Día Internacional de los Derechos de la Infancia: ¿Se respetan o se siguen vulnerando?

El Día Universal del Niño se celebra todos los años el 20 de noviembre y es un día dedicado a todos los niños y niñas del mundo. ¿Sabías que la Convención sobre los Derechos del Niño es el tratado más ratificado de la historia y los estados que firmaron tienen que rendir cuentas sobre su cumplimiento al Comité de los Derechos del Niño? ¿Y que esta convención ya ha sido aceptada por todos los países del mundo excepto EEUU? ¡Increíble!

Los Derechos del Niño: un poco de historia

El 20 de noviembre de 1959, Naciones Unidas aprobó una Declaración de los Derechos del Niño que incluía 10 principios fundamentales, pero no tenía carácter vinculante en el terreno legal. Fueron necesarios 30 años hasta que el 20 de noviembre de 1989 se aprobó el texto final en la Convención sobre los Derechos del Niño, cuyo cumplimiento sería obligatorio para todos los países que la ratificasen.

 

 

Se convirtió en ley en 1990, después de ser firmada y aceptada por 20 países, entre ellos España. Consta de 54 artículos que recogen los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de todos los niños. Además, incorpora 3 protocolos que la complementan:

• Uno relativo a la venta de niños y la prostitución infantil.
• Otro relativo a la participación de los niños en conflictos armados.
• El tercero relativo al procedimiento de comunicaciones para presentar denuncias ante el Comité de los Derechos del Niño.

 

 

El 20 noviembre de cada año se celebra en todo el mundo el Día Universal del Niño, que cada año recuerda la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño en el año 1989.

¿Realmente se respetan estos derechos?

Pues ciertamente aún queda muchísimo camino por recorrer… Si analizamos tan solo lo que sucede en las escuelas, el pasado 5 de noviembre la UNESCO emitió un informe con cifras terribles en relación a la primera celebración del Día internacional contra la violencia y el acoso en la escuela.

 

 

A día de hoy, en 67 países, los castigos corporales están autorizados en las escuelas. Casi un alumno de cada tres ha sido víctima de bullying o acoso por parte de sus compañeros, al menos una vez durante el mes anterior, y una proporción similar ha padecido violencia física.

Además, numerosas investigaciones internacionales arrojan resultados alarmantes en relación al ciberacoso:

• El ciberbullying creció un 70% durante el confinamiento obligatorio.
• Se registró un aumento del 40% en la toxicidad presente en plataformas de juegos en línea (Light, 2020).

Los derechos de la infancia se siguen vulnerando hoy en día en el primer mundo. ¿Por qué parece que los niños son “ciudadanos de segunda”?

Cuando “por un cachete no pasa nada”

El castigo físico debería estar prohibido en todo el mundo. Es perfectamente posible educar sin atentar contra la dignidad humana. Tenemos el don de la palabra y del razonamiento. En España el castigo fue eliminado del artículo 155 del Código Civil, aunque durante un tiempo se mantuvo en el artículo 154 la facultad de corrección “de forma moderada y razonable”.

 

 

Afortunadamente la Ley 54/2007 de 28 de diciembre, de Adopción Internacional, eliminó finalmente la facultad de corrección de los progenitores respecto a los menores, que anteriormente habían disfrutado del “derecho de corrección”, es decir: “la facultad de castigar y reprender de forma moderada y proporcionada a los hijos menores con fines educacionales“.

Sin embargo, es triste ver que parece que algunas familias aún no son conscientes de esto y creen que el castigo es una cuestión del ámbito familiar y privado, o que incluso normalizan el “cachete a tiempo” diciendo que así se ha hecho siempre y “no hemos salido mal”.

 

 

¿Por qué es más fácil denunciar el maltrato animal o incluso el maltrato a la mujer, y, sin embargo, si vemos en la calle a un padre o madre dando un cachete a su hijo no decimos nada pensando que es un tema familiar y no un delito?

En las aulas…

Mucho habría que plantearse también en los colegios…

• Por ejemplo, ¿por qué se siguen sin respetar los procesos madurativos como el control de esfínteres y fuerzan a niños, de incluso menos de tres años, a ir obligatoriamente sin pañal o se niegan a cambiarlos?
• ¿Por qué en muchos colegios el campo de fútbol ocupa un área tremendamente grande de la zona de recreo y solo se alienta a los niños varones a usarlo, en lugar de fomentar equipos mixtos para que las niñas participen también de esta actividad deportiva y no vean su espacio reducido al mínimo?

 

 

• ¿Por qué en algunos colegios no hay jabón o papel o no cierran las puertas de los lavabos de los niños? ¿Dónde quedó su dignidad?
• ¿Por qué si un niño pega a otro se oculta o se les obliga a “hacer las paces” y, sin embargo, que un niño llegara a pegar a un profesor sería algo completamente inconcebible?
• ¿Por qué se sigue cargando a los niños de deberes sabiendo que fomenta tremendamente la desigualdad social?

Tal y como dice Rosa Jové, el artículo 31 de la convención de los derechos del niño dice que un niño tiene derecho a jugar, pero no hay ningún artículo que diga que un niño tiene derecho a hacer deberes… Por tanto, si un niño tiene que hacer alguna tarea de deberes, esto debería ir después de haber garantizado su derecho a jugar.

 

 

¿Cuáles son las razones para no ratificar la convección de los derechos de la infancia?

Desde 1990, los 195 estados reconocidos se han ido sumando a la firma a lo largo de los años, aunque hubo tres que se negaron a dar el visto bueno final: Somalia, Sudán del Sur y EEUU. ¿Las razones? Quién sabe, pero tristemente da mucho que pensar… En el año 2013, BBC mundo contactó al Departamento de Estado en Washington, a UNICEF y a una entidad que se oponía.

 

 

Estados Unidos es reacio a firmar tratados internacionales en defensa de los derechos humanos o la protección del medio ambiente. Es curioso observar que en muchas ocasiones participa activamente en su elaboración, pero luego le cuesta firmar el compromiso.

En este caso se ha tratado de defender una “cuestión de soberanía”, algunas voces decían no estar de acuerdo con que los encargados de la Convención ofreciesen:

Instrucciones y recomendaciones a varios países para que eliminen el castigo corporal, para que los padres ni siquiera puedan disciplinar a sus hijos con una nalgada o para que los niños tengan una voz en su instrucción religiosa.

Tremendo…

Aún queda mucho que luchar por los niños. 

Luchemos.

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