Una investigación revela que las plaquetas de la sangre juegan un papel importante en la enfermedad de Kawasaki

La enfermedad de Kawasaki es una enfermedad de causa desconocida que afecta generalmente a menores de 5 años y puede producir complicaciones cardíacas que, aunque poco frecuentes,  son la primera causa de enfermedad cardíaca adquirida en la infancia.

¿Cuántas etapas tiene la enfermedad de Kawasaki?

El cuadro comienza típicamente con fiebre alta y en ausencia de tratamiento puede durar más de 10 días. Luego van apareciendo otros síntomas progresivamente:

• Un exantema que puede adoptar muchas formas, como manchas o granitos, y que afecta también a palmas y plantas.
• Las manos y los pies, además de rojos, pueden hincharse y finalmente descamarse.
• La lengua también se puede poner roja.
• También se pueden enrojecer los ojos, con una conjuntivitis típicamente sin secreciones.
• Puede haber también algún ganglio en el cuello que llame la atención por su tamaño.

 

 

El diagnóstico se realiza cuando han pasado 4-5 días y el peque presenta fiebre y al menos 4 de estos síntomas.

¿Cómo de grave es la enfermedad de Kawasaki?

Es importante hacer el diagnóstico lo antes posible, ya que a medida que van pasando los días el riesgo de complicaciones aumenta y las más temidas son las que afectan al corazón. Pero por los síntomas puede parecer una infección de garganta o cualquier otro virus, por lo que a veces el diagnóstico se retrasa y se presentan complicaciones.

La afectación cardíaca se debe buscar activamente, porque a veces no presentan síntomas y solo se ven alteraciones en el ECG, soplos o arritmias. Las complicaciones cardíacas más graves son los aneurismas de las arterias coronarias.

Las arterias que llevan la sangre al propio corazón y alimentan el músculo más importante del cuerpo se dilatan y tienen más riesgo de presentar trombosis, coágulos que impiden la normal circulación de la sangre por el corazón con el consiguiente riesgo de infarto.

Kawasaki, una enfermedad sin causa conocida hasta la fecha

La enfermedad de Kawasaki es una enfermedad de causa desconocida, aunque se sospecha que puede tener un origen vírico y no hay ninguna prueba de laboratorio específica para esta enfermedad.

 

 

Lo que sí se ha visto es que unas semanas después del inicio de los síntomas se produce una elevación de las plaquetas, aunque hasta ahora no se sabía el papel que podrían estar jugando estas células sanguíneas en el desarrollo de las complicaciones cardíacas.

Una reciente publicación en la prestigiosa revista Journal of Clinical Investigation Insight presenta el trabajo de un grupo de investigación que ha descubierto el mecanismo mediante el cual las plaquetas estarían en el origen de las alteraciones cardíacas que se presentan en la enfermedad de Kawasaki.

El posible origen de la enfermedad de Kawasaki: Las plaquetas

Este mismo grupo de investigación ha descubierto que una proteína implicada en la respuesta inmune, la Interleukina, estaba involucrada en la vasculitis que se observa en esta enfermedad, incluyendo la inflamación de los vasos sanguíneos del corazón, origen de las complicaciones cardíacas como los aneurismas.

Pero, ¿cómo se cura el Kawasaki en niños? El tratamiento habitual de la enfermedad de Kawasaki consiste en la inyección intravenosa de inmunoglobulinas y un antiinflamatorio que puede ser ibuprofeno o aspirina. Una vez que cede la fiebre, se continúa con una dosis baja de aspirina que sirve como antiagregante de las plaquetas para evitar trombosis de las arterias coronarias.

 

 

Pero gracias al descubrimiento del papel de la Interleukina 1 en el desarrollo de las complicaciones coronarias, se empezó a utilizar un tratamiento que actúa bloqueando el efecto de esta proteína con buenos resultados.

Enfermedad de Kawasaki en niños: Tratamiento

Pero ahora se sabe aún más. Esta nueva investigación ha descubierto que durante la fase aguda de la enfermedad se producen agregados entre plaquetas y un tipo de glóbulos blancos de la sangre, los monocitos.

Estos agregados y las propias plaquetas son los responsables del aumento de la interleukina 1. Estos investigadores han conseguido inhibir la formación de los agregados monocitos-plaquetas en ratones, disminuyendo así la inflamación y las alteraciones de los vasos sanguíneos.

Este hallazgo también sugiere que la determinación de los agregados monocitos-plaquetas puede servir de marcador para detectar los casos que tienen más riesgo de desarrollar complicaciones vasculares y aplicar en estos pacientes el tratamiento para disminuir el efecto de la interleukina 1.

 

 

Aunque son resultados muy prometedores, ya que permitiría tratar al pequeño grupo de niños y niñas que no responden al tratamiento convencional, hay que tener en cuenta que son estudios en ratones, muy lejos todavía de los ensayos necesarios para su uso en humanos.

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