No es la primera ni será la última vez (estoy seguro) que veo en la prensa una noticia que habla de la muerte de un bebé en la cama de los padres y advierte de…

¿Somos capaces de ponernos en el lugar de nuestra pareja durante el embarazo? La empatía con la pareja es básica para comprender cómo se siente el otro y dejarle su espacio cuando llega el bebé, para que estreche los lazos y la crianza sea conjunta, positiva y con mucho amor.
Positiva. La prueba es positiva. Y un millón de sensaciones inunda a la futura madre. Inmediatamente se toca la tripa y sonríe. No puede dejar de sonreír y se pregunta cómo será. Cómo cambiará su cuerpo y qué sentirá cuando salga de él y lo tenga en brazos. Entonces mira a su pareja, que también sonríe. ¿Cómo se sentirá ella? ¿En qué momento es consciente de ello? No va a notar ningún cambio físico ni lo sentirá dentro de su cuerpo. ¿Cómo es ese proceso?
Cómo vive cada parte la noticia del embarazo
«Eres consciente de que va a haber un cambio desde el momento en que empiezas a buscar al bebé. La paternidad no es física pero genera la misma incertidumbre y dudas. ¿Seré buen padre?». Como explica Pablo, el padre de 3 preciosas niñas. La noticia de un embarazo genera felicidad pero también provoca vértigo. A partes iguales.
Sin embargo, la madre comienza a analizar cada sensación física, a imaginar cómo será su bebé, cómo cambiará su cuerpo. La pareja no tiene esa constancia física, pero sí necesita su proceso de reflexión para asimilar que a partir de ahora asume una gran responsabilidad: criar a un niño.
Y en medio de esa reflexión, llega la noticia al ámbito familiar y al entorno. Y todo son felicitaciones, pero también otras dudas: ¿qué se espera de mí? ¿cuál va a ser mi papel? ¿seré cómo mi padre? Y ahí puede llegar el abismo. Hay muchas personas a las que la presión les puede llevar a sentir verdadero miedo y si nos falta empatía ese miedo puede convertirse en auténtico terror.
La empatía con la pareja durante el embarazo
«Yo no era el que vomitaba pero lo pasaba mal. Sin embargo, recuerdo sobre todo las partes buenas. La primera ecografía, escuchar su corazón. Sentí alegría y felicidad. Mi papel era el de acompañante«, recuerda Pablo. Efectivamente, los cambios físicos y mentales que sufrimos las madres durante el embarazo son muchos, y necesitamos el apoyo de nuestra pareja y de nuestro entorno.
Son momentos únicos que estrechan la intimidad entre ambos y que ayudan a asimilar que los primeros cambios no son más que el inicio de un camino con curvas. Se toman muchas decisiones que van desde el nombre a algo tan básico como la habitación del bebé.
Por lo general, se ha estudiado en profundidad cómo es el embarazo y los cambios que produce. Pero el cerebro masculino también cambia durante el embarazo. Comienza a producir menos testorena y más prolactina. Lo analiza, por ejemplo, la psiquiatra estadounidense Louann Brizendine en su libro «El cerebro masculino», donde señala que ese aumento de prolactina favorece el desarrollo de una especie de instinto que agudiza los oídos (para oír el llanto del bebé) y provoca un descenso del apetito sexual (que vuelve tras el parto).
La empatía puede ser tal que desarrolle un «embarazo empático» o el síndrome de Couvade, que básicamente consiste en que la pareja (o alguien del entorno) experimente síntomas del embarazo como aumento de peso, naúseas y mareos o rechazo a ciertas comidas. En algunos casos puede experimentar celos o temores por la llegada del hijo.
En este experimento de Huggies, podemos observar cómo un grupo de futuros papás se emociona al poder experimentar las patadas y movimientos de su bebé con una tripa artificial conectada a la barriga de la futura mamá.
La llegada del bebé y la corresponsabilidad en su crianza
«Cuando nació mi primera hija, mi sensación no fue la de sentirme desplazado cuando nació el bebé, pero sí cambió mi relación de pareja. De pronto ya no éramos dos, sino tres y no estás acostumbrado a compartirla con nadie», comenta Pablo. Llega el día y nace el bebé. La pareja se convierte imprescindible en el parto (al menos en mi caso). En un momento tan extremo necesitas su mano, su complicidad, sus ánimos y su cercanía.
Y una vez tienes al pequeño sobre tu pecho y os mirais por primera vez (aunque los pobres no vean bien aún), y sientes su calor… Pluf, todo lo que has pasado desaparece. Miras a tu compañero y sonríes y lloras, pero ya no hay otra cosa más importante que la pequeña calidez que tienes sobre ti.
Luego, a la habitación el hospital llegan la familia, los amigos… y la otra persona desaparece más aún. Le felicitan, pero el centro de atención es el bebé y la madre. Puede ser que con orgullo sea la primera persona en cambiarle el pañal al bebé. Pero ese hito pasará totalmente desapercibido.
Una vez en casa, sobre todo con el primer hijo, efectivamente la cotidianidad cambia. Para empezar, por una cuestión numérica. Pero no es lo único: se pierde espacio de pareja, se discute por cómo hacer las cosas, estamos más cansados, dormimos menos y eso se traslada al estado de ánimo de cada adulto y, por consiguiente, empiezan las discusiones y lo que antes te hacía gracia de tu pareja, ahora te molesta irremediablemente.
Por eso es tan importante cultivar la empatía con la pareja. No ha de ser unidireccional. Si queremos cuidar nuestra relación, también hemos de saber ponernos en el lugar del otro. Porque a partir de la llegada del bebé se esperan muchas cosas de la pareja, pero la información y la atención se centran en la madre y el bebé. Y hay quien interioriza ese papel secundario sin problemas, asumiendo que el bebé necesita por encima de todo a su madre. Y los hay que se acomodan en ese segundo plano, y empiezan a «pasar» directamente de la labor.
El apoyo en la lactancia
Ya ha quedado claro que los bebés necesitan a sus madres, entre otras cosas, porque de ellas depende su alimentación. Pero esa disponibilidad de la madre a cualquier hora para que el bebé tome el pecho, no significa que la pareja no pueda realizar otras tareas importantes: cambiarle, acunarle, el baño…
Todas son actividades que refuerzan los lazos con el otro progenitor. La antropóloga evolutiva Anna Machin (Universidad Oxford) en su libro La vida de papá: la creación de un padre moderno, señala cómo es fundamental esa interacción para crear una conexión fuerte entre ambos.

Y hay que tener paciencia y ser muy conscientes de que si para nosotras todo es nuevo, para ellos también. Un error muy común es dejarnos llevar por esa sensación de que como somos la madre tenemos instinto y todo lo haremos mejor. De modo que nos dejamos llevar por la falta de confianza en la pareja y pensamos que cualquier tarea con el bebé la va a hacer peor que nosotras.
Es importante, en este punto, comunicarnos y tener confianza porque si para nosotras el bebé es lo más importante del mundo, para ellos también. Y lo cuidarán con tanto amor y delicadeza como nosotras. Si dejamos que se involucren desde el primer momento y evitamos la crítica continua, se reforzarán nuestros lazos como pareja. ¡Y dormiremos mejor y más felices!
Tener una red de apoyo también es importante. Por eso, si quieres más información o necesitas asesoramiento, en la Tribu CSC puedes consultar con nuestro equipo de expertos en salud materno-infantil y crianza respetuosa.
Podéis descargar gratis la app de Criar con Sentido Común tanto para plataformas Apple como para plataformas Android, y tenéis una semana gratis para probar todas las ventajas de la membresía a la Tribu, realizar todos los cursos online disponibles y consultar a nuestros/as especialistas.
También te puede interesar...
-
La trágica muerte de un bebé que dormía con sus padres que tan mal te explica la prensa
-
¿Por qué los niños pequeños no tienen empatía?
Aunque a veces los niños pequeños parecen sumamente egoístas (de hecho, la fase egocéntrica es típica de la infancia), lo cierto es que la empatía es una capacidad innata en todos los mamíferos para la…
-
Reconocernos: La pareja en la maternidad
A menudo se llega a la maternidad/paternidad sin saber muy bien cómo esta nueva etapa va a afectar a la pareja. Sabes que, evidentemente, las cosas cambiarán, pero no eres capaz de calibrar ese cambio…

Armando Bastida
Tripadre y enfermero de pediatría. CEO de CSC.
Website : http://www.armandobastida.com
Buscar
Nuestros Cursos
Lo más leído
- Beneficios de la lactancia nocturna
- Doctora, tiene un bultito en el pecho: ¿qué puede ser?
- Sanidad alerta sobre el alto contenido en mercurio de cuatro pescados y recomienda no dárselos a los niños hasta los 10 años
- Bebés de alta demanda: ¿cómo saber si tu hijo es uno de ellos?
- Esas madres y esos padres hippies que no saben lo que hacen
- Nuevo «Mi primer Danone» sin azúcares añadidos: por qué no lo recomendamos
Categorías
- Alimentación Complementaria
- Alimentación con fórmula
- Alimentación infantil
- Crianza Respetuosa
- Desarrollo infantil
- Educación Emocional
- Educación infantil
- Educación Sexual
- Embarazo
- Familias con animales
- Fertilidad
- Juego y juguetes
- Lactancia materna
- Literatura infantil
- Manualidades
- Maternidad y paternidad
- Parto
- Pedagogía Montessori
- Planes en Familia
- Porteo Infantil
- Posparto
- Psicología Infantil
- Recién nacido
- Salud de los Progenitores
- Salud infantil
- Segunda infancia y adolescencia
- Seguridad en el coche
- Seguridad Infantil
- Sueño infantil
- Uncategorized
Entradas recientes
- Entrevista a Irene Iglesias, odontóloga materno-infantil: «La lactancia materna no provoca caries, ni de día ni de noche»
- Qué es el líquido amniótico y por qué hay que prestar atención a su color cuando rompes aguas
- BLW: Recetas con aguacate para niños
- Distrofia Muscular Facioescapulohumeral en niños: Cómo detectarla y tratarla
- ¡Aléjate de gente tóxica durante el embarazo! Tips para identificarla
0 responses on ""Vamos a ser padres": La empatía con la pareja"