Un mayor consumo diario de refrescos se relaciona con mayor riesgo de obesidad en adolescentes

La prevalencia del consumo diario de refrescos se asocia con la prevalencia de sobrepeso y obesidad entre estudiantes adolescentes a nivel mundial, según un estudio publicado en JAMA Network Open.

Huan Hu, del Centro de Investigación para la Prevención de los Riesgos de Radiación de los Trabajadores del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional en Kanagawa, Japón, y sus colegas examinaron la asociación del consumo de refrescos con el sobrepeso y la obesidad en 405,528 estudiantes adolescentes en 107 países y regiones.

¿Cómo afecta el consumo de refresco en jóvenes?

Los investigadores encontraron que la prevalencia de sobrepeso y obesidad entre los estudiantes adolescentes variaba del 3,3% en Camboya al 64% en Niue. De manera similar, la prevalencia de estudiantes adolescentes que consumen refrescos una o más veces al día varió del 3,3% en Islandia al 79,6% en Niue, observándose una correlación positiva entre la prevalencia del consumo diario de refrescos y la prevalencia del sobrepeso y la obesidad.

“Junto con la evidencia de estudios de cohortes prospectivos y ensayos aleatorios, nuestros hallazgos respaldan que reducir el consumo de refrescos debería ser un enfoque prioritario para frenar la pandemia de sobrepeso y obesidad entre los adolescentes“, escriben los autores.

El consumo de refrescos, especialmente bebidas azucaradas, se asocia con el aumento de peso. En las últimas décadas, el consumo de refrescos ha aumentado tanto en los países de ingresos altos como en los de ingresos bajos y medianos. Asimismo, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños, adolescentes y adultos también ha aumentado.

 

 

Una comprensión integral de la asociación entre el consumo de refrescos y el sobrepeso y la obesidad es importante para frenar la tendencia creciente de la obesidad, especialmente en los países de ingresos bajos y medios, porque muchas empresas de refrescos están intensificando su marketing y promoción de las ventas de refrescos en estos países. ¿El objetivo? El público joven y adolescente.

Bebidas azucaradas, más que un simple refresco

Las revisiones sistemáticas de estudios de cohortes y estudios experimentales han proporcionado una cantidad considerable de evidencia de que el consumo de refrescos está asociado con el aumento de peso en niños y adolescentes.

Un estudio en adultos que utilizó datos de 75 países mostró que cada aumento del 1% en el consumo de refrescos se asociaba con un aumento del 4,8% en el sobrepeso y la obesidad. Sin embargo, hasta ahora no se habían realizado estudios de este tipo en adolescentes que son cada vez más el objetivo de la industria de los refrescos.

“La información sobre el papel del consumo de refrescos en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad entre los adolescentes es esencial para incitar a los formuladores de políticas a priorizar las acciones para reducir el consumo de refrescos“, escriben los autores del estudio actual.

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¿Por qué los refrescos provocan un aumento de peso?

El consumo habitual de bebidas azucaradas (refrescos, zumos envasados –e incluso naturales– y bebidas energéticas), que tienen un alto contenido de calorías, se asocian a un mayor riego de ganancia de peso y por tanto de adquirir sobrepeso e incluso obesidad.

¿Qué pasa si tomas refresco todos los días?

¿Qué pasa si consumes mucho refresco? Según los especialistas, Una de las principales consecuencias que puede acarrear el consumo de refrescos de cola y sodas en general es el exceso de azúcar, ya que a menudo estas bebidas contienen mucho más azúcar de la cantidad recomendada de forma diaria, lo que puede conllevar a problemas relacionados con el peso o enfermedades como la diabetes.

 

 

Asimismo, al contener cafeína podemos sufrir de ciertos efectos secundarios al consumir una cantidad alta de este componente, por ejemplo insomnio, dolores de cabeza, inquietud e incluso ritmo cardiaco acelerado, entre otros efectos perjudiciales.

Entonces, ¿qué cantidad de refresco debo consumir?

La OMS recomienda que, si se ingieren azúcares libres, aporten menos del 10% de las necesidades energéticas totales; además, se pueden observar mejoras en la salud si se reducen a menos del 5%. Esta proporción equivale a menos de un vaso de 250 mililitros de bebida azucarada al día. Asimismo, el organismo internacional recomienda aplicar medidas en todo el mundo para reducir el consumo de bebidas azucaradas y sus consecuencias para la salud.

El consumo de bebidas azucaradas ha aumentado un 16% en todo el mundo, según revela un estudio del que se hace eco la revista Forbes. Entre los países con mayor consumo de bebidas azucaradas se encuentran México, Estados Unidos, Nigeria y Etiopía.

 

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