Los cuentos clásicos: ¿Son adecuados los valores que transmiten?

Te enseñamos qué valores inadecuados sigue transmitiendo a los niños la literatura clásica en la actualidad

¿Quién de nosotros no recuerda cómo nos contaban cuentos en nuestra infancia? Los cuentos clásicos evocan preciosas imágenes cargadas de afecto en nuestra memoria. Además, es una de las más hermosas tradiciones que podemos transmitir de generación en generación.

El origen de los cuentos clásicos

Los cuentos son una gran herramienta para que nuestros niños y niñas puedan entender el mundo y aprender a desenvolverse en él, pero hoy en día tenemos un gran abanico de posibilidades y no todo vale, como pasaba antes…

Creo que, más que nunca, es tremendamente importante reflexionar sobre los cuentos que elegimos para contar a nuestros hijos, porque a través de ellos estamos transmitiendo valores y una visión del mundo que quizás no sea la más acertada.

Además, como ya explicamos en este otro artículo, hay que tener cuidado con la exposición a la fantasía entre los 0 y 6 años. En ese plano del desarrollo, los pequeños tienen necesidad de aprender del mundo real. Su mente absorbente se cree todo, y nunca pondría en duda lo que le cuentan sus padres o figuras de apego.

 

 

A esta edad puede ser complicado para ellos diferenciar entre la realidad y la ficción, ya que aún no han desarrollado la mente razonadora. La Dra. Dubovoy, una de las figuras más relevantes dentro de la AMI (Association Montessori Internationale), expone las bases científicas de este planteamiento en su excelente artículo “La Realidad: La más Poderosa e Integral Llave al Mundo”.

Por tanto, debemos ser conscientes de que a través de los cuentos se trasmiten creencias, dogmas, ritos, espiritualidad, miedos… El miedo a la oscuridad, por ejemplo, se trasmite desde las primeras nanas o canciones de cuna (con ese famoso “duérmete niño, duérmete ya, que viene el Coco y te comerá…”).

Por otra parte, los padres que apostamos por una crianza respetuosa nos encontramos con un problema importante: la mayoría de los cuentos, y muy especialmente los clásicos, están basados en los “valores” del patriarcado.

¿Qué valores queremos trasmitir a nuestros niños?

Tal y como dijo Joaquin Phonenix en su famoso discurso en la ceremonia de los Óscar:

“Ya sea que estemos hablando de desigualdad de género o racismo o derechos indígenas o derechos de los animales, estamos hablando de la lucha contra la injusticia. Estamos hablando de la lucha contra la creencia de que una nación, un pueblo, una raza, un género, una especie, tienen el derecho de dominar, usar y controlar a otro con impunidad”.

¿Queremos realmente que nuestros hijos entiendan que el mundo es desigual e injusto y que así debe perpetuarse? ¿Y educar en el miedo? ¿Y que nuestras hijas deseen ser princesas, que busquen la “protección” al lado del hombre, tragando lo insufrible porque no se sientan autosuficientes?

¿Que nuestros hijos tengan que mostrar su virilidad a toda costa, y sean incapaces de hablar de sus sentimientos o derramar una sola lágrima? ¿Niños que sean obedientes y acaten las órdenes del sistema sin ninguna posibilidad de desarrollar el pensamiento crítico?

 

Los cuentos clásicos: ¿son adecuados los valores que transmiten?

 

Los dogmas del patriarcado están presentes desde tiempos ancestrales. Antiguamente, a las pocas personas que tenían derecho a una educación, se las formaba en las artes de la guerra o de la gestión (para ser señores feudales). En esos tiempos ya se empezaron a poner impedimentos a la lactancia materna porque eso hacía desarrollar el fuerte vínculo afectivo entre madres e hijos y era más difícil formar guerreros (ya en la mitología griega, por ejemplo, se observa como el Dios Zeus, rey de todos los Dioses, fue criado con leche de cabra).

Del mismo modo, podemos investigar sobre las nodrizas o amas de cría, que se remontan desde la prehistoria, y permitían “liberar” a las mujeres de clase alta de una “agotadora tarea” percibida además como “socialmente inadecuada”, y poder así “dedicarse a otras cosas más importantes”.

El patriarcado en los cuentos clásicos

Y, como no podría ser de otra manera, el patriarcado también inunda la literatura. Del mismo modo que la educación puede usarse como un excelente medio para adoctrinar individuos (puedes investigar sobre el origen prusiano del sistema tradicional), los cuentos tienen sus efectos desde la más tierna infancia…

Recuerdo que hace unos años asistí a un taller de la escritora Elena Mayorga en el que nos habló del origen oscuro de los cuentos tradicionales, aquellos que todos recordamos de nuestra infancia, así como de los valores que trasmiten. Me quedé realmente impactada.

Para empezar, es importante saber que estos cuentos venían de la tradición popular y no estaban dirigidos a niños. En las primeras versiones de la Cenicienta por ejemplo, las hermanastras cortan trozos de sus pies para poder calzarse el zapato de cristal y consiguen engañar al príncipe por turnos, hasta que una paloma las delata al ver que el zapato está lleno de sangre. 

 

Los cuentos clásicos: ¿son adecuados los valores que transmiten?

 

La Bella Durmiente no experimenta un pacífico sueño eterno, sino que es violada llegando incluso a quedar embarazada de su agresor. La primera versión data de 1636 y fue escrita por Giambattista Basile bajo el título Sol, Luna y Talía. En 1697 el francés Charles Perrault reescribió la historia, sustituyendo al noble agresor por un apuesto príncipe. Finalmente, fueron los Hermanos Grimm los que hicieron las últimas variaciones para convertirlo en un cuento infantil.

Por citar otros ejemplos, Pulgarcito es abandonado en el bosque junto a sus hermanos porque sus padres son tan pobres que no tienen cómo alimentarles. Cuando los osos encuentran a Ricitos de Oro durmiendo en sus camas, se lanzan sobre ella y la despedazan para devorarla. Rapunzel es encerrada en una torre porque sus padres la intercambian por unas plantas y posteriormente queda embarazada de gemelos, el príncipe la abandona y ella intenta suicidarse. Barbazul mutila y tortura a sus esposas… 

 

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Si quieres investigar un poco más sobre el “lado oscuro de los clásicos”, puedes buscar el libro Morfología del cuento de Vladimir Propp, o The dark side of Grimm fairytales, que se centra en los orígenes de las historias que transformaron y popularizaron los hermanos Grimm. También puedes buscar algún vídeo como este en el que se analizan algunos de los distintos finales del clásico cuento de la Cenicienta, así como el de Caperucita, en el que el lobo nunca llega a ir a casa de la abuelita…

¿Qué te parecen estas historias? ¿Conocías el origen de los cuentos clásicos? Y ahora, ¿qué cuentos quieres contar a tus peques? ¡Te leemos en los comentarios!

2 comentarios en "Los cuentos clásicos: ¿Son adecuados los valores que transmiten?"

  1. ¡Súper interesante el artículo!
    Una vez, hablando de esto con unas compañeras, me hicieron una pregunta que en un inicio me pareció interesante… “A tu hij@ le contarán estas historias sí o sí, ¿no es mejor que las sepa por tí y se las expliques?
    ¿Vosotr@s qué opináis? Yo no creo que tenga que contarle lo malo del mundo para explicarle como hacer bien las cosas…

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