Semana Europea de la Crianza en Brazos: Cómo y cuándo comenzar a portear a tu bebé

Este post se publicó originalmente el 06/10/2021 y ha sido actualizado en fecha 01/10/2024

¿Cómo portear a tu bebé? ¿A partir de qué momento? ¿Qué sistema es el más adecuado? Hoy contestamos a todas esas preguntas en el marco de la Semana Europea de la Crianza en Brazos.

¿Cuándo se puede empezar a portear a un bebé?

Una duda muy habitual de las familias que acaban de tener un bebé (o que están a punto de tenerlo) es si se puede portear a un bebé recién nacido. La respuesta es: Sí, por favor. No sólo se puede, sino que os lo recomiendo muchísimo.

Hace años se hablaba de que el portabebé más apropiado para un recién nacido era el fular. Esto era porque las mochilas ergonómicas no cumplían con los requisitos básicos para cuidar la posición de los más pequeños y las posibilidades eran más reducidas. Pero hoy en día el mercado pone a nuestra disposición multitud de posibilidades.

Así que a la pregunta de:

¿Cuál es el mejor portabebé para portear a un bebé recién nacido?

La respuesta es:

• El que consiga mantener la posición natural del bebé en su momento del desarrollo (espalda ligeramente curvada, rodillas por encima del culete y sostenido por el cuerpo del adulto y el propio portabebé)
• El que se adapte a las necesidades físicas del adulto, teniendo en cuenta su forma y posibles dolencias.
• El que se adapte a las destrezas del adulto o adultos que lo van a utilizar. No a todo el mundo le resulta fácil utilizar un fular por ejemplo. Así que en este caso, la típica afirmación de que los fulares son mejores para los recién nacidos, aquí pierde peso.

Las características físicas de un bebé son muy claras. Acaba de salir de la barriga en la que tenía una posición fetal. Fuera, puede estirarse si quiere, pero cuando lo coges en brazos y lo pones en tu pecho, adopta una posición muy característica. Esa es la misma posición que debe respetar un portabebé. Y debe respetarla siempre también para mantener el centro de gravedad del adulto en su sitio y no obligarle a adoptar posiciones poco aconsejables.

Conforme el bebé crece, comienza a controlar su cuerpo, primero sosteniendo la cabeza, fortaleciendo la dorsal, etc. Observarás que su posición varía un poquito poniendo su espalda más recta cuando está despierto, queriendo sacar brazos (y por tanto que la tela no le sujete tan cerca de la nuca) y moviéndose más. Las necesidades cambian y la forma de porteo un poquito también, pero los mínimos se mantienen por los motivos que comentábamos antes. El respeto al cuerpo del bebé y del adulto.

¿Qué portabebés existen para esta etapa?

En el Curso de “Porteo en la vida real” (que os adjunto más abajo) los explico todos y enseño a utilizarlos, pero me gustaría enumerarlos porque hoy en día son bastantes las posibilidades:

• Fular elástico o semielástico. Soportan entre seis y ocho kilos en realidad y te permiten sobre todo hacer el preanudado, que es un nudo que se utiliza al principio para el que no necesitas tener al bebé en brazos mientras te lo colocas. Una vez has terminado, pones al bebé en el fular. Tardas unas cuantas veces en dar la tensión apropiada a la tela pero cuando le has cogido el tranquillo, se convierte en un portabebé muy gustoso y que te protege la espalda gracias a quedar cubierta por la tela.
• Fular rígido. Es un tejido que no cede pero sí se adapta de una forma increíble. Hay de diferentes calidades y grosores. También distintas medidas para poder hacerte nudos diferentes según la necesidad y la edad de tu bebé. Es algo más técnico, seguramente necesitarás que alguien te enseñe a usar y luego dedicarle tiempo a la práctica, pero si te gusta, acabarás como la mayoría de quienes hemos porteado con este sistema, una colección de preciosos fulares en casa.
• Bandoleras. Del mismo tipo de tejido que el anterior pero con dos anillas cosidas en un extremo. Es un sistema de porteo asimétrico perfecto para recién nacido, bebés con ciertas dificultades del tipo displasias, pies zambos, etc. y también para peques más mayores que suben y bajan muchas veces de tus brazos.
• Híbridos. Son como fulares pero con unos sistemas de anillas como los de la bandolera que te facilita la colocación si no te gusta arrastrar tela por el suelo con el fular. Son elásticos por lo que su duración será como los fulares elásticos o semielásticos.
• Mochilas ergonómicas. Para estas edades son mochilas evolutivas que se pueda reducir su panel al máximo para adaptarse a un bebé chiquitito. Las más apropiadas son las que están confeccionadas con tela de fular rígido.

Para terminar, me gustaría recordarte que un portabebé está para ayudarte con el peso de tu bebé. Para hacerte la crianza más fácil. En la Tribu CSC tenemos un grupo en exclusiva para hablar de esto y no sólo ayudamos a que elijas el mejor portabebé para tu caso sino también para aprender a utilizar el que ya tienes si es el apropiado. ¿Te animas? También podrás consultar todas tus dudas a nuestro equipo de expertos. 

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