¿Cómo será mi bebé? Creo que es una de las primeras preguntas que asaltan a cualquier mujer embarazada desde que le confirman que, efectivamente, va a tener un bebé. Es una de las primeras preguntas…
¿Puede nacer un bebé negro de padres blancos? ¿O al revés? Es más: ¿pueden nacer mellizos, uno negro y otro blanco? Sí, y así lo demuestra el curioso caso de Chantelle Broughton, de Nottinghan, en Reino Unido. La mujer de 29 años ha dado a luz a mellizos muy diferentes. Un niño blanco con ojos verdes y una niña negra con ojos oscuros. ¿Cómo es posible? Pues la genética parece que tiene su explicación.
Según ha declarado la mujer a la revista Daily Mail, la gente le pregunta si los dos hijos son suyos. Y lo cierto es que, aunque es raro, sí es posible. De hecho, Lluis Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnología especializado en el estudio de variaciones genéticas que producen enfermedades raras como el albinismo, ayuda a responder a esa pregunta en MalditaCiencia: “La respuesta breve es sí. Matización: es muy improbable pero no imposible.”
¡Sorpresa!
Los expertos aseguran que es un capricho de la genética y solo se da un caso entre un millón. Resulta que, en este caso, la mujer tiene un abuelo nigeriano y el padre de los mellizos es mitad escocés y mitad jamaicano. Esta mezcla es la que ha provocado este fenómeno.
Al nacer los bebés no eran tan diferentes, pero según asegura la madre, poco a poco, Azirah, la niña, empezó a tener una tez cada vez más oscura. Además, según subraya, los bebés son muy diferentes en cuanto a carácter y forma de actuar. Dos mellizos totalmente distintos tanto por dentro como por fuera.
Tal y como ha asegurado la madre para la revista, la gente les para por la calle cuando van paseando. Llama mucho la atención ver a los bebés en el carrito gemelar: uno blanco y la otra negra. Suelen preguntar si son ambos de ella. A lo que ella responde: “Estoy muy contenta de que hayan salido como son: nuestra pequeña familia única”.
La genética a veces es caprichosa
Aunque no lo parezca, esta circunstancia es más probable de lo que se piensa. Hay familias en las que padres y madres blancos han tenido un hijo negro o mestizo. El 90% de las veces no es así, pero sí puede darse cuando se juntan una serie de parámetros y situaciones.
La historia familiar de cada progenitor influye directamente en su herencia genética. Pero en estos antecedentes puede prevalecer en el ADN la mezcla de culturas y razas de los ancestros. Es decir, si hace muchos años hubo un cruce de razas, no se puede descartar que con los años vuelva a salir el rasgo dominante.
Porque los genes pueden ser caprichosos, y pueden no salir durante varias generaciones y, de repente, surgir que “se despierta” en un recién nacido esta cadena genética. Y esto no solo afecta al color de la piel. Con el color de los ojos, por ejemplo, también sucede.
Según se extrae de este artículo de MyADNlab, lo más común es que estos caprichos de la genética aparezcan en las parejas de blancos. Esto es debido a que en los genes encargados de establecer la raza y el color de la piel de un recién nacido prevalece el oscuro por encima de los genes de los progenitores.
Por ello, es más difícil encontrar casos en los que los padres son negros y tienen hijos caucásicos. Aun así, es posible. Sí es cierto que, según los expertos, estos casos son más extraños, y sólo podrían darse si uno de los progenitores tiene un antecedente blanco más directo. De lo contrario, estaríamos hablando de un caso de albinismo o, sino, ya habría que barajar infidelidades o cuestiones fuera de la ciencia. Pero, tal y como muestra este reportaje de la BBC sobre Bonnie, la mujer negra que dio a luz a una bebé blanca, posibilidades hay.
La herencia genética, por tanto, es un aspecto fundamental para establecer ciertos rasgos del bebé que nace. No solo influye cómo sean los padres, sino también los abuelos, bisabuelos, etc. El color de los ojos, de la piel, la forma de la nariz, el pelo, el carácter, las habilidades o talentos especiales, etc. son rasgos y características que vienen definidas por esta herencia genética. Este tipo de caprichos no ocurren siempre, pero pueden darse y son perfectamente “normales” en lo que a genética se refiere.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa.
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