Laboratorio de verano: Actividades y juegos para hacer en familia

Ya hemos llegado al verano. El curso escolar quedó atrás y nos preparamos para vivir las vacaciones estivales con el firme propósito de pasar ratos divertidos y beneficiosos tanto para nuestros peques como para nosotros. Para llenar estos días en familia, os traemos nuevas actividades para entretener a los peques mientras aprenden.

Actividades para entretener a los peques mientras aprenden

Los peques de Atapuerca

A partir de los 12 meses, los peques garabatean. Poco a poco van aportando intencionalidad a esos trazos y empiezan a crear rudimentarios personajes, casas, coches, cohetes espaciales…

El dibujo es una de las actividades más completas para realizar con nuestros peques ya que no solo mejora la motricidad fina y desarrolla la creatividad, sino que además es la excusa perfecta para favorecer el aprendizaje de nuevo vocabulario, aprender a contar historias y fortalecer el vínculo con ellos.

 

 

Sin embargo, a veces se cansan de dibujar y colorear siempre de la misma manera así que, ¿por qué no añadir un poco de emoción a la tarea? En lugar de colocar el papel encima de la mesa, lo vamos a pegar por debajo de manera que los peques tengan que meterse debajo para poder pintar. Si la mesa es baja, podrán dibujar tumbados en el suelo. ¡Se sentirán como auténticos neardentales!

¿Cómo te sientes?

Ya sabemos que la educación emocional es esencial para que nuestros peques crezcan siendo capaces de identificar sus emociones y gestionarlas de manera adecuada y saludable. El primer paso será poner nombre a esas emociones.

¿Cómo podemos hacerlo? Como siempre a través del juego. Partiremos de las emociones básicas: alegría, ira, miedo, tristeza, asco y sorpresa. Con los más chiquitines los juegos van a ser tan sencillos como imitar gestos de la cara delante de un espejo y nombrar cada una de ellas.

 

 

También podemos crear un juego de memoria. Solo son necesarias unas cartulinas en las que dibujaremos unas caras que representen las distintas emociones. Dos de cada modelo. Se dan la vuelta y… ¡a encontrar parejas!

Los más mayores pueden jugar con esas mismas tarjetas colocándolas en un montón, cogiendo una de ellas y contando alguna experiencia en la que se sintieron así para que los demás adivinen qué emoción es. Por ejemplo, cogen una ficha y dicen “me sentí así cuando se me rompió mi juguete favorito” y los demás tienen que adivinar si fue enfado, tristeza, etc.

Fijaos que con solo unas cartulinas y un rato de juego podemos enseñarles a identificar y nombrar sus emociones a la vez que favorecemos la comunicación en familia y nos conocemos mejor (a veces se nos pasan por alto situaciones que ellos viven de manera intensa y esta es una buena manera de establecer una sólida base de comunicación emocional).

La caja

Lo reconozco. Soy una gran aficionada a las cajas de cartón. Creo que son los mejores juguetes que un peque puede tener. Guardad las cajas de la compra, de los pedidos que hagáis por internet… ¡todas! Y dejádselas a vuestros peques. Ellos sabrán qué hacer.

 

 

En los juegos con cajas, me gusta especialmente dejarles vía libre a la creatividad y unirme al juego que propongan. Si los más chiquitines la utilizan como tambor, les acompaño siguiendo el ritmo. Si las utilizan para guardar y sacar juguetes, lo hago con ellos. Si prefieren convertirla en un coche, les ayudo a dibujar las ventanillas y las luces.

Es increíble la cantidad de cosas que pueden llegar a crear ellos solos así que dejaos sorprender. Eso sí, es importante ser flexibles y estar abiertos a sus propuestas.

El deshielo

El verano es la mejor estación para los juegos con agua. En esta ocasión vamos a seleccionar algunos juguetes pequeños como figuritas o coches para meterlos en un recipiente con agua y congelarlos. Es importante que les expliquemos el proceso paso por paso.

Una vez que se haya congelado, lo sacamos y nos preguntamos ¿qué crees que pasará ahora? Seguramente, si ha observado cómo se derrite un helado, llegarán a la conclusión de que el agua se derretirá al igual que lo hizo el helado. Y cuando, al calor del verano, el agua vuelva a convertirse en líquido, podrán sacar los objetos que metieron. Con esta actividad estaremos trabajando la observación y la paciencia.

 

Pero, si no queremos esperar a que se derrita, también podemos convertirnos en arqueólogos y utilizar los mangos de algún cubierto como si fueran el martillo y el cincel para ir retirando el hielo y encontrar los objetos escondidos. Si escogemos esta modalidad estarán practicando la motricidad fina, la coordinación de movimientos ojo-mano y la concentración y atención a una tarea.

Actividades para entretener a los peques: La verbena

Y para terminar con las actividades de la semana, nada mejor que un poco de baile. Si tu peque es bailongo, le encantará que reservéis algún ratito para bailar en familia. Las posibilidades son numerosas: desde crear una coreografía o hacer un concurso de baile hasta bailar con total libertad.

El baile es una actividad completísima ya que desarrolla el ritmo y el oído musical, mejora la motricidad y el control corporal, les ayuda en la socialización y es un gran canalizador para la expresión de las emociones.

 

 

Ofrecedles diferentes tipos de música y observad cuál les gusta más. Es posible que os pidan repetir la misma canción una y otra vez. Es el peaje que hay que pagar. Así que, música y… ¡a bailar!

Y, la próxima semana, ¡veremos las estrellas!

 

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