¿Qué verduras no pueden comer los bebés para evitar el fatal Síndrome del bebé azul?

Artículo publicado el 8 Jun 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 6 abril, 2023

El síndrome del niño azul es una situación clínica grave que tiene lugar cuando la hemoglobina de los hematíes es oxidada a metahemoglobina. Afecta a los niños, originando la aparición de una coloración gris-azulada en la piel y se asocia al consumo de verduras de hoja verde.

Con seis meses pueden comer de todo, salvo tres excepciones

Lejos de las antiguas recomendaciones de los pediatras con pautas estrictas para introducir los alimentos poco a poco, la recomendación ahora es muy diferente: retrasar los alimentos incrementa el riesgo de padecer alergias.

 

 

Así que cuando comienzan la alimentación complementaria a partir de los seis meses, los bebés pueden comer de todo salvo tres excepciones:

• Los grandes pescados como el atún rojo o el pez espada por su alto contenido en mercurio.
• Los frutos secos enteros por el riesgo de atragantamiento (pero se los podemos ofrecer machacados sin problema).
• Las verduras de hoja verde por su alto contenido en nitrato.

Pero, ¿de qué verduras hablamos?

Las verduras de hoja verde prohibidas para los bebés

Durante el primer año de vida, la leche materna o de fórmula sigue siendo el alimento principal del bebé. A partir del sexto mes se unen las frutas y las verduras, las proteínas (carne, pescado, huevo), las legumbres o los cereales. Y pueden comer prácticamente de todo desde ese momento. De hecho, la Asociación Española de Pediatría explica que retrasar la introducción de determinados alimentos puede aumentar el riesgo de alergias.

Sin embargo, hay una excepción en el caso de las verduras de hoja verde como las espinacas, las acelgas o la borraja. El motivo es su alto contenido en nitrato que se encuentran de manera natural en los vegetales y, especialmente, en los de hoja verde.

¿Qué es la metahemoglobinemia? Aunque en sí mismo el nitrato no es tóxico, sí lo es al reducirse en nitritos en el cuerpo humano. Su alta concentración puede producir metahemoglobinemia, que se caracteriza por la reducción de la capacidad de transportar el oxígeno a los tejidos.

 

 

La hemoglobina es la encargada de transportar el oxígeno desde los pulmones a las diferentes células. Además, la hemoglobina contiene hierro pero, la presencia de nitritos altera el hierro de la hemoglobina, lo que se conoce como metahemoglobinemia.

Esta afecta en especial a los bebés en lo que se conoce como cianosis o síndrome del bebé azul. Su nombre se debe a que el bebé sufre dificultades respiratorias que provocan que los labios y la piel se pongan de color azul.

No solo eso, también produce debilidad y acelera el ritmo cardíaco. En caso de que se producen niveles de metahemoglobina en sangre superiores al 50% puede tener consecuencias muy graves.

A ello se suma que el estómago del bebé no produce gran cantidad de ácido durante los primeros meses de vida. Por ello, puede aumentar la presencia de bacterias en el intestino, favoreciendo que los nitratos se conviertan en nitritos rápidamente.

 

 

Hay que tener en cuenta también que la exposición de los nitritos al calor facilita la aparición de nitrosaminas, potencialmente cancerígenas. Sin embargo, la vitamina C presente junto a los nitratos en los alimentos, protege frente a esta mutación.

¿Cuándo dar verduras de hoja verde a un bebé?

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda que los niños menores de tres años no consuman borrajas, mientras que las espinacas y las acelgas quedan restringidas durante el primer año de vida.

La realidad es que, además de socorridas, las verduras de hoja verde son una fuente de vitaminas y minerales. Por ejemplo, las espinacas cuentan con vitamina A, B1, B2, B6 y ácido fólico, C, K y E, y minerales como el manganeso, magnesio, hierro, cobre, potasio, calcio, fósforo y zinc, además de fibra.

De ahí que, aunque esta sea la recomendación general, la AESAN no descarte por completo su consumo. Así, explica que si se ofrecen espinacas o acelgas a niños de entre seis y 12 meses, no se deben superar los 35 gramos al día. Sin embargo, la Asociación Española de Pediatría sí recomienda en su guía Protocolos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición retrasar su consumo hasta los 12 meses.

 

 

Más allá del año, nuestros pequeños sí podrán consumir espinacas y acelgas, aunque en ningún caso deben exceder de una ración diaria de unos 45 gramos. Eso sí, si los menores de tres años sufren problemas gastrointestinales o bacterianos, no deben consumirlas.

En cualquier caso, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) advierte de la importancia de un almacenamiento correcto de las verduras cocinadas. Así, la preparación de estas verduras en purés conservados a temperatura ambiente durante más de 24 horas puede dar lugar a la conversión de los nitratos en nitritos in situ, aumentando por tanto el riesgo de sufrir metahemoglobinemia.

¿Se pueden tomar las espinacas crudas? Es cierto que al cocinarlas pierden concentración de vitaminas, pero permiten una mejor absorción del hierro y el calcio. Y es precisamente el hierro el que ayuda al transporte el oxígeno y en la producción de hemoglobina. Por ello, se recomienda cocinar las espinacas y acelgas cuando se vayan a consumir. Y si sobran, hay que guardarlas en el frigorífico cuanto antes.

Suspenso en consumo de frutas y verduras

Más allá de las verduras de hoja verde, lo cierto es que los niños españoles no consumen las frutas y verduras diarias recomendadas. Es la conclusión a la que ha llegado la OMS en la cuarta ronda de la Iniciativa europea de vigilancia de la obesidad infantil, donde explica que solo un 29% de los niños españoles toma fruta todos los días.

En el caso de las verduras, el dato es aún peor: solo uno de cada 10 menores toma verduras diariamente en España, situándose en el último lugar de los 23 países europeos analizados.

 

 

Sobre cuántas raciones diarias de frutas y verduras, no hay consenso. Si en 2017 un estudio del University College de Londres subió esa cifra hasta las 10 raciones, el estudio Fruit and Vegetable Intake and Mortality: Results From 2 Prospective Cohort Studies of US Men and Women and a Meta- Analysis of 26 Cohort Studies publicado en la revista de la Asociación Americana del Corazón en 2021 la sigue dejando en cinco, que equivaldrían a tres raciones diarias españolas. Unos números que aún se sitúan muy lejos de alcanzar por los niños y niñas españoles.

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