Nacer con dientes: Los curiosos dientes natales y neonatales

Artículo publicado el 3 Dic 2020 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 10 abril, 2023

Algunos niños, muy pocos, nacen con algún diente en la boca, o le erupciona muy poco tiempo después, en los primeros treinta días. Son los dientes natales y neonatales. A continuación os explicamos lo que implica nacer con dientes.

¿Qué son los dientes natales y neonatales?

Los dientes natales son órganos dentarios que están presentes ya en el nacimiento, y los neonatales son aquellos que erupcionan durante el primer mes de vida. La causa exacta de la existencia de estos dientes es desconocida y su manejo depende de múltiples factores.

 

 

La secuencia de erupción dental sigue un orden cronológico establecido y aunque pueden presentar pequeñas variaciones (dependiendo de factores hereditarios, endocrinos y ambientales), en la dentición primaria se ha reportado la erupción prematura de dientes (sobre todo de los incisivos centrales inferiores) al momento de nacer o en un periodo corto posterior al nacimiento.

La diferencia entre “erupción temprana” y “erupción prematura” es que la primera se debe a cambios endocrinos sistémicos, mientras que la segunda se considera un fenómeno patológico debido a una formación radicular incompleta que ocasiona la exfoliación dental en un periodo corto.

 

 

Es un hecho que sucede con una frecuencia de 1:2000-1:3500; más en niñas que en niños. La presencia de estos dientes es causada por una alteración combinada de los cromosomas 4, 5 y 14. Hay por tanto un cierto componente hereditario en el hecho de nacer con dientes.

En este caso el germen dental está más superficialmente situado en la encía. Normalmente se trata de incisivos inferiores. También es verdad que se ven con más frecuencia en niños con fisura palatina, y con síndromes complejos que afectan a otras estructuras de cara, cabeza y cuello y que requieren un control más exhaustivo por parte del pediatra y del odontopediatra.

¿Afectan a los dientes de leche?

Realmente la erupción de estos dientes no supone una complicación en cuanto al desarrollo del resto de los dientes de leche. Son dientes que al empezar a salir aún no están bien desarrollados. Tienen una raíz pequeña, débil, corta o incluso puede ser que no tengan raíz. La corona se une débilmente a la encía.

 

 

Aunque por fuera pueden parecer “normales”, histológicamente (si los miráramos al microscopio) tienen alteraciones estructurales que los hacen más susceptibles a fracturas, caries, etc. A veces tienen formas, colores y tamaños inusuales.

¿Y qué hacemos? ¿Requieren cuidados especiales? ¿Ocasionan complicaciones?

A estos niños que nacen o que les sale un diente precozmente, es necesario hacerles una radiografía y verificar el desarrollo de la raíz, y ver también si es un diente de la serie normal o si es supernumerario, o sea, extra; comprobar la relación con los dientes adyacentes, y cómo se aprecian radiográficamente el esmalte y la dentina.

 

 

Hay que tener en cuenta que, por ese desarrollo escaso de la raíz, suelen ser dientes que tienen una movilidad anormal, y esto puede dificultar la alimentación, o incluso pueden llegar a desprenderse espontáneamente con el consiguiente riesgo de aspiración.

En este caso, es precisa su extracción para evitar males mayores. Aunque en general, estos dientes no son supernumerarios y están moderadamente estables en la arcada, con lo cual no es necesario retirarlos.

¿Nacer con dientes afecta a la lactancia?

Posiblemente la mayor complicación que pueden dar es la dificultad en la alimentación, ya sea porque hacen heridas en el pezón, ya sea porque se las hacen a sí mismos. Al mamar, estos dientecitos pueden rozar en la cara inferior de la lengua, (donde está el frenillo) o más raramente en la cara interna de la mejilla y hacer una herida importante, que se llama úlcera de Riga-Fede.

 

 

En estos casos puede ser necesario acudir a consulta con el odontopediatra y pulir un poquito los bordes o esquinas que pueda tener el diente; o incluso fabricar un pequeño protector o recubrirlos con algún material para evitar ese roce. Pero si no dan ninguna complicación, que es lo más habitual, el nacer con dientes pasa a ser simplemente una anécdota, aunque en todo caso deban ser revisados cada tres meses por el odontólogo.

Si vuestro bebé ha nacido con dientes y tenéis alguna duda al respecto de su cuidado o algún problema derivado de ello, no dudéis en contactarme a través de la Tribu CSC, donde estaré encantada de atender vuestra consulta.