El trabajo por turnos y las largas jornadas aumentan significativamente el riesgo de parto prematuro

El trabajo por turnos y las largas jornadas aumentan significativamente las posibilidades de parto prematuro, según un estudio dirigido por la Universidad de Monash.

Se trata de una revisión sistemática y el metanálisis de 37 estudios de 21 países investigaron la relación entre los riesgos físicos del trabajo y el parto prematuro antes de las 37 semanas.

El primer autor del trabajo, Haimanot Abebe Adane, del Grupo de Investigación sobre Vidas Laborales Saludables de la Facultad de Salud Pública y Medicina Preventiva de la Universidad de Monash, declara que esta es la primera revisión que evaluaba una gama tan amplia de demandas laborales físicas.

 

 

Si bien los hallazgos, publicados en Public Health Reviews, plantean preocupaciones, los investigadores inciden en que la mayoría de los roles laborales pueden modificarse para reducir el riesgo.

Riesgo de parto prematuro 63% mayor en trabajos por turnos y 44% mayor en trabajos de más de 40h. semanales

El estudio encontró que las mujeres embarazadas que trabajaban muchas horas, turnos, trabajos físicamente exigentes o trabajos que las exponían a vibraciones de todo el cuerpo, tenían un mayor riesgo de parto prematuro.

Entre las mujeres que trabajan, el riesgo fue un 63% mayor para las mujeres cuyos trabajos incluían turnos, y era un 44% mayor para las mujeres que trabajaban más de 40 horas por semana que para las que trabajaban menos de 40 horas.

 

 

La revisión también encontró evidencia moderada no cuantificable de que los trabajos que implican un alto esfuerzo físico o vibración en todo el cuerpo también estaban relacionados con el parto prematuro.

No hubo evidencia de un mayor riesgo para las mujeres que permanecían de pie en el trabajo durante períodos prolongados o cuyos trabajos requerían levantar objetos pesados, definidos como levantar más de 5 kg a la vez o más de 50 kg en el transcurso de un día.

Amenaza de parto prematuro: Recomendaciones

Las tasas de nacimientos prematuros oscilan entre el 5 y el 18% en 184 países. Se estima que cada año se producen en todo el mundo 15 millones de nacimientos prematuros, lo que provoca 1,1 millones de muertes infantiles.

 

 

Adane dijo que el estudio proporcionó información que podría usarse para prevenir el parto prematuro y sus complicaciones.

“Este estudio es importante porque el nacimiento prematuro se ha relacionado con complicaciones de salud en los niños, como diabetes, hipertensión, enfermedades pulmonares y cardíacas en etapas posteriores de la edad adulta“, afirmó.

El coautor del estudio, Alex Collie, profesor de la Universidad de Monash, dijo que tenía implicaciones importantes tanto para las mujeres embarazadas como para sus empleadores. “Sabemos que el trabajo es generalmente bueno para la salud. No estamos sugiriendo que las mujeres embarazadas no deban trabajar“, aclaró.

“Este estudio muestra que los empleadores de mujeres embarazadas deberían considerar modificar los trabajos que tienen grandes exigencias físicas. La mayoría de los trabajos pueden modificarse de alguna manera para reducir la exposición a las tareas físicas.

También es importante que las mujeres embarazadas que trabajan en trabajos físicamente exigentes sean conscientes de estos hallazgos. Si bien el trabajo de cada persona es diferente, esperamos que el estudio pueda respaldar las conversaciones entre los empleadores y las mujeres embarazadas sobre formas de reducir los riesgos“, añadió.

 

 

La cifra de mujeres que trabajan durante su edad reproductiva ha ido creciendo en las últimos décadas a medida que cada vez más mujeres ingresan al mercado laboral. Además, los autores subrayan que, a medida que ha aumentado el número de mujeres en el mercado laboral, también lo ha hecho el número de mujeres en trabajos físicamente exigentes.

“Necesitamos políticas y procedimientos en el lugar de trabajo que equilibren estos riesgos sin limitar la participación de las mujeres en la fuerza laboral“, manifiesta el profesor Collie.

Los autores pidieron más investigación sobre los riesgos y las posibles acciones.

“Encontramos un solo estudio en Australia, y ese estudio informó datos recopilados el siglo pasado. Los empleos han cambiado sustancialmente en los últimos 20 años, y necesitamos evidencia actualizada para desarrollar políticas efectivas en el lugar de trabajo“, dijo el Sr. Adane.

 

 

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