“Hola, buenos días, Anna. ¿Tendrías hora para nuestro bebé? Tiene muchos mocos y tos. Tenemos miedo de que el moco se vaya hacia el pecho.” Así empiezan muchas conversaciones con las familias que me contactan…
Un 15% de la población en edad reproductiva de los países occidentales es estéril, según las cifras que ofrece la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). En España se calcula que alrededor de un millón de parejas tiene problemas de fertilidad. Tras las estadísticas hay personas que desean tener un bebé y que optan por la reproducción asistida. Existen diversas técnicas que hoy explicamos en este post.
Tratamientos de fertilidad: Cuándo hay que acudir a ellos
La Sociedad Española de Fertilidad diferencia entre la esterilidad y la infertilidad. La primera es la incapacidad de lograr la gestación tras un año de relaciones sexuales con frecuencia normal y sin uso de métodos anticonceptivos. La infertilidad, por su parte, es la incapacidad para generar gestaciones capaces de evolucionar hasta la viabilidad fetal (abortos de repetición, muerte fetal intrauterina, parto prematuro, etc.)
¿Quién entonces debe acudir a tratamientos de fertilidad? Según esta sociedad científica, “las parejas con dificultades para lograr gestación deben consultar por este motivo tras un año de relaciones sexuales encaminadas a la procreación”. También cuando la pareja está formada por dos mujeres y otros casos concretos:
- Mujeres de más de 35 años si no consiguen el embarazo tras seis meses de relaciones y la mujer tiene alguna enfermedad que dificulta la gestación, por ejemplo, endiometrosis.
- Parejas infértiles o con antecedentes reproductivos desfavorables.
Tipos de técnicas de reproducción asistida y cómo elegir la adecuada
Existen diversos tipos de técnicas de reproducción asistida. En este post vamos a hablar de los métodos médicos que recoge la SEF en este documento. Son:
- La inseminación artificial.
- La fecundación in vitro y microinyección de esperma.
- El diagnóstico genético preimplantacional.
- La extracción espermática.
- La ovodonación.
- La preservación de la fertilidad.
Pero antes de explicarlas hay que aclarar que cualquier diagnóstico o tratamiento requiere “un enfoque estrictamente individual”. La técnica o técnicas de reproducción asistida se van adaptando a cada pareja y se basa en los resultados de las pruebas que se les van practicando.
También el contexto es importante, ya que incluso un mismo hallazgo de un estudio de esterilidad puede tener distintos significados. El diagnóstico es, por tanto, relevante. Gracias a él se podrá determinar cuál es la mejor alternativa para cada caso.
La inseminación artificial
Hay dos tipos; la que se aplica con semen de la pareja y la que se realiza con semen de un donante.
Inseminación artificial con semen de la pareja
Es la técnica de reproducción asistida más sencilla. Consiste en depositar los espermatozoides en la cavidad uterina. Hay otra técnia que consiste en dejarlo en el fondo del saco vaginal. Pero, por lo general, se deja en el útero por medio de instrumentación adecuada. En este caso, la mujer tiene que ovular de forma espontánea o con tratamientos de estimulación. Lo habitual es que ovule por un solo ovario y que esa misma trompa recoja el ovocito.
Según la SEF, las posibilidades de gestación con este método son de entre un 10 y un 15%. La complicación más habitual es la posibilidad de embarazo múltiple. siempre y cuando se haya producido la estimulación de la ovulación. Si es el caso natural, dependerá del riesgo de cada mujer de tener un embarazo múltiple o no (que se produciría con inseminación o sin ella).
Inseminación artificial con semen de un donante
Se suele emplear en casos de esterilidad en los que la mujer tiene al menos una trompa uterina “permeable” y el hombre está afectado por alteraciones seminales severas. También se usa cuando no hay pareja masculina. Los espermatozoides proceden de bancos de semen. Si la mujer no tiene ninguna patología, las posibilidades de embarazo son del 80%. Sin embargo, esas posibilidades disminuyen si la mujer también presenta alguna dificultad.
El uso de semen donante con fines reproductivos está recogido en la Ley de Reproducción Asistida. En ella y en la normativa complementaria se recoge, por ejemplo, que la donación de gametos es anónima por lo que no se permite a la persona receptora aportar o elegir su donante. La donación se realiza en un banco de semen acreditado.
Fecundación in vitro y microinyección espermática
En este caso, existen dos modalidades dentro de este tipo de técnicas de reproducción asistida. Por un lado, la fecundación in vitro (FIV) en la que se ponen en contacto espermatozoides y ovocitos en condiciones idóneas para facilitar que la fecundación ocurra de forma espontánea.
Y por otro lado, la microinyección espermática (ICSI), una variedad de la primera. En este caso se interviene más activamente ya que se introduce un espermatozoide dentro de cada ovocito. Cuando se consigue la fecundación y desarrollo in vitro, se selecciona un número adecuado de embriones para transferirlos al útero y conseguir una gestación evolutiva.
Se utilice el método que se utilice, la fecundación in vitro requiere de un número elevado de ovocitos. Para obtenerlos se necesita un tratamiento de estimulación hormonal de los ovarios. La transferencia embrionaria no es dolorosa y no necesita anestesia. Los embriones evolutivos que no se transfieran se criopreservan para próximas ocasiones, en caso de que el primer intento no tenga éxito.
Probabilidades de éxito de la fecundación in vitro
La probabilidad de éxito depende principalmente de la edad de la paciente y del número y calidad de los embriones transferidos. Y esta, la calidad, depende en buen parte de la edad de la paciente, la patología reproductiva masculina o femenina presente y el número de ovocitos de calidad disponible. También son importantes tanto la elección como la aplicación de las distintas fases del tratamiento.
Diagnóstico Genético Preimplantacional
Otra de las técnicas de reproducción asistida a la que se puede recurrir es al Diagnóstico Genético Preimplantacional. Se trata de un procedimiento que buscar conocer las características genéticas de los embriones obtenidos mediante fecundación in vitro. Esto permite seleccionar los más idóneos para la transferencia al útero.
El objetivo final es que estos embriones estén libres del rasgo genético asociado al padecimiento de enfermedades. También es posible la selección del sexo en caso de que exista alguna patología de herencia ligada al sexo. Se implantan, entonces, embriones que no se vean afectados por el trastorno.
Pero la Sociedad Española de Fertilidad sí aclara que no está demostrado que este método sea efectivo en casos de abortos de repetición, en fallos reiterados de implantación de embriones o cuando la edad reproductiva es avanzada.
¿En qué consiste?
El proceso se inicia con una microinyección espermática que ha de proporcionar un número adecuado de embriones con calidad suficiente para permitir su estudio genético. A los tres días, los embriones son sometidos a un procedimiento para extraer una o dos células de cada uno de ellos. El tipo de trastorno genético que se quiera evitar determinará la técnica de diagnóstico genético. Hay dos:
- Hibridación in situ fluorescente (se utiliza, por ejemplo, para prevenir la hemofilia).
- Reacción en cadena de la polimerasa (PCR), cuyo objetivo es identificar las alteraciones presentes en el ADN de las células embrionarias.
Este método se considera efectivo cuando su aplicación aumenta las posibilidades de que nazca un bebé no afectado por el trastorno genético que se quiere evitar. Pero hay que tener en cuenta que el diagnóstico genético es limitado, a veces no es conclusivo, se puede producir un número insuficiente de embriones y puede existir deterioro embrionario.
Extracción espermática
En este caso, el objetivo del procedimiento es obtener espermatozoides del tejido testicular, del epidídimo o de otro segmento de la vía seminal con el objetivo de usarlos para la realización de las técnicas de reproducción asistida.
Se suele recurrir a ella cuando no existen espermatozoides en cantidad o calidad suficiente para ser usados en el procedimiento de reproducción asistida. La forma más grave de esta alteración del hombre es la ausencia de espermatozoides, que se llama azoospermia. Los espermatozoides obtenidos mediante esta técnica se pueden emplear de forma inmediata o ser congelados para su uso posterior.
En cuanto a la técnica en sí, consiste en practicar una incisión en las capas de tejido que envuelven el testículo y extraer un pequeño fragmento de este. Ese tejido se envía al laboratorio, que determinará si los espermatozoides son útiles.
Si no se localizan, se suelen repetir las biopsias hasta que se encuentren. Y si, aún así, no se localizan, se finaliza el tratamiento. En otras ocasiones, una pequeña cantidad de espermatozoides localizados en la biopsia pueden ser suficientes para realizar técnicas de microinyección espermática.
Donación de ovocitos
La donación de ovocitos es la técnica de reproducción asistida a la que se recurre cuando los de la mujer que quiere quedarse embarazada no ofrecen calidad suficiente, se han agotado o es portadora de alguna alteración genética o cromosómica.
¿Quién puede donar sus óvulos? Pues cualquier mujer de entre 18 y 35 años con buen estado de salud física y psíquica. Es de carácter anónimo. La mujer que los recibe se somete a un tratamiento que dependerá de si tiene o no menstruación. Por lo general, se prepara el endometrio con comprimidos de estradiol y con progesterona (hormonas que de forma natural intervienen en la formación del endometrio).
Según el documento de la SEF, es la técnica que mejores resultados produce ya que los ovocitos proceden de mujeres sanas y jóvenes. La posibilidad de lograr un embarazo con la ovodonación es de más del 50%, tal y como recogen los registros de esta sociedad.
Preservar la fertilidad, otro procedimiento incluido en las técnicas de reproducción asistida
El objetivo, al igual que en otras técnicas de reproducción asistida, es lograr un embarazo pero no inmediatamente. El momento se aplaza en el tiempo. La razones son diversas. Una decisión personal de aplazar la maternidad pero asegurándose de unos óvulos sanos o en casos de diagnóstico de cáncer.
Existen varios tipos:
- La congelación de ovocitos que se logra tras una estimulación ovárica (Los ovocitos extraídos se congelan mediante un proceso que se llama vitrificación).
- Por otro lado, se puede recurrir a la congelación de embriones (los ovocitos son fecundados in vitro y los embriones resultantes congelados).
- También se puede optar por la congelación de tejido ovárico, pero es una técnica experimental por ahora.
- Y, por último, existe la congelación de semen en varones previa al tratamiento oncológico.
A menudo la elección de un tipo de reproducción asistida genera inquietud e incertidumbre (cuando se ofrecen diversas alternativas). En general, los problemas de fertilidad pueden suponer una carga psicológica importante. Pero en estos procesos participan profesionales especializados que saben orientar a las parejas. En cualquier caso, si necesitas asesoramiento o más información, en la Tribu CSC contamos con un equipo de profesionales que pueden ayudarte en este sentido.
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