#YoTambienSufriASI, contra el tabú en torno a los abusos sexuales a menores

En Francia ha surgido un nuevo Me Too, esta vez motivado por el libro de Camille Kouchner, La familia grande. En él saca a la luz los abusos que sufrió su hermano gemelo en la adolescencia por parte de su padrastro, el politólogo Olivier Duahmel. Pertenecientes al colectivo feminista Nous Toutes, han creado este sábado la etiqueta #MeTooInceste como una manera romper el tabú que hay en torno a los abusos sexuales a menores.

Desde entonces, miles de mensajes acompañados de #MeTooInceste han salido a la luz, convulsionando la sociedad gala. Este movimiento pone sobre la mesa el silencio y tabú que todavía existe en torno a los abusos sexuales en la infancia. Y también enseña que este drama está en todos los estratos sociales, incluido los círculos políticos e intelectuales más influyentes, en este caso franceses. Pero que es fácil imaginar que podría ser extrapolado a otros países, incluido España.

#YoTambienSufriASI, visibilizar los abusos sexuales a menores es el primer paso para ayudar a las víctimas y acabar con ellos

Por eso, en España también necesitamos un movimiento #YoTambienSufriASI, en el que poder sacar del ostracismo, el silencio y el ocultamiento esta plaga silenciosa. Una pandemia mundial de la que no se habla, para la que no se invierte en una “vacuna”, de la que se deja sin asistencia a sus víctimas muchas veces. Una pandemia con secuelas graves que aunque afecta en mayor medida a mujeres, no son pocos los hombres que también lo han sufrido.

Vivir episodios de abuso sexual en la infancia puede interferir en grandes áreas de nuestra vida, incluida la maternidad y la paternidad. En las mujeres, muchas veces salen a la luz en el embarazo, un evento que reactiva el conflicto oculto. Los cambios corporales y el parto pueden activar eventos ocultos o disociados. En los hombres, puede provocar un distanciamiento del bebé. El miedo a hacer lo mismo a sus hijos genera mucho sufrimiento.

Podríamos enumerar un largo listado de problemas psicológicos y emocionales tras los que en un alto porcentaje, puede estar el abuso sexual, entre otras variables. Sacarlo del silencio y el ostracismo puede que ayude a entender que no es algo marginal, que no es algo que ocurra solo en algunos estratos sociales.

Qué es algo más generalizado de lo que estamos dispuestos a reconocer. Puede que también ayude a ofrecer referentes y modelos de resiliencia, de cómo afrontarlo y enfrentarlo. De encontrar el apoyo que no tuvieron en su momento. Quizá nos ayude a ofrecer ayuda a los mínimos síntomas. A dar un paso al frente cuando tengamos sospechas de que un/a menor de nuestro entorno sufre abuso. Quizá nos ayude a dar la cara por él o ella.

Quizá ayude a entender que el responsable del abuso siempre es la persona adulta, la inmensa mayoría hombres. Que hay una desigualdad de poder importante. Que hay manipulación, y seducción perversa para atraer al menor. Que un menor no es libre de elegir mantener relaciones sexuales con un adulto. Que no hay nada malo en un menor que ha sufrido abuso.

Puede que también ayude a entender que las personas que abusan de menores, generalmente hombres, tienen un sistema de creencias, de prejuicios, sistema de valores, que les hace ver que el adulto tiene poder de decidir por ese menor. Que manipula a esa menor para su propia satisfacción egocéntrica. Qué es el adulto el que se pone en posición de manipular a los demás para su propia satisfacción.

Por todo esto y mucho más, debemos sumarnos a la propuesta de nuestra compañera Mamen Bueno, y promover un #YoTambienSufriASI en España que se sume al movimiento francés #MeTooInceste.

Las cifras así lo requieren. Las estimaciones de Save the Children, arrojan datos escalofriantes, el 23% de las niñas y un 15% de los niños sufre abusos sexuales antes de los 17 años en España. Y lo más duro es que se cree que solo nos acercamos a vislumbrar la punta del iceberg: el 80% de los abusos son ocultados ya que están dentro del ámbito familiar.

Pongamos voz al silencio. #YotambienSufriASI