Los bebés son vulnerables a la varicela antes de lo que se pensaba, según un estudio

Hasta ahora se pensaba que los bebés estaban protegidos contra el virus de la varicela hasta los 15 meses, momento en el que se procede a su vacunación, pero según nuevos hallazgos esto no es cierto. De hecho, en algunos casos, los bebés pueden correr riesgo de infección al mes de vida.

Los hallazgos del reciente estudio de un grupo de investigadores la Universidad de Toronto, publicados en la revista PLOS One, están en línea con investigaciones anteriores que indican que el nivel de anticuerpos que los bebés reciben de sus madres al nacer desaparece rápidamente.

El 80% de los bebés es susceptible a la varicela a los 3 meses y el 100% a los 6 meses

Por lo general, “los anticuerpos transferidos a través de la placenta durante el embarazo protegen a los bebés contra muchas enfermedades infecciosas cuando nacen, incluido el virus de la varicela”, dice Shelly Bolotin, directora del Centro de Enfermedades Prevenibles por Vacunación (CVPD), científica en Public Health Ontario y profesora de la Escuela de Salud Pública de Dalla Lana y del Departamento de Medicina de Laboratorio y Patobiología de la Universidad de Toronto.

“Sin embargo, nuestra investigación encontró que esa protección se desvanece rápidamente, dejando a los bebés vulnerables a la infección durante muchos meses antes de que sean elegibles para la vacuna contra la varicela, que en Ontario [y en España] se administra a los 15 meses“, añade la especialista.

Utilizando muestras recolectadas en el Hospital para Niños Enfermos (SickKids) en Toronto, los investigadores observaron los niveles de anticuerpos en muestras de sangre de 187 bebés de hasta un año de edad.

 

 

Descubrieron que los anticuerpos que protegen contra la varicela desaparecían rápidamente y que casi el 80% de los bebés eran susceptibles a la infección a los 3 meses de vida. A los 6 meses, todos los bebés estudiados eran susceptibles a la infección por varicela. En algunos casos, eran susceptibles incluso con apenas 30 días de vida.

Varicela en bebés sin vacunar: ¿Qué pasa si a un bebé le da varicela?

La varicela es provocada por el virus llamado varicella-zoster. Este virus también puede causar una erupción cutánea dolorosa llamada herpes zóster. Una vez que una persona ha tenido varicela, el virus permanece inactivo en el sistema nervioso por el resto de la vida. El virus se puede reactivar más adelante y causar herpes zóster. Además de ser una enfermedad enormemente molesta, es muy contagiosa y, en ocasiones, puede causar complicaciones.

La autora principal de la investigación, Michelle Science, miembro del CVPD, consultora de enfermedades infecciosas, asesora médica para la prevención y el control de infecciones en SickKids y profesora en la Facultad de Medicina de Temerty, señala que los bebés tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones que los niños mayores y son el grupo de edad con mayor probabilidad de ser hospitalizados.

“Aunque muchas personas piensan que la varicela es una infección infantil leve, y generalmente lo es, puede causar complicaciones como infecciones de la piel, neumonía o inflamación del cerebro, particularmente en niños pequeños“.

¿Cómo saber si un bebé tiene varicela?

 

 

Pero ¿cómo saber si tu bebé tiene varicela? Varios virus pueden confundirse fácilmente con el la varicela-zoster. Por ejemplo, en los bebés muy pequeños, y al principio de la enfermedad, a veces no hay forma de cómo saber si es varicela o picaduras. Por ello, es recomendable acudir al médico si apreciamos algunos de los síntomas.

Síntomas de varicela en bebés: Varicela, cómo empieza

Lo más característico de la varicela es la clásica erupción en la piel, pero NO suele comenzar así, sino con fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta o dolor de estómago. Estos síntomas duran unos pocos días y la fiebre se mantiene entre 38.3 ° y 38.8 °C.

En el caso de los bebés, que no pueden decirnos qué les duele, en una primera etapa, y hasta la aparición de las reconocibles ampollas, podemos notar que tienen fiebre, se muestran irritados, pierden el sueño y el apetito y manifiestan malestar llorando.

Días después de la fiebre aparece una erupción de la piel roja y con picazón, y suele empezar en el abdomen o en la espalda y el rostro. Después, se extiende a casi todo el resto del cuerpo, incluido el cuero cabelludo, la boca, los brazos, las piernas e incluso los genitales.

La erupción comienza como pequeñas ronchas rojas que parecen espinillas o picaduras de insectos. Aparecen en oleadas durante 2-4 días. Después se transforman en ampollas de paredes delgadas y llenas de líquido. Luego las ampollas se rompen y dejan heridas abiertas. Estas finalmente forman una costra que se seca y se pone de color marrón.

Todas las etapas de la erupción de la varicela (ronchas rojas, ampollas y costras) aparecen al mismo tiempo en el cuerpo. La erupción puede extenderse más o ser más grave en niños que tienen el sistema inmunitario debilitado o trastornos de la piel, como dermatitis atópica o eczema.

 

 

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Cómo se produce el contagio

La varicela es muy contagiosa. La mayoría de los niños que tienen un hermano enfermo también se enfermarán (si aún no han tenido la infección o no han recibido la vacuna) y tendrán síntomas aproximadamente 2 semanas después de que el primer niño haya presentado los síntomas.

Una persona con varicela puede diseminar el virus a través de las gotas de saliva que exhala en el aire al toser o estornudar y a través de las mucosidades, la saliva o el líquido de las ampollas.

La varicela es contagiosa desde aproximadamente 2 días antes de que aparezca la erupción en la piel y hasta que las ampollas han formado una costra.

 

 

Algunas personas tienen más riesgo de sufrir complicaciones por la varicela: las mujeres embarazadas, los recién nacidos de madres que tenían varicela, los pacientes con leucemia, los niños que están tomando medicamentos inmunodepresores y cualquier persona que tenga problemas en el sistema inmunitario, como algunas personas mayores.

Por estos motivos, los niños y niñas enfermos deben quedarse en su casa y descansar hasta que desaparezca la erupción en la piel y se sequen las ampollas, lo que sucede en aproximadamente una semana.

Una persona con herpes zóster puede transmitir la varicela (pero no el herpes) a otras personas que no han tenido varicela o no han recibido la vacuna.

Vacuna varicela en niños

Los expertos recomiendan la vacuna de la varicela como la mejor forma para prevenir la infección en niños y posteriores complicaciones en la edad adulta. De hecho, los niños y niñas que han recibido la vacuna de la varicela tienen muchas menos probabilidades de desarrollar herpes zóster cuando son mayores.

Vacunarse también ayuda a reducir el número de casos de varicela en todos los grupos de edad de una comunidad, incluso en aquellos que son demasiado jóvenes o demasiado mayores para vacunarse.

 

 

La vacuna contra la varicela ya forma parte de la vacunación infantil de rutina en varios países, incluidos Canadá, Australia, Alemania, Estados Unidos y España.

Vacuna varicela adultos

Science sostiene que los resultados obtenidos pueden ser útiles tanto para las familias como para los médicos, quienes deberían pensar en la varicela cada vez que vean una erupción, incluso en un bebé pequeño, y en la evaluación del riesgo de infección de un bebé si está expuesto a un caso.

Asimismo, la experta recomienda la vacunación en adultos que conviven con bebés y niños muy pequeños:

“Los resultados de nuestro estudio confirman que todas las personas que rodean a un bebé deben estar protegidas de la varicela, ya sea porque estuvieron infectadas previamente o mediante vacunación”, afirma la investigadora.

Asimismo, los autores del estudio subrayan que se necesita más investigación sobre los diferentes datos demográficos y si factores como la lactancia materna o la edad de la madre influyen en los niveles de anticuerpos del bebé.

 

 

Mientras tanto, inciden, este estudio es un recordatorio de la importancia de las vacunas: “La vacunación no se trata sólo de protegerse a uno mismo, sino también de proteger a su familia, amigos y vecinos”, afirma Bolotin. “Nuestro estudio muestra además cómo vacunarse puede proteger a algunos de los miembros más vulnerables (y en este caso, los más nuevos) de nuestra sociedad”.

 

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