Vuelta al colegio: Niños con alergias alimentarias y protocolos para coronavirus

La vuelta al cole de los niños alérgicos siempre es motivo de inquietud en la familia ya que a las dificultades habituales del inicio del curso escolar se suma el miedo ante la posibilidad de una reacción por ingesta accidental de algún alimento al que el niño o niña es alérgico. Hoy hablamos de alergias alimentarias y coronavirus en las escuelas.

Porque en casa tenemos todo bajo control. No hay alimentos peligrosos. Todos en la familia sabemos que el niño es alérgico a ese alimento y tenemos claro que no se lo podemos ofrecer. Seguramente ni siquiera lo tenemos en casa, por si acaso. Pero ¿qué pasará cuando esté en el colegio? ¿Cómo podemos estar seguros de que todo el mundo sabe de la alergia de nuestro peque? ¿Qué pasa si alguien le da algo sin darse cuenta y le da reacción? ¿Sabrán reaccionar a tiempo?

Alergias alimentarias y coronavirus

Según los expertos de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica hasta uno de cada cuatro niños en edad escolar tiene algún tipo de alergia y dado que los menores pasan muchas horas al día en la escuela, hasta un 20% de las reacciones alérgicas pueden ocurrir en el colegio.

También hay que recordar que las alergias a alimentos más frecuentes en la infancia son la alergia a la leche y al huevo, pero también a otros alimentos muy habituales en la dieta de los niños, como los frutos secos y algunas frutas, alimentos omnipresentes en los desayunos o almuerzos escolares. 

Aunque la opción de darles para desayunar un batido, un bocadillo de pastas azucaradas de frutos secos o galletas que pueden contener leche o huevos no son opciones saludables para el desayuno escolar, la realidad es que forman parte de la fiambrera para el recreo con mucha frecuencia. Incluso una apetitosa y saludable pieza de fruta puede ser un peligro para un niño que sea alérgico a ella. 

Para evitar accidentes y minimizar los riesgos de que tengan una reacción alérgica a alimentos en el colegio es importante tomar previamente algunas precauciones.

Protocolo común de actuación

En el colegio deben disponer de toda la información necesaria sobre la alergia del pequeño con tiempo suficiente para que la conozcan todos los profesores y personal al cuidado del paciente alérgico. Deben saber en qué consiste la enfermedad, qué síntomas puede presentar, cómo suele evolucionar, qué medicación puede necesitar y cómo hay que administrarla, sobre todo en aquellos casos en los que se puede precisar adrenalina. Además del tutor o maestro habitual del pequeño, deberían conocer esta información el resto de los profesores, como los de apoyo, monitores de comedor, profesores de Educación Física, de música, de inglés, etcétera.

Es importante pedirle al pediatra o al alergólogo un informe para el colegio donde consten todas estas instrucciones. La Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica publica un modelo que puede rellenar el médico para presentar en el colegio que puede resultar muy útil para estos casos.

Hay que tener en cuenta que, por regla general, en el colegio no están obligados a administrar medicación a los alumnos, salvo que estemos ante una condición crónica o una enfermedad grave o se trate de algo urgente. En el caso de una alergia, estamos frente a una enfermedad crónica que puede manifestarse como una anafilaxia, un proceso grave y urgente que obliga a cualquier persona a actuar inmediatamente.

En el botiquín escolar debería haber adrenalina cuando hay algún alumno que precise su uso, así como otra medicación de rescate que pueda ser necesaria. Es importante que esta medicación esté bien identificada, sea fácilmente localizable y esté verificada su caducidad con cierta frecuencia. Debe haber también una persona responsable de utilizarla que sepa cómo actuar en caso de necesidad.

Si el paciente alérgico precisa un tratamiento de mantenimiento, es importante administrarlo correctamente para evitar que tenga crisis y otras complicaciones. Teniendo en cuenta que entre un 30 y un 40% de los niños escolarizados asisten al comedor, es importante también tener comunicación con el servicio de comedor para conocer de antemano qué medidas siguen para evitar los alérgenos y cómo adaptarán el menú.

En el caso específico de los niños con alergias alimentarias es importante también tener en cuenta otros posibles momentos de contacto con alérgenos alimentarios como es el recreo o los cumpleaños.

Protocolo anticovid y niños alérgicos

Debido a la pandemia por coronavirus se han acabado los cumpleaños multitudinarios donde los niños compartían una tarta o se repartían chucherías o snacks a la hora del recreo, por lo que esta situación de riesgo evidente para el paciente alérgico ya no supone un problema pero igualmente se debe instruir a los niños para que eviten compartir los alimentos con otros niños. 

Con las medidas actuales anticovid, se fomenta que los niños coman en las aulas, donde cada uno come en su mesa, separado del resto de compañeros, lo que en principio limitaría la posibilidad de accidentes. En los comedores se agrupa a los estudiantes en grupos de convivencia y se establecen turnos de comida, con lo que las posibilidades de errores también son menores. 

A medida que crecen, los niños deben ir aprendiendo a manejar su enfermedad y saber expresar qué tipo de alergia tienen, qué cosas deben evitar y cómo actuar en caso de reacción. Esto fomentará su autonomía y aumentará la seguridad.

Si necesitáis información o asesoramiento al respecto, podéis consultarme en la Tribu CSC durante todo un mes gratis. ¡Feliz vuelta al cole familias!