¿Puede un niño o niña con cardiopatías hacer deporte?

Si alguna vez te has preguntado si un niño o niña con cardiopatías puede hacer deporte, la respuesta es sí. El deporte en la infancia tiene efectos beneficiosos a todos los niveles. Hoy os hablamos del binomio niños con cardiopatías y deportes. Y os explicamos qué deportes pueden practicar y cuáles no.

¿Niños con cardiopatías y deporte? ¿Pueden? “No solo pueden, sino que deben”, responde rotundamente nuestra fisioterapeuta Marta Saeta (a la que podéis encontrar en la Tribu CSC asesorando sobre fisioterapia en el embarazo, el posparto y en la infancia). 

El deporte en la infancia tiene beneficios a todos los niveles, tanto físico como psicológico, emocional y social. Y tiene un impacto directo en la salud. “El ejercicio físico puede hacer que el miocardio (músculo del corazón) se fortalezca”, dice nuestra experta.

Aunque sí es cierto que hay que tomar ciertas precauciones, entre ellas, una valoración médica para adaptar el ejercicio físico a cada menor con cardiopatías. 

Los beneficios del deporte para los niños

Antes de adentrarnos en los niños con cardiopatías y el deporte, hay que resaltar y enumerar los beneficios del deporte durante la infancia:

• A nivel físico, previene la obesidad y disminuye la tensión arterial. Eleva el colesterol bueno y la agilidad, y previene el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. 
• Desde un punto de vista psicológico, reduce la ansiedad y la depresión en los niños y niñas, mejora el sueño infantil, se obtiene mejor rendimiento escolar y aumenta la autoestima, además de ser vehículo para el control de las emociones. 
• Por último, permite que mejoren las relaciones sociales (tan importantes sobre todo en la adolescencia) y el compañerismo; incide en el concepto de solidaridad y reduce las conductas de riesgo como, por ejemplo, el consumo de alcohol o el tabaco durante la juventud. 

 

 

¿Es bueno restringir el deporte en los niños cardiópatas?

Ya lo hemos dicho antes, no. No hay que limitar la práctica deportiva a los menores con cardiopatías. De hecho, si la familia o el entorno de los niños lo restringe, es posible que el menor caiga en el sedentarismo, que conlleva más probabilidad de desarrollar factores de riesgo vascular como diabetes tipo 2, obesidad y dislipemia. 

En general todos los niños y niñas, tengan cardiopatías o no, deberían practicar deporte precisamente para evitar que de adultos sufran enfermedades relacionadas con el sedentarismo. La OMS recomienda actividad física moderada o vigorosa durante al menos 60 minutos al día. Y esa actividad no tiene que ser competitiva necesariamente. De hecho, se pueden aprovechar los momentos de juego y diversión para practicar deporte.   

Pero sí es necesario realizar una valoración médica para establecer cómo ha de ser la relación entre los niños con cardiopatías y el deporte. “Antes de empezar con el ejercicio físico, los niños con cardiopatías tienen que hacer una prueba de esfuerzo controlada por su cardiólogo/a“, precisa Marta Saeta. 

 

 

Según la Asociación Española de Pediatría (AEPED), la valoración médica incluye:

• La anamnesis que es una cuestionario con preguntas.
• Una exploración física.
• Pruebas diagnósticas concretas (electrocardiograma, Holter o prueba de esfuerzo). 

Según la Fundación Española del Corazón, cada año nacen en España 4.000 niños con cardiopatías congénitas. La detección precoz ha permitido que el 85% llegue a la edad adulta (en los 80 ese porcentaje era de apenas el 20%). Desde esta Fundación destacan que estos niños y niñas han de llevar un vida “lo más normal posible” y que la práctica de deporte es recomendable siempre y cuando sea controlada. 

Niños con cardiopatías y deporte: ¿Qué actividad elijo?

En general y “siempre que estén controlados” los niños con cardiopatías pueden practicar cualquier deporte. En nuestro blog puedes encontrar opciones deportivas según la edad: para menores de cinco años y para niños y niñas de 5 a 12 años. No obstante, nuestra experta Marta Saeta sí aclara que se suele recomendar “evitar el deporte competitivo por el esfuerzo que supone”. 

También es buena idea en los niños con cardiopatías y deporte que se eviten las actividades de contacto en aquellos pacientes que tomen medicación anticoagulante para evitar hemorragias y hematomas.

 

 

¿Y qué ocurre con los niños más pequeños? Las pruebas se realizan cuando llegue a la edad de hacer deporte y “adaptadas a su edad”.

¿Qué precauciones hay que tomar?

La Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas cuenta con una guía clínica en la que se recogen los diagnósticos, seguimiento y recomendaciones deportivas para los niños y niñas con todo tipo de cardiopatías. 

Está dirigida a profesionales sanitarios de atención primaria y de centros especializados que ofrecen servicios médicos deportivos. El objetivo es ser “una herramienta” para la protección de los niños y adolescentes deportistas mediante la detección precoz de la patología cardíaca en los menores “que comienzan a practicar actividades físico-deportivas”. 

La guía recoge información sobre qué deportes se pueden practicar y cuáles no dependiendo de la afección: valvulopatías, cardiopatía isquémica, miocardiopatías, miocarditis, hipertensión arterial, etc. Y establece que los controles deberían repetirse como mínimo cada dos años.