Viajar seguro con niños: Precauciones con la alimentación

¿Tenéis previsto un viaje a un destino extranjero con vuestros peques? Pues este post os interesa porque en él vamos a repasar algunas de las precauciones con la alimentación que debéis seguir para evitar que el viaje se convierta en una pesadilla. Y nos centraremos en la diarrea, que es una de las enfermedades más frecuentes en niños y viajeros.

Diarrea y viajes

El Ministerio de Sanidad cuenta en su web con algunos de los aspectos más importantes relacionados con los viajes, entre ellos las precauciones que se han de tomar con la alimentación. Entre las enfermedades y riesgos sanitarios que enumera destaca la diarrea del viajero. 

Se trata de una enfermedad autolimitada (es decir, que suele resolver nuestro propio cuerpo) y que se caracteriza por el aumento de evacuación intestinal (con o sin dolor abdominal), náuseas, fiebre y malestar variable. Y, como es lógico, interfiere en el viaje. Sanidad señala que hay destinos de mayor riesgo: los países en desarrollo de América Latina, África, Oriente Medio y Asia.

 

 

Si nuestro hijo es un bebé (si es un recién nacido se recomienda esperar unos 15 días para viajar en avión, y un mes si es un viaje largo, como explicamos en este post sobre el primer verano del bebé), puede ser difícil diferenciar si se trata de diarrea. Un bebé de pecho puede realizar de 8 a 1o deposiciones diarias semilíquidas los primeros meses. Pero a partir de los dos años es raro que hagan caca más de tres veces al día.

Precauciones en la alimentación antes de viajar con niños en avión

Antes de iniciar nuestro viaje hemos de tomar precauciones de todo tipo y realizar una serie de preparativos para que viajar con niños sea una experiencia positiva. Como hablamos principalmente de viajes internacionales, asumo que el medio de transporte será el avión. Y, en este caso, también hay que tomar precauciones en cuanto a la alimentación. 

En el caso de los bebés en periodo de lactancia o alimentados con biberón, hay menos complicaciones. ¡El pecho mantiene la temperatura idónea para la leche! Y en el caso del biberón, las compañías aéreas admiten llevar en la cabina la leche en un termo o se puede pedir a los asistentes de vuelo que calienten el agua para prepararlo.

 

 

Para los mayores de un año (para los que la leche materna o artificial ya no es el principal alimento), también es posible transportar ciertos alimentos en tupper como potitos o incluso llevar zumos. Si esta es nuestra opción, es importante no romper la cadena de frío.

No obstante, es recomendable consultarlo con la compañía aérea en cuestión para no llevarnos ninguna sorpresa. Algunas aerolíneas tienen menú infantiles, pero no siempre ofrecen opciones saludables, ¡algunas veces los platos infantiles son incluso muy poco saludables!

En la preparación del viaje, por otro lado, también tenemos que tener en cuenta que si viajamos con niños hay que transportar un botiquín infantil.

“Los cambios de agua y alimentación pueden favorecer vómitos o diarrea o, por el contrario, estreñimiento. Es recomendable tener disponible alguna solución rehidratante en sobres, de las que se preparan con agua, en caso de vómitos y diarrea, y supositorios de glicerina por si aparece estreñimiento”, explica la pediatra del equipo de Criar Con Sentido Común, Gloria Colli.

 

 

Algunas precauciones con la alimentación cuando viajamos

Además de los siguientes consejos, no debemos olvidar lavarnos siempre las manos antes de manipular la comida, ya que son un importante vehículo de transmisión de bacterias. Lo mejor es hacerlo con agua y jabón, pero si no disponemos de agua potable, podemos usar toallitas desechables o geles a base de alcohol. 

Alimentos sólidos

Una vez llegados a nuestro destino, debemos tomar algunas precauciones concretas con respecto a los alimentos sólidos. Entre los consejos que aporta el Ministerio de Sanidad se encuentran los siguientes:

• Evitar los alimentos cocinados que se hayan mantenido a temperatura ambiente durante varias horas.
• Comer sólo alimentos que hayan sido cocinados totalmente y todavía estén calientes.
• Evitar los alimentos no cocinados, a excepción de las frutas y verduras que se pueden pelar y evitar las frutas con la piel no íntegra.
• Evitar los alimentos que contengan huevos crudos o poco cocinados.
• Evitar los alimentos vendidos en puestos callejeros.
• Evitar los helados de origen no seguro, zumos y batidos.
• En los países donde el pescado y el marisco puedan contener biotoxinas venenosas, se debe buscar consejo local.

 

 

Agua y otras bebidas

En cuanto a líquidos, Sanidad aconseja:

• Hervir la leche no pasteurizada (cruda) antes de consumirla.
• Hervir el agua de bebida si su seguridad es dudosa o utilizar filtro homologado o agentes desinfectantes.
• Evitar el hielo a menos que haya sido preparado con agua segura.
• Evitar cepillarse los dientes con agua del grifo.
• Las bebidas frías, embotelladas o envasadas normalmente son seguras, siempre que estén bien cerradas; las bebidas calientes son seguras.

 

 

¿Qué hacemos para tratar la diarrea en los niños en un viaje?

Al ser una enfermedad autolimitada, poco podemos hacer contra ella. Pero, al igual que cuando se produce una gastroenteritis en niños, lo más importante es asegurarnos de que nuestro peque está hidratado. “Los niños más mayorcitos son capaces de comer y beber según sus necesidades”, explica Gloria Colli, así que “el riesgo es mayor en bebés y niños pequeños”.  

Y el agua sola no es suficiente para rehidratar. Con la diarrea, al igual que con los vómitos, se pierden azúcares y sales minerales. Por ello, es importante llevar en nuestro botiquín soluciones rehidratantes que “contienen las cantidades adecuadas de sales y azúcar y la correcta combinación de estos ingredientes favorece que el agua se absorba mejor”. Para disolverlas, eso sí, hay que asegurarnos de que el agua es embotellada, ha sido hervida o tratada previamente. 

 

 

Si la diarrea dura más de tres días, presenta sangre en las heces y viene acompañada de vómitos y fiebre, es importante acudir al médico. Como medida preventiva también deberíamos informarnos previamente de qué tipo de asistencia sanitaria podemos tener, si la necesitamos; y si es necesario realizarnos algún seguro médico de viaje.

En cualquier caso, si tenéis más dudas sobre qué precauciones con la alimentación debéis tener para viajar, podéis recurrir al equipo de profesionales de Criar Con Sentido Común. Es gratis para los miembros de la Tribu CSC. 

 

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