Halloween es una ocasión especial para hacer actividades con los peques. En este post te proponemos algunas ideas sobre juegos de Halloween para pasarlo bien en familia y preparar una divertida velada junto a sus…
Hace semanas que Halloween ha invadido nuestras calles. Los escaparates se llenan de decorados terroríficos. Esqueletos, brujas, arañas y calabazas campan por tiendas y centros comerciales. En la televisión, los anuncios nos recuerdan que no te puedes perder la colección temática de camisetas horripilantes. Los parques de atracciones preparan sus fiestas del terror. En las redes sociales, mil actividades y atrezzo para hacer con los niños. Quizá, incluso en el colegio hayan hecho alguna manualidad al respecto. Pero ¿y si a mi peque no le gusta o le da miedo Halloween?
Y, de repente, las opciones de fiestas de Halloween se empiezan a multiplicar (¡hasta en el colegio les animan a disfrazarse de monstruos!) y piensas si llevar a tu peque a alguna porque el año pasado no le gustó demasiado… A veces, un simple paseo por la calle sirve para ver el ambiente.
A mi peque no le gusta / le da miedo Halloween
Muchos niños disfrutan de todo lo que envuelve a la fiesta de Halloween: los disfraces, el truco o trato, los sustos, las historias de miedo… Sin embargo, para otros muchos esta fiesta no tiene ninguna gracia. Si es el caso de tu peque, es importante saber que es normal que puedan sentir miedo y no querer participar.
El miedo es una emoción que, como las demás, nos permite adaptarnos al entorno. Aparece cuando percibimos un peligro, ya sea real o supuesto. Habitualmente, esta emoción nos provoca incomodidad puesto que es desagradable.
Pensemos objetivamente. Vamos a una fiesta de Halloween con nuestro hijo o hija. En ella hay personas disfrazadas. Es posible que conozca a todos los invitados, pero, entre el maquillaje y el disfraz, no los reconoce. Así que, a efectos prácticos, son desconocidos.
Además, según la edad, puede que aún no diferencie muy bien la realidad de la ficción y, no nos engañemos, todos esos monstruos, fantasmas y zombies no tienen pinta de amigos.
Así, nuestro hijo puede experimentar una reacción de llanto, de huida o, incluso, un ataque de pánico. Son también frecuentes los problemas para conciliar el sueño o las pesadillas los días posteriores.
¿Qué podemos hacer?
Mi recomendación es que, no siendo una actividad obligatoria, no es necesario enfrentar a los niños que sienten miedo ese día a una fiesta terrorífica. Lo que sí podemos hacer, dado que Halloween lo invade todo, es ofrecerles una cara más amable. Algún cuento, decoraciones y disfraces adaptados a la edad o alguna actividad como hacer galletas con forma de calabaza o una fiesta en casa pueden ayudar a ir perdiendo el miedo a la festividad.
Lo que debemos evitar es llevarlos a fiestas con disfraces muy realistas o en las que se cuenten historias o se hagan actividades que no estén adaptadas a la edad. Y, si vamos a ir a una fiesta o taller adaptado, es importante anticipar lo que va a ocurrir diciéndoles que los monstruos que vamos a ver son personas a las que conoce disfrazadas, que se van a hacer juegos, etc.
Si, llegado el momento, notamos que el peque se agobia o empieza a manifestar señales de miedo, le ofreceremos la posibilidad de salir, le preguntaremos si se siente mal y, si es así, ofreceremos la posibilidad de marcharnos.
A mi hijo no le gusta disfrazarse
Mención aparte merece el hecho de que hay niños y niñas a los que no les gusta disfrazarse. Y no pasa nada. No es obligatorio disfrazarse en Halloween. Y, por tanto, debemos respetar su gusto.
Sin embargo, a veces nos da la sensación de que quisieran disfrazarse, pero, por vergüenza o cualquier otro motivo, no se atreven. Si este es el caso, podemos proponer llevar el disfraz en una bolsa por si se anima más adelante o llevar sencillamente algún complemento.
En este tema, como en todos los demás, influye también el modelo que demos. Si a nosotros nos encanta Halloween, preparamos el disfraz semanas antes, organizamos la fiesta, etc. es más probable que a nuestros hijos les encante la idea de celebrarlo. Si, por el contrario, la fiesta de Halloween pasa sin pena ni gloria por vuestra casa, es más fácil que a vuestros hijos no les atraiga.
En definitiva, como padres y madres es importante que entendamos que sentir miedo es normal (los adultos también lo sentimos si vamos a ver una película de terror) y debemos acompañar ese miedo que pueda producirles la festividad de Halloween y todo lo que la envuelve. Y, como siempre, respetarles si no quieren participar en una fiesta que para ellos no es divertida. Y las fiestas, sí o sí, son para divertirse.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional para acompañar las emociones de tus peques, saber acompañarlas con respeto y ayudarles a vencer sus miedos, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa.
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