¿Por qué los pediatras no recomiendan jarabes para la tos?

Artículo publicado el 6 Mar 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 29 diciembre, 2023

Los pediatras se enfrentan a diario con la tos en su consulta. Las infecciones de las vías respiratorias altas son uno de los motivos de visita más frecuentes por patología aguda y la tos es el síntoma peor tolerado no sólo por los niños, sino también por los padres. Por eso en muchas ocasiones estos tienden a administrar jarabes para la tos. No obstante, los pediatras lo desaconsejan.

La persistencia de la tos, aunque normalmente carezca de gravedad, genera mucha angustia en la familia. En ocasiones puede ser tan molesta que impide el descanso nocturno y genera desesperación. Por eso muchos padres se plantean la administración de jarabes antitusígenos para combatirla.

Sin embargo, los pediatras alertan de que estos jarabes no siempre son convenientes ni efectivos, además en ocasiones pueden ser peligrosos para la salud de los más pequeños. Pero, ¿por qué no surten ningún efecto y son contraproducentes? Antes de contestar a esa pregunta, es importante que sepamos qué es la tos, porqué se produce y qué tipos hay.

 

 

¿Por qué se produce la tos? ¿Qué tipos hay?

Según Anna Ferrán, la fisioterapeuta especializada en aparato respiratorio del equipo de Criar con Sentido Común:

“La tos es un reflejo involuntario que se activa como defensa ante acúmulos de mocos y/o para expulsar cuerpos extraños de nuestro sistema respiratorio. Está diseñada para ayudar, no para entorpecer“.

Sin embargo, no todos los tipos de tos son iguales, de hecho no siempre suenan igual. Si el origen de la tos es un catarro, podemos diferenciar dos tipos:

• Tos productiva: la que mueve moco.
• Tos seca: la que no mueve moco

Por ello la tos es un mecanismo de defensa que nos ayuda a liberar a nuestros pulmones de cuerpos extraños a través de las vías aéreas. Sabiendo esto, y por mucho que nos moleste, debemos tener claro que la tos es necesaria y beneficiosa.

 

 

Aparte de la tos catarral, nuestro hijo puede toser porque ha tragado algún trozo de comida u objeto, porque tiene una crisis asmática o por una bronquiolitis. Para el asma, los pediatras prescriben broncodilatadores; si se ha aspirado un cuerpo extraño habrá que sacarlo; si es bronquiolitis será necesario tratamiento de soporte, ya que ningún fármaco ha demostrado que sea útil para el tratamiento de esta infección vírica. Y ¿qué pasa con la tos del catarro común? A esta es mejor controlarla y dejar que siga su curso natural.

¿Cuál es el mejor jarabe para la tos en niños?

¿Qué jarabe es bueno para la tos en niños? Ninguno. Los descongestionantes no deben administrarse a niños menores de seis años y su uso en menores de 12 años debe ser pautado con precaución, según los expertos. Las investigaciones han mostrado que no hay evidencia de que los jarabes alivien síntomas como la congestión o secreción nasal, y lo más preocupante de todo es que su seguridad es muy dudosa.

La propia FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos) de Estados Unidos, que se encarga de regular todo lo relacionado con el ámbito sanitario, no recomienda los medicamentos de venta libre para los síntomas de catarro o resfriado en los niños menores de dos años porque podrían causar efectos secundarios graves y potencialmente mortales. 

 

 

La mayoría de los pediatras advierten de que los niños mejoran por sí solos y de que los medicamentos para la tos o el resfriado no cambian el curso natural de un resfriado ni lo hacen desaparecer más rápido. Sin embargo, todavía muchos padres, preocupados porque sus hijos se encuentren mejor, pueden buscar soluciones en los medicamentos de venta libre (OTC).

¿Por qué no es recomendable dar jarabes antitusígenos a los niños?

¿Qué se le puede dar a un niño para la tos? La mayoría de estos medicamentos para la tos de venta libre en farmacia son mucolíticos o antitusígenos.

• Un mucolítico es un fármaco que actúa sobre la viscosidad de las secreciones mucosas bronquiales, haciéndolas más fluidas y facilitando su expulsión.
• Un antitusígeno o antitusivo es un fármaco empleado para tratar la tos seca irritativa, no productiva. Los antitusígenos son compuestos que actúan sobre el sistema nervioso central o periférico para suprimir el reflejo de la tos.

Como ya hemos comentado, la tos, sobre todo la productiva, es natural y necesaria para que el niño pueda expulsar los mocos y evitar que se queden estancados pudiendo ocasionar otro tipo de patologías más graves. Pero además, no hay estudios clínicos que avalen la eficacia de estos jarabes, ni datos que aporten seguridad. Los jarabes para la tos no sirven de nada. Ni los antitusígenos ni los mucolíticos han demostrado ser beneficiosos en niños, pero sí tienen efectos adversos documentados.

 

 

¡Cuidado con la codeína!

Si hay algún componente para la tos con el que tenemos que tener especial cuidado con los niños es con la codeína. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha prohibido el uso pediátrico de los fármacos con codeína para el tratamiento de la tos en menores de 12 años y en mujeres durante la lactancia. También se desaconseja su uso en menores de 18 años con problemas respiratorios.

Aún son muchos los medicamentos que se venden sin receta y contienen codeína, un alcaloide que se encuentra de manera natural en el opio. Gracias a las conclusiones de recientes estudios, contrariamente a lo que se pensaba, la codeína no es inofensiva. Al entrar en el cuerpo, reacciona con una enzima presente en el organismo y se transforma en morfina, algo peligroso, ya que, además de su toxicidad, puede suprimir la respiración.

A esto hay que sumarle que pueden existir niños que por predisposiciones genéticas (hasta ese momento desconocidas), este efecto puede desarrollarse más rápidamente. Serían lo que se denomina metabolizadores ultrarrápidos, por lo que el riesgo de intoxicación grave por morfina sería mucho más alto.

 

 

¿Estaría justificado el uso de mucolíticos y antitusígenos en casos concretos?

Para la mayoría de los pediatras tanto los mucolíticos como los antitusígenos no son una opción. Pero cada situación particular requiere de una valoración facultativa. En cualquier caso, si a pesar de las consideraciones, pediatra y familia deciden utilizar un tratamiento farmacológico para aliviar la tos del niño, desde la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primera recomiendan:

“Deberemos evitar las asociaciones de antitusivos con antihistamínicos y anticongestivos y reevaluar la situación si la tos persiste. Únicamente trataremos la tos seca de vías altas o de vías bajas sin secreciones, que cree disconfort en el niño y por un periodo de tiempo limitado y no por debajo de los dos años“.

Entonces, ¿qué le doy a mi hijo para que no lo pase tan mal con la tos?

Y ¿cómo calmar la tos de los niños en la noche? No siempre es cuestión de dar o administrar, sino más bien de hacer. Tienes varias alternativas, que pueden aliviar la molesta tos de tu pequeño y conseguir que se sienta más confortable. Lo mejor en estos casos es hidratar bien a los peques con agua y limpiar la nariz con duchas nasales.

También sería útil realizar DRRs (Desobstrucciones Rinofaríngeas Retrógradas), una maniobra inspiratoria forzada destinada a la limpieza de secreciones rinofaríngeas. Recuerda que en nuestra Tribu CSC podrás encontrar orientación sobre cómo sacar los mocos de tu bebé de manera segura, realizar maniobras que alivien el malestar de los más pequeños, realizar nuestros cursos online explicativos de forma gratuita y consultar online a nuestros expertos.

 

 

Si ya no hay mucosidad, la tos puede estar provocada por una irritación de garganta, laringe o tráquea, o incluso por una bronquitis. En estos casos sería conveniente consultar con tu pediatra. Según nuestra especialista en fisioterapia respiratoria, Anna Ferran, si no hay un diagnóstico que necesite medicación, se podría probar:

“Incentivando los lavados nasales para que el goteo post-nasal no sea un activador más de esa tos ya que a veces el moco muy líquido provoca toses no productivas al quedarse muy pegado a las paredes; mirando la humedad del interior de la casa e intentando que esté a entre el 40 y 60% de humedad; o usando nebulizaciones para tratar de humedecer con suero el conducto que puede que esté reseco”.

Con toda esta información ya puedes tener una idea de cómo gestionar la molesta tos de los más peques: qué hacer y qué no hacer. Si tienes más dudas, los especialistas de Criar con Sentido Común estarán encantados de ayudarte. Ahora ya solo queda asumir y normalizar que los niños se ponen malos. En concreto, tendrán entre 6 y 10 catarros al año.

 

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