Las manchas blancas en las uñas: ¿Falta de calcio?

Artículo publicado el 25 Ene 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 12 abril, 2023

Una de las creencias más extendidas es que las manchas blancas en las uñas son una señal de falta de calcio. Sin embargo, no es así. La causa más común de que aparezcan esas manchitas son golpes en la base que pasan desapercibidos en el momento pero que luego, al crecer las uñas, se van desplazando y se hacen visibles, hasta desaparecer.

Es una cuestión que afecta a muchos pequeños, sobre todo cuando empiezan a caminar y a explorar el mundo. ¿Los golpes son la única razón? No, hay más. A veces son reflejo de una infección local o sistémica o algunas enfermedades. Pero no tienen relación con el calcio, una creencia muy extendida. Por lo general, las manchas son inofensivas.

¿Qué significan las manchas blancas en las uñas?

Las uñas están formadas principalmente de queratina y otras proteínas. Unas uñas sanas suelen ser lisas, uniformes en color y en consistencia, y sin manchas. En el caso de las uñas de los bebés recién nacidos son blanditas, cortitas y pegadas a la piel, aunque crecen rápidamente. A medida que lo peques van cumpliendo meses se irán haciendo más fuertes (y seguramente tendremos que estar atentos a otras cuestiones, ¡como que no se las muerdan!).

 

 

Las manchas blancas en las uñas se conocen como leuconiquia, una palabra que procede del griego, de las palabras Leuko (blanco) y onyx (uña). Como digo, en la mayoría de casos son inofensivas y van desapareciendo por sí solas. Pero también existen de distinto tipo:

• Las que responden a un daño o una herida en la matriz.
• Las que aparecen por cambios en el lecho ungueal (la piel que se encuentra debajo de la uña).
• Las hay punteadas, longitudinales o manchas que decoloran toda la uña (y que pueden estar relacionada con una cuestión genética o un efecto secundario de ciertos antibióticos).

¿Por qué salen esas manchas?

Al igual que el pelo o la piel, las uñas dan señales del estado de salud de una persona. Insisto en que la principal causa son los golpes, y es muy probable que el peque ni se haya dado cuenta. ¿Cuántas veces nos pasa a los adultos? Nos damos un golpe y no prestamos atención porque tenemos prisa o estamos distraídos… Y más tarde nos vemos un morado en la pierna o un arañazo en la piel de la mano. ¡Imaginad ellos, que están descubriendo el mundo! Pero los golpes no son las únicas razones.

 

 

Lo del calcio está muy extendido pero no es uno de los motivos por los que salen las manchas. En casos muy concretos, por ejemplo en casos de niños muy mal nutridos o con hemodiálisis, esas manchas pueden salir por falta de nutrientes, vitamina A y B6 o proteínas. Pero, insisto, que un niño no “coma bien” (por ejemplo, le guste poco la fruta) no significa que vaya a sufrir un déficit de este tipo.

La alteración de las uñas y la manchas, sobre todo las más grandes, sí puede estar relacionada con el zinc, que cumple un papel muy importante en el organismo. Se trata de un mineral cuya función es la de ser catalizador de diversas reacciones químicas de nuestro cuerpo, entre ellas:

• Mejora y equilibra el sistema inmunológico.
• Regula la producción de grasa y contribuye a la buena salud de la piel.
• Estimula la regeneración de tejidos.
• Es de vital importancia para el crecimiento de los niños.

También se relaciona un aspecto más blanquecino del lencho ungual con la falta de hierro (anemia).

La aparición de manchas blancas en las uñas también puede estar relacionada con algunas enfermedades como la psoriasis o síndromes hereditarios. O pueden indicar problemas de insuficiencia renal o del hígado. No obstante, no es lo más habitual y menos en menores.

 

 

Las uñas, por lo demás, sí pueden sufrir las consecuencias de otras infecciones víricas como el síndrome boca-mano-pie. En este caso, de cuatro a seis semanas después de la enfermedad es posible que a algunos niños se les caiga alguna uña (de manos o pies) por lo que se conoce como onicomadesis. También es posible que aparezcan unos surcos amarillentos trasversales (líneas de Beau) que irán desapareciendo.

En los adultos, el uso de esmaltes de uñas o la exposición a determinados detergentes también pueden provocar la aparición de manchas blancas en las uñas.

Trucos para mejorar la ingesta de zinc y hierro

En la mayoría de casos (afortunadamente) las manchas blancas en las uñas de los peques no deben ser motivo de preocupación. Es decir, no hay que hacer nada. Pero sí podemos contribuir a que el zinc y el hierro no sean un motivo para que nuestros hijos tengan las uñas débiles (y se multiplique la posibilidad de que aparezcan manchas porque no sean fuertes).

 

 

Para hacerlo, debemos ofrecerles alimentos que contengan esos nutrientes que les pueden estar faltando:

• Zinc: La mayor parte de los alimentos ricos en zinc son de origen animal, como la carne, el pescado y los productos lácteos. No obstante, las legumbres, los cereales integrales y los frutos secos también. De hecho, las almendras son una buena fuente de origen vegetal porque son uno de los frutos secos que más zinc aportan (3,3 miligramos por cada 100 gramos). El consumo de las proteínas y la vitamina C favorecen su absorción. En cambio, el ácido oxálico (que se encuentra en vegetales como las espinacas o frutas como las frambuesas) y el ácido fítico la disminuyen. En el caso de las legumbres y los cereales hay que tener en cuenta que es muy importante el proceso de preparación porque ahí se encuentra la clave para absorver mejor este oligoelemento: en remojo, cocinados, germinados, fermentados…
  

 

 

• Hierro: Junto al zinc, es otro de los minerales necesarios para el crecimiento y desarrollo del cuerpo. Nuestro organismo los utiliza para fabricar hemoglobina y mioglobina, que son claves para la llegada del oxígeno a los pulmones y los músculos. Hasta los seis meses los bebés reciben suficiente hierro a través de la lactancia materna (o mixta). Luego, hay que subrayar que los alimentos más ricos en hierro son las carnes, vísceras, pescados y mariscos. También encontramos hierro en las legumbres, los cereales, frutos secos y verduras (en especial las verduras de hoja verde) y también en la yema del huevo.

Observar las uñas de nuestros hijos, al igual que la piel o el pelo, es una buena forma de comprobar su salud. Pero si tenéis alguna duda siempre podéis acudir a los profesionales de la Tribu de Criar con Sentido Común, expertos muy actualizados en su campo y que os ayudarán en el camino de la crianza.

 

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