Día Internacional para la Tolerancia: ¿Enseñamos a ser tolerantes a nuestros hijos con nuestro ejemplo?

Artículo publicado el 16 Nov 2021 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 16 noviembre, 2023

Hoy, 16 de noviembre, celebramos el Día Internacional para la Tolerancia. La ONU, además de invitar a los estados miembros a la celebración de este día, elaboró la Declaración de Principios sobre la Tolerancia.

Cómo enseñar a ser tolerante

Si atendemos a lo que dice la RAE, la tolerancia es el “Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias”. Según esta definición, ser tolerantes significa respetar cualquier tipo de idea que difiera con las nuestras. Pero, ¿son todas las ideas y prácticas respetables? ¿Debemos respetar las ideas basadas en el odio como la homofobia, el machismo o el racismo? 

La respuesta es no. Quienes difunden el odio hacia lo diferente disfrazado de ideas políticas se escudan en la tolerancia para atacar a quienes se oponen a sus actos e ideas, en favor de los derechos humanos. Si señalas que una conducta o idea es inadmisible por infringir los derechos humanos, te tachan de intolerante. Pero, en realidad, la tolerancia persigue precisamente el respeto a las diferencias para huir del dogmatismo y el absolutismo. 

 

 

Así, en su Declaración de Principios sobre la Tolerancia, la ONU recoge en su Artículo 1, sobre el significado de Tolerancia lo siguiente:

“La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos. La fomentan el conocimiento, la actitud de apertura, la comunicación y la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. La tolerancia consiste en la armonía en la diferencia. No sólo es un deber moral, sino además una exigencia política y jurídica. La tolerancia, la virtud que hace posible la paz, contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz”.

Y añade que:

“Tolerancia no es lo mismo que concesión, condescendencia o indulgencia. Ante todo, la tolerancia es una actitud activa de reconocimiento de los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de los demás. En ningún caso puede utilizarse para justificar el quebrantamiento de estos valores fundamentales”. 

 

 

Así que, definitivamente, no. No todas las ideas son respetables y la tolerancia no debe ser usada para justificar ningún tipo de odio ni de discriminación sino para respetar las diferencias y velar por el cumplimiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales de cualquier persona.

¿Cómo enseñas a tu hijo a ser tolerante? 

Y una vez que tenemos claro qué es y qué no es la tolerancia, surge la siguiente pregunta. ¿Cómo podemos enseñar a nuestras hijas y a nuestros hijos a ser tolerantes? ¿Cómo promover la tolerancia en los niños?

El respeto a la diversidad nace en casa. También desde la escuela podemos y debemos fomentarla, pero los mensajes de tolerancia o intolerancia que recibimos en nuestra familia calan de manera profunda en nuestra formación. 

Lo primero que podemos hacer es dar visibilidad a la diversidad. No se puede respetar lo que no se conoce. Es fácil, de hecho es casi natural, sentir temor ante lo desconocido. Así que la mejor manera de enseñar a nuestros hijos e hijas a ser tolerantes es mostrarles la diversidad del ser humano en todas sus facetas: diversidad racial, cultural, sexual, religiosa, de capacidades… y ofrecerles con nuestra actitud un ejemplo claro e inequívoco de respeto y tolerancia. 

 

 

Veamos algunas ideas concretas. Aquí tienes algunos ejemplos para enseñar a los niños a ser tolerantes:

Diversidad racial

Si en nuestro entorno nos relacionamos con personas de distintas razas no será necesario hacer nada especial más que relacionarnos con respeto con todas las personas que nos rodean. Si en el lugar donde vivimos no existe esa diversidad, será necesario que se la mostremos.

Podemos elegir cuentos en los que se narren historias cuyos protagonistas sean de diferentes razas o también elegir muñecos que representen a personas de diferentes razas cuando comiencen con la etapa del juego simbólico. Si nunca han estado en contacto con personas de otras razas es posible que les llamen la atención algunos aspectos como el color de la piel o los rasgos faciales. Es el momento de aprovechar para explicarles que, aunque en la zona donde vivimos la mayoría de las personas somos de la misma raza, existen varias razas humanas a lo largo y ancho del mundo.

 

 

Diversidad cultural

La riqueza cultural que nos aporta la diversidad es muy positiva. Podemos leer leyendas, cuentos, tradiciones… de otras culturas. Conocer nuestra propia cultura es fundamental para entender cómo hemos llegado a ser la sociedad que somos hoy en día. Conocer otras culturas es imprescindible para desarrollar una mente abierta y fomentar la tolerancia.

Diversidad sexual

Una vez más, lo ideal sería que de manera natural se relacionasen con personas de distintas identidades de géneros y orientaciones sexuales. Si no es así, también podemos buscar cuentos en los que se dé visibilidad a la diversidad familiar, por ejemplo. Familias con dos mamás o dos papás, con una sola mamá o un solo papá, familias con un papá y una mamá, familias reconstituidas… De esta manera damos visibilidad a parte de la diversidad sexual.

También es necesario que sepan que, aunque la mayoría de niñas tienen vulva y la mayoría de niños tienen pene, esto no es así en el caso de las personas transexuales. En este caso, además, no se trata solo de respetar a otras personas sino también al desarrollo de su propia sexualidad a lo largo de la vida. Cuando hablemos de su futuro, estaría bien no dar por sentado que tendrán una relación con una persona del sexo opuesto y verbalizar que, cuando sean personas adultas, serán libres de enamorarse de un hombre o de una mujer.

 

Diversidad religiosa

Las religiones han marcado de manera definitiva el desarrollo de las civilizaciones y las sociedades. Conocer la historia de las distintas religiones no solo es adquirir conocimientos culturales, también nos ayuda a analizar la Historia de la humanidad. El respeto a la diversidad religiosa y a todas las personas, sean cuales sean sus creencias, también forma parte de la tolerancia.

En este caso, como en el caso de las ideologías políticas, debemos tener en cuenta que debemos inculcar el respeto a todas las personas; no así a aquellas ideas o creencias que vayan en contra de los Derechos humanos y las libertades fundamentales del ser humano.

Diversidad de capacidades

La diversidad funcional o de capacidades es quizá la más amplia. Existen tantas capacidades como personas en el mundo. Sin embargo, es importante dar visibilidad a ciertas condiciones que hacen que algunas personas tengan más dificultad a la hora de desarrollar su día a día.

 

 

Hoy en día, podemos encontrar muñecos con rasgos faciales característicos del Síndrome de Down, o muñecas con implante coclear… Lo más importante, además de dar visibilidad a la diversidad de capacidades, es que nos aseguremos de integrar en nuestras vidas a aquellos/as compañeros/as de clase o vecinos/as que puedan tener alguna discapacidad.

Diversidad ideológica

Si nuestros hijos e hijas son aún muy peques, no vamos a profundizar hablando de ideologías políticas concretas; sin embargo, es un buen momento para empezar a enseñar a respetar todas las ideas que pueden aportar el resto de personas de nuestro entorno para buscar soluciones a nuestros problemas del día a día.

También será importante analizar si esas ideas son respetuosas con todas las personas que formamos parte de la familia para iniciarse en la diferenciación de aquellas ideas con las que debemos ser tolerantes, aunque no las compartamos, con respecto a aquellas otras ideas que no son respetables al no ser respetuosas con las demás personas.

 

 

Diversidad de edad

La edad también es uno de los factores determinantes a la hora de sufrir discriminación en la sociedad. En un mundo fundamentalmente adultista, tanto la vejez como la infancia son entendidas como etapas subsidiarias de la vida adulta. No solo es importante enseñar a nuestras hijas e hijos a respetar a las personas mayores, sino también a los más pequeños.

Muchos niños y niñas suelen tratar mal a los más pequeños, como consecuencia del trato que reciben de las personas adultas. Si crecen entendiendo que las personas mayores pueden tratar mal a quienes son más jóvenes, repetirán esa conducta con los niños y las niñas de menor edad. 

Diversidad de personalidad

En nuestro día a día, tenemos multitud de ocasiones para poner en práctica el respeto a la diversidad según la personalidad de cada persona. Dentro de nuestra propia familia, cada uno/a tiene su propia personalidad y su propio carácter. Validar sus emociones y respetarlos/as tal y como son es la mejor manera de inculcarles el respeto a las demás personas, aunque no tengamos afinidad con ellas. 

 

 

En resumen, solo siendo tolerantes podremos enseñar a nuestras hijas e hijos a serlo. En esta cuestión, como en tantas otras, el ejemplo es el mejor de los maestros. Y recordad que en la Tribu CSC podéis contar con el apoyo y el asesoramiento de nuestro equipo profesional y compartir experiencias con el resto de familias miembro. 

 

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