¿Cuáles son los primeros auxilios en caso de un accidente automovilístico con niños?

¿Has recibido alguna vez un curso de Primeros Auxilios? Creo que son fundamentales cuando aumenta la familia con un bebé. Hoy 10 de septiembre, Día Mundial de los Primeros Auxilios, recordamos que saber actuar frente a imprevistos, sabiendo que la mayoría de accidentes ocurren en el ámbito familiar, es de vital importancia.

Por ejemplo, saber cómo atender en primera instancia una herida, un golpe fuerte, un atragantamiento o una crisis convulsiva. Estoy segura de que te sorprenderías al darte cuenta de la mayoría de creencias antiguas que nos poseen. Y te voy a iluminar:

¿Qué crees que hay que hacer cuando sangra la nariz? Ahá. En este momento te estás visualizando tumbada en el banco del final de tu clase con un dedo apuntando al cielo y esperando que caiga un rayo para que corte la hemorragia. ¿Y si tu peque se atraganta? Tu instinto te dice que juegues a pescar dentro de su boca pero es justamente lo que no hay que hacer.

Vale, pues ahora imagínate si algo ocurriera dentro de un vehículo en marcha. No solo no puedes reaccionar rápidamente sino que ponerte nerviosa al volante sería hasta contraproducente.

Primeros auxilios en caso de un accidente automovilístico con niños

Dentro del coche hay tres máximas que deberíamos grabarnos a fuego para con los más pequeños:

1. Llevar un sistema de retención infantil (a contramarcha si existe la posibilidad y sí, existe, más allá de los 25 kilos) bien anclado y bien utilizado (arnés perfectamente ajustado).
2. No dejar elementos sueltos por el coche (para eso tienes un maletero).
3. No comer en el coche.

Has leído bien. Si algo sale del coche cuando se hace una limpieza son migas. Sé que el consabido cacho de pan antes de llegar a casa calma a las fieras. Sé también lo necesario que es entretenerles en algunos casos. Por eso me parece importante dar el aviso. Eh, ¿has pensado en qué harías con un atragantamiento mientras circulas por la autovía? Tienes cuatro minutos para solucionarlo. En esos cuatro minutos que el cerebro está sin recibir oxígeno, se puede dañar de manera irreversible.

Ten en cuenta que en la mayoría de los casos los peques están semi recostados con una inclinación apropiada para poder dormirse sin que caiga la cabeza hacia adelante. Llevan un arnés sujetándoles el cuerpo y si está bien colocado, no pueden incorporarse ni despegar la espalda del respaldo de la silla.

Cuando te atragantas, instintivamente echas el cuerpo hacia adelante para poder toser o sacar aquello que te está obstruyendo las vías pero si no puedes, eso se convierte en una agonía. Y en una situación en la que no vamos a poder reaccionar rápido, sería conveniente evitar un posible desenlace desagradable. 

¿Y qué pasa cuando ocurre un accidente?

Cuando ocurre un accidente y hay que esperar a los sanitarios o personal de seguridad, es importante seguir el protocolo P.A.S.: Proteger, Alertar, Socorrer.

Hay que proteger la zona y protegernos a nosotras mismas (colocarte el chaleco amarillo por ejemplo, vigilar por dónde circulas, mantener la calma). Hay que alertar a los servicios de emergencia, al tiempo que comienzas con la fase de “socorrer”.

Y cuando estamos en la fase de socorrer, hay que comprobar si el peque respira, si está consciente, si tiene pulso. A esto se le llama valoración primaria, y se trata de determinar la gravedad del asunto en primera instancia.

Después llega lo que se llama la valoración secundaria. Aquí hay que revisar todo su cuerpo desde la cabeza hasta los pies, dejando para el último lugar las extremidades (ya que los impactos o heridas en cabeza, cuello, tórax y abdomen son, posiblemente, de mayor gravedad).

Todo esto, que parece un proceso largo pero que dura escasos minutos, sería necesario hacerlo sin sacar al peque del coche. Y aquí viene lo difícil. ¿Cómo dejas a tu bebé llorando sujeto a la silla? Lo sé. Pero tú piensa que está llorando. Eso es bueno seguramente. Muy bueno.

Para que esto te resulte más fácil, observa si su silla puede sacarse del coche sin tener que desabrochar al pequeño. Si no puedes y el habitáculo está aparentemente fuera de peligro, no es tan imprescindible, pero si el coche ha quedado en mal estado o huele a gasolina, es mejor tratar de alejarse de la zona.

Cómo prevenir lesiones graves

Siempre digo que no podemos controlarlo todo, es imposible. Pero hay cosas que sí están en tu mano para minimizar los riesgos, y no veo ninguna excusa para no llevarlas a cabo:

• Asegúrate de que tu bebé viaja a contramarcha el máximo tiempo posible con una silla bien instalada. Aprende a hacerlo. En los centros especializados te la instalan, pero no dejes de aprender, porque no siempre estarán ahí para ayudarte. Es importante que aprendas a manejar y a instalar el dispositivo que has comprado.
• Conduce con prudencia, utiliza bien los elementos de seguridad. Si tú no estás a salvo, tu bebé tiene menos posibilidades de que luego puedas ayudarle.
• Asiste a un curso de primeros auxilios.
• Incluye un botiquín en la guantera del coche.

Y recuerda que aunque nunca llegue a ocurrir, nunca está de más aprender a salvar la vida a alguien. No sé si hay mayor satisfacción. Si tenéis dudas al respecto de la seguridad de vuestros peques, os espero en la Tribu CSC. ¡Feliz viaje familias!