¿Y si mi peque vomita después de darle la medicina?

¿Qué debo hacer si mi bebé vomita la medicina? Por lo general a los peques les cuesta mucho tomarse la medicación oral. Los jarabes no suelen tener sabor agradable, la mayoría de los bebés y niños/as pequeños/as los rechazan y no es nada raro que los vomiten. A veces también la propia enfermedad facilita los vómitos y las medicinas son lo primero que vomitan.

Pero ¿qué hacemos si vomita el tratamiento que se tiene que tomar? ¿Repetimos la dosis, le damos menos o esperamos a que le vuelva a tocar? Lo más importante es considerar cuánto tiempo ha pasado entre la toma del medicamento y el vómito.

¿Qué debo hacer si mi bebé vomita la medicina?

Si el niño pequeño o el bebé vomita la medicina, hay que considerar varios factores antes de actuar. Ya que la respuesta más adecuada a cada caso, dependerá del tiempo que haya pasado entre la ingesta y el vómito, el tipo de medicamento que estamos administrando y la enfermedad que estemos tratando.

Según el tiempo que haya pasado

Habitualmente decimos que si el vómito se ha producido en los primeros 15-20 minutos de la toma, lo más probable es que el medicamento se haya expulsado en su totalidad con el vómito y se debe repetir la dosis.

Igualmente si ha pasado más de una hora, casi con total seguridad el medicamento ya se había absorbido y no es necesario volver a administrarlo. Entre esos primeros 15 minutos y la primera media hora lo más adecuado sería administrar la mitad de la dosis.

Pero ¿qué hacemos si vomita entre esos primeros 30 minutos y la primera hora? Lo cierto es que no hay una única respuesta. Dependerá de varios factores: ¿Qué tipo de medicamento es y para qué se utiliza? ¿Es un tratamiento etiológico, es decir, ataca a la causa de la enfermedad, o es un tratamiento sintomático, simplemente para aliviar los síntomas?

Según el tipo de medicamento

El tipo de medicamento es importante porque algunos tienen un margen de seguridad más amplio que otros, y no pasa nada si por repetir la dosis excedemos un poco la dosis diaria total. Otros son más delicados en este sentido y si nos pasamos un poco podría producirse una intoxicación.

Como ejemplo conocido tenemos el paracetamol. Uno de los medicamentos más utilizados en la infancia para tratar la fiebre y el dolor. A pesar de ser un medicamento muy seguro, tiene unas dosis máximas diarias que no se deben sobrepasar y si hay que repetir la dosis porque la ha vomitado tendremos que tener en cuenta este factor.

El otro analgésico y antipirético más usado con los peques es el ibuprofeno, que sin embargo tiene un rango de dosis más amplio y se podrían dar dosis más altas en caso de duda con más tranquilidad.

 

El tipo de medicamento también influye en el tiempo que tarda en absorberse después de la toma y el tiempo que se mantiene en circulación en la sangre. Estos datos son muy específicos para cada medicamento, pero en la mayoría de las ocasiones podemos ajustarnos a la norma general de repetir la dosis si el vómito ha sido muy cercano a la toma y esperar a la siguiente si ha pasado más de una hora, administrando la mitad de la dosis si ha pasado un poco menos de tiempo, salvo que el médico haya indicado específicamente otra cosa.

Según la enfermedad que estemos tratando

También dependerá de la enfermedad que estemos tratando. Si es un tratamiento crónico (por ejemplo por un hipotiroidismo, un antihipertensivo o un antiepiléptico), la decisión dependerá de la duración del tratamiento. Al tratarse de un tratamiento diario, si un día vomita la medicación y no repetimos la dosis, es muy poco probable que los niveles en sangre de la medicación bajen tanto como para producir síntomas de la enfermedad.

Con los antibióticos mejor pasarse que quedarse cortos

Cuando damos un antibiótico por ejemplo, es un tratamiento para la causa de la enfermedad y en estos casos debemos asegurarnos de que la cantidad del fármaco disponible es suficiente, por lo que es preferible pasarnos por darle de más que quedarnos cortos y saltarnos dosis.

Cuando se trata de un tratamiento sintomático podemos esperar a ver la respuesta. Si vomita el paracetamol, por ejemplo, podemos esperar un rato y volver a valorar la necesidad de un analgésico o antipirético y si sigue siendo necesario podríamos administrar un tratamiento alternativo o repetir la dosis calculando que, suponiendo que la dosis anterior al vómito se llegó a absorber, no estemos superando la dosis máxima diaria.

Otros tratamientos sintomáticos como los antihistamínicos, por ejemplo, la falta de efecto nos estará indicando también que se puede repetir una dosis que puede haberse expulsado en un vómito.

Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, estaré encantada de atenderte en la Tribu CSC, donde además puedes consultar al resto de miembros de nuestro equipo de expertos en salud materno-infantil y crianza respetuosa.

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