Día Mundial de la Concienciación sobre los Desarrollos del Trastorno del Lenguaje: Diferencias entre trastornos del lenguaje y retraso en el lenguaje

Artículo publicado el 3 Ene 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 21 octubre, 2023

Una de las preguntas que, como logopeda infantil, más me suelen hacer es cuándo empiezan los niños a hablar y cuándo se considera un problema que no lo hagan. Hoy hablaremos de las diferencias entre trastorno del lenguaje y retraso en el lenguaje.

El 21 de octubre es el Día Internacional de Concienciación sobre los Trastornos del Desarrollo del Lenguaje. El desarrollo del lenguaje es un proceso fascinante para el que venimos programados, pero en el que interviene también el entorno.

Durante los dos primeros años de vida, los bebés sientan las bases del lenguaje y la comunicación: se comunican a través de la mirada, del señalado, empiezan a balbucear, a emitir las primeras palabras y a comprender palabras y frases. Pero aún no hablan, o lo hacen muy poco.

Es a partir de los 24 meses cuando el lenguaje expresivo comienza su vertiginosa evolución. En apenas un par de años, los bebés pasan de no decir ninguna palabra a ser capaces de expresarse con claridad. Sin embargo, este desarrollo no siempre se da tal y como lo esperamos.

¿Cuándo empezamos a preocuparnos si nuestro peque no habla o habla poco y no se le entiende?

Habitualmente, los profesionales marcamos como punto de inflexión los 24 meses. Hacia esa edad, los bebés suelen tener un repertorio de unas 50 palabras que, si bien no tienen que estar todas perfectamente articuladas, deben entenderse.

Es en esa edad también cuando comienzan a unir palabras para hacer las primeras frases, es decir, pasan de la etapa de holofrase en la que utilizan una sola palabra para expresar una idea (coche) a juntar palabras para expandir el mensaje (mamá coche).

 

 

En los casos en los que el desarrollo del lenguaje se retrasa más allá de los 24-30 meses, encontramos en la literatura especializada dos términos que no siempre son fáciles de diferenciar: retraso del lenguaje y trastorno específico del lenguaje o trastorno del desarrollo del lenguaje.

Al comienzo del desarrollo estas dos entidades se pueden solapar ya que los niños con trastorno del lenguaje suelen comenzar tarde a hablar. Este inicio tardío, por tanto, suele estar presente en los dos casos. Pero, ¿hasta cuándo podemos hablar de retraso si las dificultades lingüísticas se mantienen en el tiempo, por ejemplo, más allá de los 4-5 años? ¿En qué se diferencian el retraso del lenguaje del trastorno específico del lenguaje?

En la mayoría de las ocasiones es necesaria una valoración por parte de un profesional para realizar el diagnostico diferencial y poder diseñar un plan de intervención adecuado. Si necesitáis información al respecto, estaré encantada de ayudaros en la Tribu CSC.

 

 

Se estima que entre un 5-10% de niños y niñas desarrollan el lenguaje expresivo después de los 24 meses. De este porcentaje, solo un 0,3% evoluciona hacia un trastorno específico del lenguaje. De hecho, el diagnóstico de trastorno específico del lenguaje muchas veces no es claro hasta los 4 años ya que es necesario valorar todos los componentes del lenguaje de manera exhaustiva.

¿Qué diferencia hay entre el trastorno de lenguaje y retraso de lenguaje?

El retraso del lenguaje se caracteriza por presentar dificultades en el desarrollo lingüístico en ausencia de déficit motor, sensorial o cognitivo. Para comprender el perfil podríamos decir que los niños con retraso del lenguaje muestran patrones lingüísticos que corresponderían a una edad inferior.

A veces, este retraso se puede atribuir a un retraso de tipo madurativo o cuestiones socioculturales, aunque no siempre es así. Los niños con trastorno específico del lenguaje también presentan problemas en el desarrollo del lenguaje en ausencia de problemas sensoriales, motores y cognitivos y, lo que es más importante, en ausencia de factores socioambientales.

¿Qué diferencia hay entre el trastorno de lenguaje y retraso de lenguaje? Como puede observarse, hasta aquí, no tenemos una diferenciación clara en cuanto a ambos términos. Sin embargo, sí existe un factor determinante para realizar el diagnóstico diferencial: los niños con trastorno específico del lenguaje puntúan en los test de lenguaje más de una desviación típica por debajo de la media.

De ahí la importancia de la valoración profesional. Además, las dificultades de los niños con trastorno específico del lenguaje perduran en el tiempo y presentan resistencia al tratamiento.

 

 

Esto significa que, mientras que los niños con retraso del lenguaje evolucionan rápidamente con algunos apoyos especializados y terminan progresando de manera similar a sus iguales hacia los 5 años, los niños con trastorno del lenguaje evolucionan de forma más lenta y se resisten al cambio incluso cuando se someten a programas de intervención intensivos.

Por tanto, a la hora de evidenciar diferencias entre retraso y trastorno del lenguaje, parece que los criterios para diferenciar ambas entidades son la severidad y la persistencia en el tiempo.

La mayor severidad en los niños con trastorno específico del lenguaje hace que, con frecuencia, estén alterados varios de los componentes del lenguaje tales como la comprensión, la fonética-fonología, la morfosintaxis, el vocabulario, etc.

Además, en los niños con retraso del lenguaje, aunque el lenguaje aparece de manera más tardía y lenta, este sigue los parámetros normales del desarrollo, es decir, sigue el desarrollo normal del lenguaje, pero más despacio. Sin embargo, en los niños con trastorno específico del lenguaje, el desarrollo del lenguaje no sigue los parámetros habituales y, por ejemplo, pueden adquirir antes el fonema /r/ (el último en adquirirse en condiciones normales) que otros fonemas que se adquieren evolutivamente antes. Lo mismo ocurriría en los demás componentes del lenguaje.

 

 

En definitiva, la recomendación es consultar con un logopeda si tenéis dudas sobre el desarrollo del lenguaje de vuestros hijos porque, como veis, no es sencillo delimitar ambas entidades en estas primeras etapas y, en cualquier caso, la detección temprana es fundamental para apoyarles en el correcto desarrollo lingüístico.

Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, estaré encantada de atenderte en la Tribu CSC, donde además puedes consultar al resto de miembros de nuestro equipo de expertos en salud materno-infantil y crianza respetuosa.

 

Autor/a