Princesas y superhéroes: Los estereotipos de género en los que nunca me fijé hasta que fui padre

No te fijas en la existencia de estereotipos de género en la infancia hasta que no eres padre. Aquí ya tengo mi primera autocrítica: ¿No debería importarnos esta cuestión mucho antes? ¿No es en este tipo de cosas donde se sientan las bases para una verdadera igualdad en el futuro? Sospecho que así es y, en consecuencia, me temo que las siguientes generaciones van a seguir muy sesgadas en lo que a igualdad y estereotipos de género se refiere. Ahora veréis por qué lo digo. 

Al convertirte en papá comienzas a analizar con más detalle estas cosas y te percatas de cómo es la música, el lenguaje o las imágenes que se utilizan para promocionar una determinada actividad, evento o juguete, en función de si el vendedor ha decidido orientarlo a niños o niñas. 

Aquí mi primer enfado: ¿Realmente es necesario que me predispongas? Y lo que es peor: ¿Es necesario orientar a los más pequeños sobre lo que desean hacer y cómo deben hacerlo?

¿Cómo se relacionan los estereotipos de género con el desarrollo del niño?

Mi sensación es que las chicas ‘comen’ terreno a los chicos en la representación de ciertos roles, pero al contrario parece impensable. Dicho más claro: veo niñas representadas de policía en los embalajes de los juguetes, pero ni rastro de un niño maquillándose en un tocador de juguete.

Para certificar esta impresión, realicé una pequeña encuesta de campo y he acudido a algún informe que analiza la cuestión. Para el trabajo de campo cogí a varios amigos (ojo, mamás y papás) y les puse en situación: ¿Compraríais un disfraz de princesa a vuestro hijo (niño) para los próximos carnavales? Ninguno dijo que sí. Y si él nos lo pide, ¿sería correcto o incorrecto hacerlo? Tenemos mucha falta de información al respecto y no sabemos cómo gestionar este tipo de situaciones. Y probablemente este sea uno de los problemas.

Sin embargo, sí veo (pequeños) pasos en la dirección contraria. Si mi hija Paula me pide un disfraz de futbolista para esos mismos carnavales, lo haría sin problema. Todos estaban de acuerdo en lo beneficioso de promover esta acción. ¿A qué se debe? Al adentrarme en algún informe confirmo mi trabajo de campo en las mencionadas tiendas, y las sensaciones que me habían transmitido mis amigos. 

Princesas y superhéroes: ¿Qué estereotipos surgen en la infancia?

El trabajo “Princesas y superhéroes: análisis del sexismo publicitario en campañas de juguetes”, de María Isabel Menéndez Menéndez, profesora titular de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la Universidad de Burgos (España), ha analizado la publicidad de juguetes en Navidad en España en el año 2019. Algunas conclusiones:

• Las niñas son más comunes en anuncios en solitario (representación de lo femenino como valor estético).
• Hay profesiones feminizadas de forma más común, representadas sólo por niñas, como pueden ser profesiones de peluquería y estética.
• Ellas comienzan a aparecer en profesiones tradicionalmente masculinas, como piloto o policía.
• Ningún niño es contextualizado en tareas o espacios convencionalmente femeninos.
• A nivel de lenguaje verbal se utiliza un tono enérgico para ellos y dulce y suave para ellas.
• Se utilizan acciones activas para los varones, como “lanza o construye” y fórmulas pasivas para niñas, como “mira o escucha”.
• En el caso de los catálogos, el informe detecta una evolución positiva al reflejar niños (solos y acompañados) en labores de cuidado, por ejemplo acunando bebés.
• En esos casos, el rosa desaparece para representar niñas, pero no se usa para los niños.

Todas estas conclusiones, que puedes ampliar en este interesante análisis, vienen a confirmar ese pequeño cambio cultural hacia una aceptación de las niñas (ligeramente) en supuestos roles masculinos. Pero, al contrario, se antoja difícil encontrar representados niños en roles tradicionalmente femeninos. 

De hecho, como padre, me resultaría más difícil resolver el dilema de mi hijo queriendo ir de princesa Disney a la mencionada fiesta de carnavales, que el de mi hija queriendo ir de vikingo. Mientras que para lo segundo no habría problema, lo primero me generaría un gran debate interior. 

El lenguaje: Lo peor

Donde más he notado el estereotipo de género es en el lenguaje y en el tipo de acción que promueven las actividades o juguetes, en función de si están supuestamente orientadas a niños o niñas. 

Si se trata de una actividad para niña, se utilizan muchos diminutivos. Si se trata de una actividad supuestamente para ellos imperan adjetivos superlativos. Haced la prueba y chequearlo, porque es realmente curioso. Lo veréis en juguetes, pero también en parques temáticos o cualquier otra actividad o evento. “Cochecito, Cocinita, Litlle…” son usados para atraer a público femenino. Los productos para ellos son “Multi, Super, Mega o Extreme…”. 

Otro estereotipo de género muy presente me resulta también muy sorprendente. Llevamos muchos años tratando de promover una mayor presencia de la mujer en carreras denominadas STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics). De hecho, hay muchos juegos y juguetes científico-tecnológicos que promueven el interés unisex en estas áreas. Sin embargo sería mucho más sencillo trabajarlo desde la base, con políticas activas que promovieran una verdadera igualdad en los juguetes. 

Pongo el ejemplo de los juguetes porque es el más fácil de comprobar por vosotros mismos. La mayoría de lo relacionado con la tecnología, la robótica o lo interactivo es para ellos. Cualquier cosa por control remoto lo lleva un niño. Y, al contrario, un niño no puede tener su “Primer diario”. Eso está reservado para ellas.

Si quieres más información o necesitas asesoramiento para criar y educar de forma igualitaria a hijos e hijas, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos en educación positiva y crianza respetuosa.