Endometriosis: nuevos descubrimientos científicos nos sitúan a un paso de determinar su origen y conseguir un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz

¿Cómo solucionar la endometriosis? Hasta un 10% de mujeres sufre endometriosis en todo el mundo. En total, hay 2 millones de afectadas solo en España. Sin embargo, apenas conocemos nada de esta enfermedad.

Después de tratar esta dolencia con cirugía o tratamientos hormonales durante décadas, los especialistas se centran en otras vías para lograr el mejor tratamiento para la endometriosis, como la investigación de las causas genéticas de la enfermedad o la integración de datos que hará posible la inteligencia artificial. Los expertos creen que estos caminos, hasta ahora inexplorados, pueden ofrecer nuevas alternativas a las pacientes.

Endometriosis, vivir con dolor físico y emocional toda la vida

La endometriosis es una enfermedad que afecta a 1 de cada 10 mujeres. Además de ser una enfermedad muy dolorosa e incapacitante, la incertidumbre médica que la rodea hace que transcurra una media de 8 a 12 años entre la aparición de los primeros síntomas y el diagnóstico de endometriosis. Por lo tanto, los tratamientos se inician tarde y no consiguen evitar las grandes secuelas de la enfermedad.

Además, debido a que hay tantas endometriosis como mujeres que menstrúan, el tratamiento puede diferir según el caso, por lo que se trata de una enfermedad multifactorial y polimórfica (los síntomas difieren de una persona a otra), lo que complica aún más su diagnostico (de hecho, hay casos en los que puede detectarse, pero no en todos).

 

 

Por otra parte, dado que durante décadas se ha considerado el dolor asociado a la menstruación como algo normal, el diagnóstico de endometriosis se retrasaba durante años, así como su tratamiento. Asimismo, si bien hasta hace relativamente poco tiempo se consideraba la endometriosis como una enfermedad ginecológica, local o pélvica, en la actualidad se sabe que tiene un componente de inflamación sistémico, por lo que precisa ser tratada por un equipo médico multidisciplinar.

Endometriosis y embarazo

La endometriosis es una enfermedad que provoca que el tejido endometrial crezca donde no debe. Ese tejido cubre la parte interna del útero y sirve para albergar un embrión, responde a las hormonas sexuales que producen los ovarios y una vez al mes se vuelve más grueso preparando a la mujer para un posible embarazo.

Pero en las mujeres afectadas de endometriosis, el endometrio engrosado y fuera de lugar provoca dolor que afecta a la vida diaria de las pacientes y a su deseo de ser madres; ya que dificulta las relaciones sexuales y está detrás de muchos casos de infertilidad.

Nuevos avances y pruebas diagnósticas

A pesar de las nuevas investigaciones y los últimos avances, aún hoy en día carecemos de pruebas que nos permitan detectar la enfermedad en su fase inicial. La endometriosis no siempre es detectable por ecografía y los científicos se esfuerzan por hallar métodos poco invasivos para detectar la enfermedad. Hoy en día, la laparoscopia es el examen de referencia para la endometriosis, pero se trata de un examen invasivo, que debe realizarse bajo anestesia general.

No obstante, en la actualidad, tanto los médicos como las mujeres no aceptan que el dolor de la regla como algo “normal”, y se empeñan en conocer las causas y su tratamiento, así como en lograr solucionar la endometriosis con nuevos avances que permiten su detección de forma rápida y poco invasiva.

“Estos resultados fueron muy sorprendentes, porque hemos tratado a muchas mujeres con antibióticos y no han mejorado. Es una pieza más, es provocador e interesante, pero yo sería prudente antes de concluir que los antibióticos pueden servir para tratar la endometriosis”, declara Francisco Carmona, jefe del servicio de Ginecología del Hospital Clínic de Barcelona, para el diario ‘El País’.

Y si bien existen diferencias anatómicas entre las hembras de ratón (que, entre otras cosas, no menstrúan) y las humanas; la relevancia de este trabajo es la de detectar la posibilidad de identificar el vínculo entre los desencadenantes de una inflamación crónica, como las bacterias, y el origen de la endometriosis.

“Es posible que haya unas pacientes predispuestas genéticamente y que inicien esta inflamación por las fusobacterias. Hay muchos estudios sobre el papel del microbioma en esta enfermedad y tenemos ejemplos de dolencias como las úlceras, que se asociaban al estrés antes de identificar la Helicobacter pylori como causa, o el virus del papiloma humano y el cáncer de cuello de útero“, explica Estela Lorenzo, especialista de la Unidad de Endometriosis del Hospital 12 de octubre de Madrid, en ‘El País’.

La genética, determinante para hallar el mejor tratamiento para la endometriosis