Las familias con al menos dos hijos no pagarán impuestos en Italia

Las tasas de natalidad están cayendo en todo el mundo y en Europa se sitúan por debajo de niveles históricos. Pero en Italia la situación es crítica. Es el país de Europa que más rápido envejece, seguido muy de cerca por España. Por eso la prioridad del gobierno es tomar medidas que incentiven la natalidad dirigidas a la causa principal del problema: el bolsillo de quienes quieren ser padres pero no pueden.

Llamar a los italianos a tener descendencia es el objetivo principal del Gobierno, que añadirá una desgravación de 10.000 euros al año por hijo. El anuncio llega tras el polémico llamamiento a evitar “la sustitución étnica”, tal y como informa “República”.

Situación crítica en Italia: el país envejece más rápido que otros países

En Italia la situación es dramática: los alumbramientos han tocado su mínimo histórico. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística italiano (ISTAT) en 2022 hubo menos de 7 nacimientos frente a 12 fallecimientos por cada mil habitantes.

De seguir este ritmo, se prevé que Italia no pueda mantener una pirámide de población estable, ya que el Índice de Fecundidad (número medio de hijos por mujer) en Italia, es de 1,25. Es decir, las mujeres italianas tienen menos de dos hijos en toda su vida. Atrás queda la tradicional estampa de la familia italiana. Y es que la familia numerosa en Italia ha dejado prácticamente de existir.

Los datos oficiales revelan que la media italiana está por debajo de los dos hijos desde 1980, el umbral que asegura a la población el mantenimiento de su estructura. Las proyecciones del ISTAT auguran un futuro nada halagüeño en Italia si no se invierte la tendencia: en 2070, Italia tendría una población de 47,7 millones de personas, 11,5 millones menos que ahora.

Ante esta situación, la primera ministra de Italia y primera mujer en ocupar este cargo en el país, Giorgia Meloni, ha advertido a los italianos que subir el índice de natalidad es indispensable para mantener la economía italiana. La periodista y política italiana, candidata a primera ministro de Italia, ha convertido el incentivar la natalidad en su país en una de sus mayores promesas electorales, aduciendo la “desaparición” del país y de su identidad.

 

Quella sulla #famiglia è la più grande emergenza che l’Italia deve affrontare. Italia e Europa con gli attuali dati sulla #natalità sono destinate a scomparire. Per questo proponiamo anche che la natalità sia una delle linee di finanziamento privilegiate dell’UE.

📺 #PortaaPorta pic.twitter.com/pdpx1hKd2d

— Giorgia Meloni (@GiorgiaMeloni) November 21, 2019

Pero en plena crisis económica y con un mercado laboral muy precario, no basta con lanzar mensajes patrióticos en redes, es necesario (y urgente) incentivar a la población. De esta forma, su ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, ha presentado un plan de choque para activar la natalidad: eximir de pagar impuestos a las familias que tengan al menos dos hijos.

Llenar los paritorios apuntando al bolsillo: Nada de impuestos con más de un hijo

Es la idea del Gobierno para llenar los paritorios italianos. Y es que en la economía se encuentra el principal obstáculo para quienes quieran tener descendencia en el país. En este sentido, el ministro ha adelantado al diario “Il Foglio” que está ya trabajando para presentar todos los detalles en los próximos días: “En síntesis: nada de impuestos para quien tenga hijos”.

“La propuesta de Giorgetti”, publica el citado periódico, “es esta: presentar antes de un año un bono-familia modelo 110% [alude a la subvención con la que el Gobierno Draghi impulsó las obras de restauración en viviendas para mejorar su calificación energética a cambio de recibir del Estado el 110% de lo gastado en forma de desgravación fiscal]”.

Desgravación de 10.000 euros al año por cada hijo

En Italia Massimo Bitonci, el subsecretario del Ministerio de las Empresas Made in Italy (un ministerio existente en Italia, que sustituye al anterior Ministerio de Desarrollo Económico) ha añadido otro aliciente: “Pensamos recuperar una desgravación de 10.000 euros al año por cada hijo hasta que terminen sus estudios, incluidos los universitarios y sin límites por los ingresos familiares“.

En la actualidad, las familias se pueden restar en la declaración de la renta hasta 950 euros al año por hijo hasta que estos cumplen 21 años y el Gobierno mantiene una ayuda familiar por el primer hijo de menos de un año que consiste en un único pago de 252 euros, en el caso de las familias más pobres, y de 75 euros en el caso de las más ricas. También se pueden beneficiar las que tengan al menos 3 hijos con menos de 3 años. Además hay algunas subvenciones para el pago de la guardería, aunque el problema real es que faltan escuelas infantiles (una situación que también se está dando ya en España).

 

 

La teoría complotista de la extrema derecha italiana

El anuncio de estas propuestas se ha producido poco después de la polémica levantada por la mención del ministro de Agricultura italiano al riesgo de “sustitución étnica” si no se aumenta el índice de natalidad en el país. Francesco Lollobrigida, cuñado de Giorgia Meloni, hablaba de inmigración en un acto sindical cuando exhortó: “¡No nos rindamos a la sustitución étnica!”.

“No podemos rendirnos a la idea de la sustitución étnica… que los italianos tengan menos hijos y que los sustituyamos con otros. Ése no es el camino”, fueron las palabras de Lollobrigida, para escándalo general. Su discurso ha levantado un tremendo debate en el país y a Lollobrigida le llueven las acusaciones y críticas por un discurso calificado de “supremacista” con reminiscencias nazis de los años 30. No en vano, invocan una popular teoría complotista de la extrema derecha, según la cual existe una conspiración para reemplazar la población europea blanca por extranjeros africanos y asiáticos.

Pero aunque el ministro ha intentado aclarar la intención de su mensaje, insistiendo en que lo que quería decir era que los italianos tenían que tener más hijos, la primera ministra ha rematado la polémica declarando “no necesitamos inmigrantes, necesitamos más mujeres que trabajen y que tengan hijos”, según informa “Repú blica”.

Natalidad en Europa: Francia a la cabeza e Italia y España a la cola

Francia tiene la tasa de fertilidad más alta de la Unión Europea, con 1,84 niños por mujer en edad fértil. Le sigue la República Checa, Rumanía e Irlanda. Todos estos países superan la media europea, que no invita al optimismo: 1,53 nacimientos por cada mujer en 2021.

La última estadística del pasado marzo facilitada por Eurostat coloca a Italia en la cola, sólo por delante de España y Malta por número de hijos. Las italianas tienen 1,25, mientras las españolas se quedan en 1,19 y las maltesas en 1,13.

En concreto, la natalidad en España ha registrado su mínimo histórico y en nuestro país muere más gente que la que nace y hay cierre masivo de escuelas infantiles. En 2022 nacieron 7.011 bebés menos que el año anterior.

Según los datos del INE, durante el 2022, se registraron una media de solo 903 nacimientos por día, 79 menos que en 2019. Respecto al 2021, se produjo una reducción del 2,08%, y una reducción del 8,07% en comparación con el año 2019. En diciembre de 2022 nacieron 27.600 niños en España, 929 menos que en el mismo mes de 2021.

 

 

Durante los últimos 7 años la tendencia ha sido a la baja. El número de nacimientos en nuestro país ha ido disminuyendo progresivamente desde 2016 (con 408.734 bebés nacidos) hasta 2021 (con 336.823 nacimientos).

En 2022 han nacido 132.558 bebés menos que las 462.370 defunciones que se produjeron el pasado año en España, según los datos del INE. Ante este panorama, los expertos prevén un futuro sombrío e incierto. En concreto, manifiestan que, de seguir la caída de la natalidad, en 2030 solo habrá 8 alumnos por clase. Los ratios bajarán a mínimos históricos: los colegios perderán 700.000 niños.

Las políticas de natalidad dan sus frutos

El devenir de la natalidad italiana no ha sido una cuestión de “mala suerte”. El transalpino es uno de los países europeos que menos gasta en políticas de fomento de la natalidad. Algunas empresas incluso las penalizan y evitan contratar a mujeres en edad fértil. La “República” incide en que, hasta hace no mucho tiempo, algunas empresas obligaban a las mujeres en Italia a firmar una carta de dimisión al mismo tiempo que su contrato con el compromiso de hacer efectiva su renuncia si se quedaban embarazadas.

 

 

Invertir en natalidad da sus frutos. O, mejor dicho, sus bebés. En países como Alemania, donde durante la última década el Gobierno ha aumentado la inversión en la familia, la fertilidad ha pasado de 1,39 a 1,58 (dato de 2021). En este caso, se han llevado a cabo dos medidas, una universal y otra parental.

La primera consiste en 219 euros al mes para todos después del nacimiento del primer hijo, que se convierten en 225 con el segundo y en 250 con el tercero. Por otra parte, los progenitores alemanes que se encuentran sin trabajo o deciden reducir su horario laboral para cuidar a sus hijos/as cuando nacen también reciben apoyo público: hasta que el pequeño cumple 14 meses de vida, reciben hasta el 65% de lo que dejan de ingresar. Puede ir de un mínimo de 300 euros a un máximo de 1.800 al mes.

Es de señalar también que las recientes y extremas medidas anunciadas en Italia tienen sólo un precedente en Europa: Hungría. El Gobierno húngaro de extrema derecha ha eliminado todos los impuestos a partir del cuarto hijo. Con el tercero, ofrece a las familias un cheque para comprarse un coche con capacidad para 7 personas. Con dos, los beneficios son idénticos a los que concede a las mujeres que se casan en edad fértil, antes de los 40: una hipoteca con el interés por debajo del comercial.