La psoriasis en los niños

La psoriasis en los niños es una enfermedad inflamatoria que afecta a alrededor del 1% de los menores durante la infancia. Sin embargo, es una patología crónica. La detección temprana es fundamental porque requiere un abordaje multidisciplinar.

Su aparición en la infancia se relaciona con un mayor riesgo de sufrir estrés y depresión, así como el síndrome metabólico. En este post explicamos qué es, sus causas y el tratamiento.

¿Qué es la psoriasis pediátrica?

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria y crónica que se caracteriza por provocar lesiones cutáneas y descamativas. Suele aparecer en la adolescencia y es “rara” en los niños, tal y como indica Mónica Roncero, dermatóloga del equipo de Criar con Sentido Común y a quien podéis consultar cualquier duda a través de la Tribu CSC.

Según este artículo de Pediatría Integral (de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria), esta enfermedad afecta a entre el 2 y el 3% de la población en general. En el caso de la psoriasis en los niños, la afectación es del 1%. Eso sí, como puntualiza la Academia Española de Dermatología y Venereología (ADEV), hasta un 30% de los casos de psoriasis “debuta en la edad pediátrica”.

 

 

El gran problema es que el diagnóstico es difícil porque se asocia a otros problemas que pueden alterar el desarrollo normal del niño:

“A veces es difícil diferenciar una dermatitis seborreica grave de una psoriasis en un bebé y la evolución nos da la clave del diagnóstico“, aclara nuestra dermatóloga.

Causas de la psoriasis en los niños

La psoriasis en los niños tienen un componente de “predisposición genética y suele haber un desencadenante ambiental”, explica Mónica Roncero. Es decir, que los niños con psoriasis tiene una predisposición en sus genes a tenerla y que esta surge por la influencia de factores ambientales. Los factores desencadenantes más conocidos de la psoriasis en los niños son estos:

• Infecciones por Streptococcus pyogenes. Es la más frecuente y desencadena una psoriasis en gotas (y más raramente psoriasis en placas o pustulosas). La más común es la la infección faringoamigdalar.
• Infecciones menos frecuentes por staphylococcus aureus, VIH, candida albicans y pityrosporum ovale y en relación con la enfermedad de Kawasaki.
• Fármacos (hormona del crecimiento, betabloqueantes, interferón, suspensión de corticoides).
• Traumatismos.
• Estrés.

 

 

Durante la infancia, la psoriasis pediátrica se presenta de distintas formas según la edad. En los menores de dos años se suele presentar en forma de psoriasis del pañal localizada o con diseminación y en los mayores y adolescentes, en forma de psoriasis en placas o en gotas.

Diferencias entre la psoriasis en los niños y en adultos

Aunque la psoriasis en los niños tiene similitudes con la de los adultos, hay algunos rasgos que la diferencian. Entre ellos que las formas clínicas son peculiares, los antecedentes familiares son frecuentes, las infecciones son el factor desencadenante y el manejo terapéutico es distinto.

Las lesiones, por ejemplo, suelen ser de menor tamaño, más finas y descamativas. Y, en muchos casos, el diagnóstico se retrasa por no ser claro. Sin embargo, el diagnóstico precoz y el manejo adecuado de esta enfermedad es de vital importancia.

Y es que la psoriasis es una enfermedad que afectará la calidad de vida del niño y que puede venir asociado a comorbilidades y conllevar problemas psicosociales.

 

 

La psoriasis en los niños se relaciona con el síndrome metabólico y el estrés

Según la Academia Española de Dermatología, el riesgo de padecer psoriasis “es directamente proporcional al de tener sobrepeso y obesidad mórbida”. El 30% de estos niños tiene síndrome metabólico, cuando la incidencia de este problema en la población general es de un 6%.

El síndrome metabólico es un conjunto de factores de riesgos cardiovasculares, derivados de la resistencia insulínica y el tejido adiposo visceral. Puede incluir alteraciones del azúcar en sangre, obesidad abdominal e hipertensión arterial. De ahí, la importancia de una “correcta evaluación y seguimiento” por parte del dermatólogo.

Estos niños, por otro lado, “tienen más riesgos de desarrollar depresión y ansiedad“. Según Raúl de Lucas, miembro del Grupo de Dermatología Pediátrica de la AEDV:

“El desarrollo temprano de la psoriasis va asociado a mayores dificultades para expresar emociones y a una personalidad más vulnerable al estrés. Todo esto hace que el tratamiento de estos pacientes sea multifactorial y esté enfocado tanto a prevenir ciertas comorbilidades como a tratar la gravedad de los síntomas y evitar el impacto psicológico de esta enfermedad”.

 

 

¿Cómo se cura la psoriasis en los niños?

Lo cierto es que es una enfermedad crónica y permanente. Pero sí se trata, aunque no existen guías clínicas estandarizadas para el tratamiento de la psoriasis en los niños. El tratamiento dependerá del grado de afectación y de cada peque. Las opciones disponibles son similares a los adultos.

“El tratamiento depende de la gravedad. Puede ir desde tratamiento tópico a tratamiento sistémico si es necesario. O incluso se puede recurrir a fármacos biológicos”, explica Mónica Roncero.

Lo que sí hay que tener en cuenta es que ese tratamiento dependerá en buen parte de la edad del menor y de sus circunstancias. Además, el abordaje es multidisciplinar y requerirá de profesionales de distintas áreas y no solo dermatología, sino reumatología e incluso psiquiatría.

Se necesita implicación por parte de la familia y un proceso de asimilación del niño puesto que tendrá que convivir con la enfermedad toda su vida. “Pero con atención individualizada y muy personalizada se puede controlar muy bien esta enfermedad”, añade Mónica Roncero. La aparición de las lesiones en la piel pueden suponer un impacto psicológico importante para el menor, sobre todo en la adolescencia.

 

 

Además, como tiene más riesgos de obesidad infantil, será necesario que estos niños hagan deporte y lleven una vida saludable para no tener sobrepeso. Además, es recomendable que no consuma alcohol ni tabaco cuando sea adulto.