La violencia prolongada de la pareja puede poner en riesgo a los niños

Que la violencia en la pareja afecta a los niños es algo obvio, pero ahora un reciente estudio ha revelado que la violencia de las personas adultas dentro del hogar pone a los menores en riesgo de problemas de conducta.

La violencia dentro de la pareja es un patrón amplio de conducta que puede incluir violencia física, sexual, psicológica y amenazas de violencia que tienen un impacto negativo en los niños que la presencian, según la investigación que se publica en el Journal of Interpersonal Violence.

El riesgo de problemas de comportamiento aumenta con cada exposición a la violencia de la pareja

¿Cómo afecta la violencia de género en los hijos? Para averiguarlo, la Dra. Katrina Moss de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Queensland, en Herston, Australia, manifiesta que los investigadores examinaron las experiencias de violencia de pareja de 2.163 madres nacidas entre 1973 y 1978 utilizando datos del Estudio Longitudinal Australiano sobre la Salud de la Mujer (ALSWH).

 

 

“Observamos 3 puntos de tiempo: antes de la concepción, cuando su hijo cumplió un año y nuevamente cuando el niño tenía 4 años”, explica. “Luego vinculamos los informes de problemas de comportamiento infantil con 3.697 niños de 8 años que mostraron que el 32% había estado expuesto a violencia de pareja, y de estos, el 45% estuvo expuesto repetidamente”.

¿Cómo afecta a los hijos y las hijas cuando un padre ejerce violencia hacia su madre? El estudio encontró que la cantidad de exposiciones era más importante que el momento en el que sucedía la exposición en la vida de un niño, y que el riesgo de problemas de comportamiento aumentaba en cada ocasión.

Entre los 3 y los 6 años, un momento especialmente vulnerable

“Está claro que la exposición a la violencia en pareja es mala para un niño en cualquier momento, pero es peor cuantas más veces sucede”, explica Moss. “También encontramos que la infancia intermedia, entre los 3 y los 6 años, era un momento crítico para internalizar los problemas en los niños que eran particularmente vulnerables a la exposición a la violencia en pareja durante ese tiempo”.

 

 

La Dra. Moss incide en que hasta dos tercios de los niños expuestos tendrán peores resultados que sus compañeros.

“Puede causar problemas de comportamiento en los niños, que pueden internalizarse a través de la ansiedad, el miedo, la depresión y el retraimiento, o externalizarse con agresión, hiperactividad, impulsividad, uso de drogas y problemas de atención“, explica la investigadora.

“Los comportamientos problemáticos en la primera infancia pueden establecer vías de desarrollo deficientes que conducen a la agresión en la infancia media y al crimen en la adolescencia“, subraya la autora.

La prevención, fundamental

Es por ello que “cuanto antes detectemos la violencia dentro de la pareja e intervengamos, mejor será para los niños y los padres. Una reducción en la cantidad de tiempo que un niño está expuesto a ella disminuirá los impactos negativos en su comportamiento”, incide Moss.

 

 

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