¿Qué hacer para que mi hijo y mi nueva pareja se lleven bien? Esta es una duda habitual entre progenitores separados o divorciados que retoman su vida afectiva y tienen hijos o hijas de sus anteriores…
Artículo publicado el 29 Abr 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 8 marzo, 2024
En ocasiones puede haber hijos/as reticentes a que sus progenitores rehagan su vida tras una separación o divorcio, bien por albergar esperanzas de que sus padres puedan rehacer su relación como pareja de progenitores, bien por temor a sentir desplazado el afecto de su padre o madre, o incluso por inseguridad… Pero ¿qué hacer cuando el hijo de mi pareja no me acepta?
¿Qué hacer con un hijastro que no te quiere?
En la actualidad es frecuente encontrar familias reconstituidas. Pero, ¿qué es una familia reconstituida? Llamamos familia ensamblada o reconstituida a la familia en la que uno o ambos miembros de la actual pareja tiene uno o varios hijos/as de uniones anteriores. Lo más habitual son las segundas parejas de divorciados/as, pero también pueden ser de viudos o progenitores solteros/as.
Cuando uno de los progenitores rehace su vida con otra persona, a veces, ocurre que los hijos o hijas no aceptan la nueva situación y muestran su rechazo hacia la nueva pareja de su padre o de su madre. Para los niños y niñas, su familia es su lugar de seguridad. Y, ¿qué hacer cuando el hijo de mi pareja no me acepta en su familia?
En el momento en que una persona extraña para ellos/as pasa a formar parte de la familia, el niño o la niña, por un lado, puede sentirse mal por no saber cuál va a ser su lugar en la nueva situación y, por otro, puede darse cuenta de que la posibilidad de que sus padres vuelvan a estar juntos desaparece.
Si esto sucede, el niño o la niña puede mostrar ansiedad, irritabilidad, síntomas depresivos, rabietas más frecuentes o retroceso en algunas conductas como el control de esfínteres en los más pequeños y faltas de respeto o malas contestaciones en los mayores.
Otras veces nos preguntamos ¿Cómo hacer para que los hijos acepten una nueva pareja? Pero, puesto que ya hablamos sobre cómo actuar si nuestros hijos rechazan a nuestra nueva pareja en un post anterior, hoy vamos a cambiar el punto de vista y abordar qué debemos hacer si somos nosotros la nueva pareja que es rechazada. Porque, ¿qué podemos hacer si los hijos de nuestra pareja nos rechazan?
¿Qué hacer cuando los hijos de tu pareja no te aceptan?
Cuando se inicia una relación con una persona que tiene hijos/as de una unión anterior, siempre se desea que los niños nos acepten y que la relación sea cordial y amable. Pero, como hemos visto, no siempre es así.
Para solucionarlo, lo ideal es anticiparse. Hacer las cosas bien desde el principio hace que se minimicen las posibilidades de que alguna de las partes sufra por la nueva situación.
Vamos a abordar algunas cuestiones que debemos tener en cuenta si somos nosotros la nueva pareja:
Valorar las características del niño o la niña
Cuanto más les conozcamos, más fácil será adaptarnos. Por tanto, es importante que preguntemos a nuestra pareja sobre sus gustos, su personalidad, etc.
No tomarse su actitud como algo personal
Como hemos comentado, los/as hijos/as pueden reaccionar de forma negativa a nuestra presencia. Pueden sentirse molestos con nosotros y pensar que hemos llegado para ocupar el lugar de su madre o de su padre.
Otro pensamiento frecuente es que vamos a quitarles la atención del padre o de la madre porque puede que anteriormente se hubieran volcado con ellos dedicándoles más tiempo y atención. En estos casos, aparecen los celos.
La comprensión en estos casos juega un papel crucial.
Tener claro que no sustituimos a su progenitor
Y, por tanto, el rol debe ser diferente. En este sentido, la relación va a depender de la cantidad de tiempo que se pase con los niños o niñas y si se va a convivir o no. En principio, la norma general es que la educación de los niños y niñas es responsabilidad de los progenitores. De esta manera, no debemos interferir ni desautorizarles.
Sin embargo, cuando se convive con ellos, se pasa a ser figura de referencia por lo que, aunque las decisiones finales son de los progenitores, sí es posible que haya que involucrarse de una forma más activa en las pequeñas situaciones del día a día.
Evitar las comparaciones con el padre o la madre
Como decimos, no llegamos para sustituir a nadie y, por tanto, no debemos compararnos. Cada persona es única y tiene un rol diferente.
Compartir tiempo de forma graduada
Lo ideal es iniciar la relación poco a poco. Quedar en un lugar neutral del gusto del niño o la niña para pasar un rato agradable puede ser una buena opción. Se trata de facilitar la adaptación de los peques y, por qué no decirlo, también de las personas adultas.
No forzar
Aunque sea doloroso sentir que el hijo de mi pareja no me acepta, debemos tener claro que los niños y niñas necesitan tiempo para aceptar y adaptarse. Es importante no agobiarles con excesivas muestras de cariño si vemos que los niños o niñas las rechazan y no obligarles a que nos hablen o nos den besos o abrazos si no quieren. No podemos obligar a nadie a que nos quiera, a ellos tampoco.
Mostrarnos disponibles
Si perciben que pueden contar con nosotros para jugar o para contarnos sus cosas, crearemos un espacio de confianza con ellos.
Poner límites
El hecho de respetar los sentimientos del niño o la niña no quiere decir que no tengamos que poner límites. No debemos tolerar faltas de respeto o malas contestaciones de la misma manera que no debemos tolerarlas de ninguna otra persona.
Cuidarnos
El rechazo puede resultar agotador. Podemos pensar que la relación es imposible a pesar que estar haciendo todo bien y nos puede pasar factura. Es fundamental que podamos aceptarlo y cuidar nuestra salud mental.
¿Cómo hacer para que los hijos acepten una nueva pareja?
Quizá podríamos resumir todo el post en cuatro palabras: paciencia, respeto, tiempo y amor.
Debemos ser conscientes de que las niñas y los niños, sobre todo cuanto más pequeños son, van a remolque de nuestras decisiones, ya sean estas buenas, malas o regulares. Así que, en los casos en los que iniciamos una relación con una persona que tiene hijos/as, es fundamental que se tenga paciencia si aparecen las conductas que mencionábamos al comienzo y que pongamos el foco en que, si todas las partes ponen su granito de arena, las aguas volverán a su cauce.
Qué hago si el hijo de mi pareja no me acepta
Respetar sus tiempos, acompañar en el proceso y que se sigan sintiendo queridos es el objetivo prioritario en los casos de familias ensambladas. Solo así se podrá iniciar una convivencia basada en relaciones positivas entre todos sus miembros.
Y si, pese a haber hecho las cosas adecuadamente, los/as niños/as no terminan de aceptarnos y observamos algún tipo de malestar o si nosotros mismos sufrimos por el rechazo que nos muestran, es necesario buscar ayuda profesional en un terapeuta familiar o el apoyo de familias en situaciones similares, como las que puedes encontrar en la Tribu CSC para que se pueda reconducir la situación.
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