Dispositivos a contramarcha en impactos por alcance: ¿Qué pasa si me golpean por detrás?

Artículo publicado el 1 Feb 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 28 febrero, 2024

La duda más frecuente y la que más quebraderos de cabeza da a quienes debaten sobre el tema de la contramarcha es, y siempre será: ¿Y si me pegan por detrás? Por eso, hoy os hablamos del impacto por detrás.

¿Y si te chocan por detrás y llevas al peque a contramarcha?

Si me pegan por detrás, entonces como el peque va mirando hacia atrás… ¿Sería como un impacto frontal? Respuesta rápida: NO. No es lo mismo un impacto por alcance con una silla a contramarcha que un impacto frontal a favor de la marcha. Y es que no hay duda ninguna de que si te tiras por la ventana caerás hacia abajo. O de que si sueltas un globo relleno de helio subirá al cielo.

Como tampoco debería haber duda sobre las Leyes de Newton (eso lo dimos en 3º de la ESO, si suspendiste como yo, te recomiendo que leas esto detenidamente y luego, si quieres, haz la prueba con dos cochecitos de juguete), que no será lo mismo porque los coches reales de hoy en día están diseñados para absorber la energía y deformarse, haciendo que repercuta lo menos posible en los ocupantes, pero te servirá para hacerte una idea.

 

 

Las leyes de Newton son tres. Pero ahora solo me voy a centrar en una, la primera:

Todo cuerpo permanece en reposo o en movimiento rectilínea o uniforme a no ser que se aplique una fuerza sobre él.

En un impacto de estas características, los dos vehículos circulan en la misma dirección, o uno está parado o frenando y el otro le embiste. El coche que pega, es el que lleva toda la fuerza y el que se lleva el mayor daño y el que recibe el golpe, tiene un desplazamiento hacia la misma dirección pero como estaba en reposo o moviéndose en el mismo sentido, los ocupantes no perciben esa fuerza.

Ahora bien. En estos casos se produce el latigazo cervical en los adultos. ¿Por qué? Intenta visualizar a ese cuerpo del piloto (o del copiloto) moviéndose en la misma dirección que el coche que le ha embestido. El cuerpo es acompañado por todo el vehículo, el asiento, etc. Pero la cabeza, que está “suelta”, sin apoyo, unida al cuerpo por el cuello y donde está el centro de gravedad, se queda donde estaba antes segundos antes del golpe.

 

 

Si el asiento está mal colocado (muy inclinado) o si el reposacabezas no está pensado para evitar el latigazo cervical, al hacer un gesto hacia atrás, nos hacemos daño.

¿Y qué pasa con el cuerpo del peque que va al revés? ¿Es seguro viajar a contramarcha en un impacto por detrás?

Pues no le pasa nada lesivo. Porque en el mismo movimiento pero con el cuerpo al revés, la cabeza se queda más hacia el maletero y el cuerpo acompaña a la silla. Como no hay una carga de tracción, la cabeza sigue décimas de segundo después al cuerpo y no se producen lesiones.

¿Lo ves? He conseguido que lo visualices bien?

 

 

En el único caso en el que llevar una silla a contramarcha produciría una lesión igual que llevarla a favor de la marcha si el impacto es por alcance sería que el vehículo donde viaja el peque circulara marcha atrás. Bastante improbable.

Ahora en lugar de poner nuestro foco de atención en la familia del coche que ha sido golpeado, vamos a pensar en el que ha pegado…

¿Por qué es tan peligrosa una colisión por alcance para los niños que viajan a favor de la marcha? Lesiones de impactos por alcance

El coche que embiste sí tiene una aceleración, un movimiento. Y como está en movimiento, absolutamente todo lo que tiene dentro, está aumentando el peso de manera proporcional a la velocidad que lleva. Vamos, que algo que puede pesar 10 kilos, como un niño, se transforma automáticamente en una carga enorme.

Si el peque va a favor de la marcha con un arnés, y se produce una deceleración brusca bien sea por un frenazo o por un impacto, toda esa carga repercute en el cuello. Y ahí tenemos una lesión que no queremos tener. Si el peque fuese en el sentido contrario a la marcha, la silla a contramarcha conseguiría reducir esa fuerza de manera que no repercutiera en el cuello.

¿Te has dado cuenta ahora de que en todos los impactos por alcance SIEMPRE hay un impacto frontal?

 

 

Los pilotos de Fórmula 1 saben lo peligroso que es un impacto viajando en el sentido de la marcha

En el Gran Premio de Australia de 2016, Fernando Alonso sobrevivió a una desaceleración de 46 g, lo que se traduce en más de 3000 kilos de fuerza recibidos por su cuerpo.

Si te has fijado alguna vez, los pilotos de Formula 1 llevan un arnés de seis puntos. Les sujetan en las clavículas, en la parte externa de la cadera y en la interna de los muslos. Con eso y nada más, se romperían el cuello.

 

 

Además, llevan un casco, un HANS, que es el sistema que evita que en las deceleraciones su cabeza vaya hacia adelante bruscamente, un habitáculo muy muy reducido para evitar los grandes desplazamientos en las deceleraciones y un cuello como el de un toro.

De esta manera, han conseguido que en casos como el del accidente de Fernando, el piloto salga ileso. Con TODO esto.

¿Por qué los niños y niñas siguen viajando a favor de marcha con un arnés sin más sujeción? ¿Te imaginas sujetar a tu peque con un HANS cada vez que lo montas en el coche? No es viable. Pero sin pretenderlo, tienes a tu alcance un HANS: una silla a contramarcha. Con ella, la mayor parte de impactos están solucionados. Ahora dime: ¿Por qué no hacerlo?

 

 

Si tienes dudas acerca de cuál es el mejor dispositivo a contramarcha para tu peque, tu coche o tu estilo de vida, estaré encantada de ayudarte a despejarlas en la Tribu CSC, donde además puedes consultar también al resto de nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil, desarrollo infanto-juvenil, educación positiva y crianza respetuosa.

Podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.

¡Feliz viaje familias!

 

Autor/a