo de cualquier deporte, ya que por norma general, aumentan las exigencias físicas por encima de lo recomendado en el embarazo.