Actividades para trabajar la educación sexual en preescolar

La educación sexual ha estado en los últimos años en el ojo del huracán educativo. Los planes de igualdad de los centros educativos hace años que abordan estas cuestiones siguiendo las instrucciones de las leyes educativas que rigen en las distintas comunidades autónomas. Hoy nos centraremos en cómo trabajar la educación sexual en preescolar.

Algún partido político propuso hace un tiempo, incluso, imponer un veto parental para que las familias pudieran oponerse a actividades educativas relacionadas con la educación afectivo-sexual en la etapa de Educación Infantil. Pero la educación sexual forma parte de la educación integral que la escuela pública debe ofrecer al alumnado y, lejos de lo que se insinúa desde ciertos sectores, la educación sexual engloba muchos más aspectos que las relaciones sexuales y no pretende incitar a nadie a nada más que a conocer y respetar su propio cuerpo, su sexualidad y la de las demás personas. 

Actividades para trabajar la Educación afectivo-sexual en la etapa de Educación Infantil 

Como decíamos, la Educación afectivo-sexual engloba muchos aspectos relacionados con la sexualidad que no están directamente relacionados con las relaciones sexuales. La sexualidad está presente desde el momento en el que nacemos y abarca conceptos tan diversos como la identidad de género, el sexo biológico, la orientación sexual, la expresión de género… y todos estos aspectos se pueden trabajar y abordar, de manera general, en el día a día de la escuela infantil, a través de charlas, dinámicas, juegos y actividades específicas para trabajar la educación sexual. 

 

 

Veamos algunas ideas para trabajar la educación sexual en preescolar:

Asamblea

En las clases de Infantil, es común comenzar la mañana realizando una asamblea durante la cual se repasan y afianzan conceptos y rutinas. Al contar cuántos niños y cuántas niñas han venido a la escuela estamos trabajando con el concepto de identidad de género. Lo que nos define como niño o niña, como hombre o mujer, no es únicamente nuestra zona genital. Y, aunque en la mayoría de los casos, la identidad de género es coincidente con el sexo biológico, debemos prestar atención si alguno de nuestros alumnos o alumnas manifiesta ser o sentirse de un género distinto al que se le ha supuesto al nacer.

Las partes del cuerpo

Podemos realizar distintas actividades y ejercicios para conocer las partes de nuestro cuerpo. Podemos utilizar muñecos para mostrar y conocer las distintas zonas de nuestra anatomía. Es importante nombrar en clase las zonas genitales por su nombre. Es frecuente que, en cada casa, se le asignen nombres distintos a estas partes del cuerpo. Probablemente, detrás de esta costumbre, se encuentre el tabú asociado a la sexualidad en general.

 

 

Del mismo modo que llamamos codo al codo y mano a la mano; es importante que llamemos a la vulva, el pene y los testículos por sus respectivos nombres. Como en esta etapa aún no está afianzada la lecto-escritura podemos jugar a señalar las diferentes partes del cuerpo que vamos nombrando. Y en el caso de los genitales podemos hacer notar que no todas las personas tienen los mismos.

Diversidad corporal

Para abordar estas y otras diferencias podemos pedirles que traigan imágenes de diferentes personas, pueden ser de su familia o recortes de revistas y periódicos; y construiremos con ellas un mural que podemos titular “Somos diferentes”. Podemos aprovechar este mural para hacer descripciones orales de las diferentes personas centrándonos en la diversidad corporal. Veremos que hay personas altas, bajas, gordas, flacas, rubias, morenas, de pelo largo o corto, liso o rizado, jóvenes o ancianas… y fomentaremos el respeto hacia todas las formas corporales. 

 

 

Rutinas de higiene

Las rutinas de higiene de nuestro cuerpo también son uno de los aspectos que se trabajan durante la etapa de Educación Infantil. Lavar las manos antes de comer, limpiar el pene o la vulva después de orinar o limpiar bien la zona del ano después de defecar, lavarse las manos después de ir al baño… son rutinas que se refuerzan desde la escuela en el día a día. 

Nuestro cuerpo cambia

Otra actividad que podemos hacer es observar las diferencias del cuerpo a lo largo de la vida. Durante la infancia los caracteres sexuales aún no se han desarrollado, así que podemos hacer alguna dinámica en la que podemos invitar a personas adultas de las familias del alumnado a venir a clase para debatir sobre cuáles son las diferencias que existen entre el cuerpo de una persona adulta y el de un niño o una niña. Así, veremos que en la etapa adulta crece vello en algunas zonas del cuerpo en las que no está presente durante la infancia, que las mamas se desarrollan a partir de la pubertad en las personas que tienen vulva y que aparece también el vello facial y el cambio de voz en las personas que tienen pene. 

 

 

Educación sexual en preescolar: De dónde venimos

La curiosidad es una característica innata en el ser humano. Durante la infancia es normal que niñas y niños nos bombardeen con preguntas que, a menudo, nos pueden pillar desprevenidos/as. Y una de las preguntas más frecuentes es “¿de dónde vienen los bebés?”. Hay un cuento que se titula “No le cuentes cuentos” que puede ayudarnos a dar respuesta a las preguntas más comunes sobre el origen de los bebés, cómo se forman, cómo nacen… Podemos pedirles que pregunten en casa cómo nacieron, cómo se alimentaban… incluso podemos invitar a venir a clase a alguna familiar de nuestro alumnado que esté embarazada o tenga un bebé pequeño para contar su experiencia.

Expresiones de afecto

Otro de los aspectos que se pueden y se deben trabajar en la educación sexual en preescolar son las expresiones de afecto. Podemos empezar con una lluvia de ideas de cosas que podemos hacer con nuestro cuerpo. Con esta lluvia de ideas podemos preparar tarjetas de imágenes que representen estas acciones y clasificarlas en agradables y desagradables. Podemos llamar la atención sobre que las expresiones de afecto deben nacer de nuestra propia voluntad y no deben forzarse, ya que el afecto no puede imponerse. Podemos finalizar esta actividad con la lectura del cuento “Marta no da besos”. 

 

 

Estereotipos de género

También es conveniente preparar algún taller para abordar el tema de los prejuicios y los estereotipos de género. Podemos pedirles que recorten imágenes de juguetes o que traigan fotografías de juguetes que tengan en casa. A continuación, podemos hacer una reflexión colectiva sobre si hay diferencias en el tipo de juguetes que suelen tener los niños y las niñas y sobre cómo la publicidad nos condiciona a la hora de elegir. Podemos hacer una actividad similar con las profesiones haciendo ver que también existen profesiones que están más asociadas a uno u otro género. Sin embargo, ni los juguetes ni las profesiones tienen género preestablecido.

Como hemos visto, la sexualidad abarca mucho más que las relaciones sexuales. Si pensamos en educación sexual como talleres para prevenir ETS y embarazos no deseados, es lógico que pensemos que es algo que no corresponde aplicar hasta la adolescencia. Pero, como ya hemos señalado, la sexualidad está presente desde nuestro nacimiento abarcando múltiples campos de expresión, por lo que se hace fundamental iniciar la educación sexual desde las primeras etapas de la escolarización.

 

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