Silvia Rodríguez, psicóloga: “Ganar y destruir a la expareja se convierte en una obsesión sin límites para la persona psicópata y los hijos se convierten en un instrumento para hacer daño”

Silvia Rodríguez es psicóloga especialista en dependencia emocional y sus manifestaciones, así como en víctimas de narcisistas y psicópatas. Hoy hablamos con ella sobre la ruptura de pareja con una persona con trastorno de la personalidad y cómo esto afecta de manera grave a los hijos. Estos se convierten en un instrumento más del progenitor con personalidad psicopática para hacer daño y lograr sus objetivos.

Los divorcios nunca son fáciles, incluso cuando hay acuerdo. En algunas ocasiones se producen desequilibrios, sobre todo cuando nos encontramos con que una de las partes tiene un comportamiento que hace daño a la otra. Afortunadamente no ocurre siempre. Pero sí sucede mucho más de lo deseable.

P: ¿Qué caracteriza a las personas narcisistas?

R: El narcisismo hace referencia a las personas con características del trastorno de las personalidad narcisista. Socialmente se ha comprobado un gran aumento del número de personas que en mayor o menor medida tienen estas características. Por ello se habla de sociedad narcisista o de enfermedad de nuestro tiempo. Pero no todas ellas cumplen todos los criterios diagnósticos necesarios para ser diagnosticados.

Las personas narcisistas se creen únicas y especiales, pero envidian a los demás y creen que los demás les envidian. En sus relaciones se aprovechan de los demás para sus objetivos propios

El trastorno narcisista de la personalidad se caracteriza por un patrón dominante de grandeza exagerada, la necesidad de admiración de los demás y la falta de empatía. Las personas con trastorno narcisista de la personalidad tienden a exagerar su talento y sus logros. Piensan que merecen admiración y se consideran superiores sin base real. Se creen únicos y especiales, pero envidian a los demás y creen que los demás les envidian. Y en sus relaciones se aprovechan de los demás para sus objetivos propios.

Las personas con trastorno narcisista de la personalidad suelen tener problemas en las relaciones interpersonales. Se sienten rápidamente atacadas y tratan a los demás con desprecio. Suelen reaccionar con ira cuando no se cumplen sus expectativas, tienen dificultades con lo referente a las emociones, tanto las propias como las ajenas. Son personas muy impacientes y detrás de la apariencia de solidez se dan sentimientos de inseguridad, vergüenza y miedo a que se descubra la realidad de verdadero fracaso.

Detrás de su apariencia de solidez se dan sentimientos de inseguridad, vergüenza y miedo a que se descubra la realidad de verdadero fracaso

P: ¿El narcisismo es una psicopatía?

R: No es fácil de aclarar, puesto que hay polémica en estos conceptos. Como muchos de los conceptos en psicología, depende de la teoría que más encaje en el lector y/o profesional. Según la clasificación de Alexander Lowen, la psicopatía es un grado dentro de los trastornos del espectro narcisista.

Esto no resta para que cuando se realiza un diagnóstico se tenga que cumplir con los criterios diagnósticos del manual de referencia bien CIE11 o DSM5. En ellos la psicopatía se engloba dentro del trastorno de personalidad antisocial. Es foco de críticas y polémica desde ediciones pasadas y lleva a la diferencia entre los psicópatas con carrera delictiva y psicópatas integrados. En estos no hay evidencias de comisión de delitos anteriores.

Las carencias en sus sentimientos y la mentira y el engaño patológicos son características que comparten narcisistas y psicópatas

Características como el egoísmo y el egocentrismo, la necesidad de admiración y el desprecio y manipulación de los demás para sus fines propios. También carencia de empatía, la baja tolerancia a la frustración, las dificultades para regular sus emociones. Las carencias en sus sentimientos y la mentira y el engaño patológicos son características que comparten narcisistas y psicópatas.

P: ¿Cómo se comporta el psicópata cuando tiene familia?

R: La persona con psicopatía en familia actúa de la misma forma que lo hace en el resto de su vida. Lo que ocurre es que la familia es un contexto privado, en el que existe un compromiso entre los adultos y en el que se dan unas creencias particulares que favorecen el que la relación se mantenga y que se toleren más comportamientos abusivos de los que se tolerarían en cualquier otro tipo de relación.

La familia es un contexto privado que favorece que se toleren más comportamientos abusivos de los que se tolerarían en cualquier otro tipo de relación

La familia para la persona con psicopatía representa un añadido positivo a su imagen pública. Representa una prolongación de su persona, la fuente por excelencia de la obtención de sus necesidades de atención, cuidados, admiración y trato especial. En la familia el o la psicópata cree que puede actuar impunemente y sin límites pero escondiendo y tapando los comportamientos egoístas y abusivos de cara al exterior.

Es evidente que este desequilibrio entre los miembros no surge de forma natural, sino que lo consigue con el control y el autoritarismo, es decir por imposición con métodos de mayor o menor sutileza, es decir desde el abuso físico hasta el psicológico y emocional.

La pareja del psicópata suele aguantar mucho y muchas veces sin poder proteger a los hijos de estos comportamientos

La pareja del psicópata suele aguantar mucho y muchas veces sin poder proteger a los hijos de estos comportamientos, agotadas por su propio desgaste y por la creencia prioritaria del bienestar de los hijos. Está muy extendida la idea de que los niños necesitan a un padre y a una madre. Esta creencia no es mala o disfuncional, solo que le falta un pero o una concreción. Y es que la presencia de los progenitores no es lo único necesario, lo más importante es que los dos progenitores estén cuando los dos aportan y no cuando restan.

Está muy extendida la idea de que los niños necesitan a un padre y a una madre. Lo más importante es que los dos progenitores estén cuando los dos aportan y no cuando restan

P: ¿Cómo es con su pareja y con sus hijos?

R: La pareja es el objetivo principal de todo/a psicópata porque es la persona elegida para cubrir sus necesidades. Como son la imagen social, la persona con la que crea proyectos de futuro, es la que le tiene que cuidar, que proveer de todo lo que el o la psicópata desea, y mientras todo esto se dé, la pareja funciona más o menos bien.

¿Qué es lo que ocurre cuando llegan los hijos? Pues que la atención de la pareja se tiene que dividir, el psicópata deja ser el centro de atención y cuidados de su pareja y esto no lo sabe gestionar, esto lo vive mal, como un abandono. Es habitual observar que se da envidia del psicópata hacia los hijos.

El nacimiento de los hijos suele representar un cambio muy negativo, abrupto y sin retorno en la relación con un o una psicópata

Por otro lado, tampoco sabe llevar la pérdida de atención y cuidados por parte de la pareja que ahora se tiene que ocupar de un bebé que le reclama. Como los/as psicópatas carecen de capacidad para responsabilizarse de las cosas, culpará a la pareja de tal distanciamiento y así comienza el proceso de degradación y destrucción que afectará a toda la familia. El nacimiento de los hijos suele representar un cambio muy negativo, abrupto y sin retorno en la relación con un o una psicópata.

P: ¿Cuál suele ser la reacción de una persona así cuando se enfrenta a una ruptura y hay hijos de por medio?

R: El y la psicópata lo que pretende es ganar y hacer el mayor daño posible a la pareja que siente que lo/a abandona. Intenta destruir a la pareja, por encima de todo, sin tomar en cuenta las consecuencias que tendrá en los hijos. La carencia de empatía y la falta de remordimientos no cambia para con los hijos.

La pérdida de control sobre la familia y los sentimientos negativos que representan esta pérdida para un/a psicópata hace que el deseo de destruir a la expareja sea su principal objetivo. Desean que la pareja no pueda progresar; que sufra y se hunda; que se quede sola sin apoyo ni ayuda es su principal objetivo.

Ganar y destruir a la expareja se convierte en una obsesión que puede durar años e incluso décadas y en la que los hijos se convierten en un instrumento 

En la mayoría de casos ganar y destruir a la expareja se convierte en una obsesión que parece no tener fin ni límites y que puede durar años e incluso décadas y en la que los hijos se convierten en un instrumento para dañar a la expareja.

P: Y sin embargo es habitual que los hijos se posicionen del lado del progenitor manipulador… ¿Por qué acaban prefiriendo al progenitor psicópata?

R: Los hijos suelen elegir al progenitor psicópata porque han vivido todo un largo proceso de manipulación. El psicópata o la psicópata ha ido secuestrando a los menores emocionalmente. Es decir, ha ido implantando su propia versión negativa sobre la pareja y sus emociones en los menores en beneficio propio. Los ha ido aleccionando en lo que se puede o no sentir y mostrar. Y esto, continuado en el tiempo, se integra y se expresa como propio.

Los hijos suelen elegir al progenitor psicópata porque han vivido todo un largo proceso de manipulación. Esto continuado en el tiempo se integra y se expresa como propio

El proceso de manipulación, generalmente, no tiene su inicio a la vez que el proceso de divorcio sino mucho antes. El grado de desgaste personal, de agotamiento y la indefensión en la pareja del o de la psicópata están presentes. Han ido generando un distanciamiento con los hijos, en favor de la credibilidad de la imagen desvalorada y desprestigiada que ha ido creando el psicópata de su pareja. Así que los menores tienen una visión muy distorsionada y manipulada de ambos progenitores. Y terminan por elegir o preferir el que más les aporta o más éxito tiene.

P: ¿Qué es el Síndrome de Alineación Parental (SAP)?

R: El síndrome de alienación parental fue descrito por el psiquiatra estadounidense Richard Gardner en 1985, pero sin una investigación exhaustiva que lo avale, sino más bien basado en su experiencia personal.

El SAP se trata de un conjunto de síntomas en los menores que surgen de la manipulación de uno de los progenitores, influyendo sobre el pensamiento del menor y que tiene la intención de destruir la relación con el otro progenitor. Esta manipulación es constante y termina por provocar en los menores el rechazo al otro progenitor. El SAP es una forma de maltrato infantil y está siempre presente en el proceso de divorcio con un psicópata.

Cuando la ruptura o divorcio se hace de un psicópata siempre se da este tipo de manipulación a los hijos. En muchos casos se podría hablar de violencia vicaria

A mí en particular no me gusta usar esta terminología, por la implicación que tiene su uso histórico y las deficiencias científicas. Por lo que considero importante hablar de esto y poner claridad sobre el asunto ya que es un término que se sigue utilizando y que los usuarios utilizan.

Aprovecho y remarco que cuando la ruptura o divorcio se hace de un psicópata siempre se da este tipo de manipulación a los hijos. No tiene su inicio en el momento de la separación sino con bastante anterioridad y es basada en la necesidad de ganar a la futura expareja y provocarle el mayor daño posible. En muchos casos se podría hablar de violencia vicaria.

P: ¿Qué consecuencias tiene para los hijos esta actitud manipuladora de uno de los progenitores?

R: Cuando los hijos son criados en la manipulación, sin libertad para ser, pensar o sentir, uno aprende a depender de los demás, no se forma un sano autoconcepto. La autoestima será deficitaria afectando negativamente en sus relaciones futuras, y en su regulación emocional.

P: Por su experiencia, ¿puede la otra parte, la persona no psicópata, hacer algo?

R: Cuando se llega al punto de la separación o divorcio suele ocurrir tras años de múltiples oportunidades de cambio, con idas y venidas en la relación. Hay un agotamiento elevado, además de emociones y sentimientos negativos sobre sí mismo en la pareja del psicópata. Bien, llegado el momento y con todas estas circunstancias en contra hay que sacar fuerzas de lo más profundo. Comenzar a tomar el control en lo que se había perdido y dirigirlo a lo que es urgente, que es la relación con los hijos.

La confianza con los hijos y la credibilidad están muy deterioradas a la altura del divorcio si no se había tomado consciencia antes del perfil de pareja

La confianza con los hijos y la credibilidad están muy deterioradas a estas alturas si no se había tomado consciencia antes del perfil de pareja, y hay que reconstruirlas. Es momento de empezar a desmontar las severas manipulaciones vertidas en su contra. Y ponerle nombre a tales comportamientos de manipulación para recuperar la intimidad, confianza y seguridad en la relación con los hijos. Es importante resaltar que la edad de los hijos y el grado de madurez va a determinar el tipo de actuaciones e información que se ha de manejar.

P: ¿Cómo podríamos reconocer que estamos en una espiral de este tipo?

R: Cuando estando en pareja, uno no se siente bien. Tiene la sensación de estar acompañado pero en soledad. Siente que en su propia familia o pareja se le desprecia y nada de lo que haga o diga tiene valor, que su esfuerzo nunca es suficiente. Cuando siente que la culpa de todo lo malo siempre termina sobre su persona.

O que los demás tienen vida propia pero el o ella sólo está estancada/o y bloqueado/a. Además, aparecen problemas en los patrones de sueño y/o alimentación, nerviosismo o ansiedad, agotamiento físico y emocional. Es momento de plantearse dónde se está y qué nos está ocasionando esta sintomatología.

Muchas veces a la pareja de la persona psicópata le entran dudas sobre uno/a mismo/a y la parte de responsabilidad en los problemas de pareja. Hay que pedir ayuda profesional

Muchas veces en este momento entran dudas sobre uno/a mismo/a y la parte de responsabilidad en los problemas de pareja. Ese es el momento de pedir ayuda profesional y no dejar pasar las señales que se están dando. Con mucho más motivo si los síntomas no son la primera vez que aparecen o ya está afectando a tus hijos.

P: ¿Qué recomendaría?

R: Todo depende del momento en que se produce la toma de consciencia. Lo que recomiendo para poder prevenir y actuar a tiempo es el trabajo personal sobre el autoconcepto.

Cuando una persona tiene un autoconcepto sano es más probable que detecte los abusos, no los justifique y termine poniendo los límites adecuados. No sólo esto, sino que si en un progenitor hay un buen ajuste y coherencia en los límites personales, es el modelo que reciben los hijos. Es muy posible que se dé un aprendizaje implícito en ellos y reproduzcan el mismo patrón.

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