El fondo de armario de la mamá lactante

Artículo publicado el 12 Sep 2022 - Este artículo ha sido revisado y actualizado con fecha 2 marzo, 2023

Ropa de lactancia

Existen numerosas marcas especializadas en ropa de lactancia, pero no siempre compensa invertir en llenar por completo nuestro armario con prendas que, además de ser más costosas, pueden no reflejar siempre nuestra personalidad (ya que la gama es mucho menos variada) y además no van a ser eternas, incluso aunque nuestra lactancia vaya a ser de larga duración.

En cambio, podemos crear un estupendo fondo de armario de maternidad con ropa básica y atemporal que podremos seguir utilizando durante muchos más años, y que reflejará mucho mejor nuestro estilo personal, además de resultar mucho más combinable. Veréis que, con muy pocas prendas básicas, ¡no hay por qué cambiar mucho nuestro vestuario!

Así pues, como ropa exclusiva de lactancia solo adquiriremos dos tipos de prendas: el sujetador y la camiseta de lactancia.

Sujetador de lactancia

Los sujetadores de lactancia no tienen relleno ni aros y disponen de unos clips en los tirantes que permiten bajarse la copa rápidamente sin necesidad de desabrocharlo, quitarlo o retirar incómodamente la copa. De esta forma, durante la lactancia materna son mucho más funcionales que los tradicionales.

Hacerse con un pack de sujetadores de lactancia es siempre una buena inversión. Nos acompañarán durante todo el tiempo que decidamos amamantar y nos facilitarán mucho la tarea. Además, no tienen que ser demasiado caros para cumplir su función, hay marcas low cost que cuentan con este tipo de ropa interior entre sus colecciones de maternidad.

Durante la lactancia, el pecho está más sensible y pueden surgir problemas como grietas en el pezón o ampollas. Por eso, es imprescindible elegir un sujetador con un tejido que transpire correctamente y que sea cómodo, como el algodón.

Camisetas de tirantes de lactancia

Las camisetas de tirantes de lactancia cuentan con el mismo enganche de clip en el tirante que los sujetadores de lactancia. Las hay interiores para llevar debajo de prendas en invierno y normales, para llevar al aire. Si escogemos estas últimas, nos valdrán para ambas ocasiones.

Así, si por encima llevamos una camisa o vestido de botones, podemos desabrocharlo y posteriormente desabrochar la camiseta interior sin tener que subirla ni bajarla para que nuestro bebé acceda rápidamente al pecho en cualquier circunstancia. Y durante los meses más cálidos del año podemos llevarla sin nada más encima.

¿Qué ropa usar durante la lactancia materna?: Prendas básicas para el fondo de armario de la mamá lactante

No son específicamente ropa de lactancia, pero muchas otras prendas básicas nos serán tremendamente útiles durante este periodo de nuestra maternidad, sin tener que realizar grandes gastos en renovar nuestro armario ni sacrificar nuestro estilo. Además, ¡nos seguirán sirviendo durante muchos más años!

Botones

Todo lo que tenga botones nos resultará muy útil en esta etapa: camisas, vestidos camiseros, chaquetas, camisetas panaderas… En concreto, las camisas con botones son muy combinables y se adaptan tanto a looks formales como informales (por ejemplo, podemos usar una camisa de rayas con unos vaqueros azules, con unos pantalones de vestir o con una falda de vuelo o de tubo).

Los vestidos camiseros son otro básico que podemos llevar sobre la piel o ligeramente abiertos y combinados con camisetas de tirantes, exactamente igual que las camisas.

Otro básico que podemos encontrar en cualquier tienda low cost son los vestidos de estilo boho. Estos pueden ser largos, mini o midi y son de corte amplio y cómodo. La mayoría de ellos suelen llevar en la parte del escote una cinta o dos que se puede cerrar o unos botones con los que podemos abrirlos y cerrarlos, por lo que también resultan ideales a la hora de amamantar, ya que nos permiten abrochar y desabrochar el vestido cuantas veces necesitemos.

Incluimos también en este apartado los pijamas y camisones con botones, ¡la lactancia nocturna es la que más se suele prolongar en el tiempo!

Escotes

Si estás dando el pecho, ¡olvídate durante un tiempo de los cuellos vueltos! O adquieres ropa de lactancia específica con aberturas ocultas o eliges prendas con escotes amplios. ¡Los hay muy variados! Barco, halter, redondo, cuadrado, strapless, en V, hombros caídos…

Al igual que las prendas con botones, los escotes son otro imprescindible en el fondo de armario de la mamá lactante, nos facilitarán dar el pecho sin maltratar la prenda, ya que este se pueda expandir fácilmente.

Zapatillas deportivas

Durante el postparto es conveniente caminar para mejorar nuestra condición física y salir de paseo con el bebé. Por eso, en nuestro fondo de armario no pueden faltar al menos un par de zapatillas deportivas cómodas para dar muchas caminatas postnatales.

Pañuelos

Los pañuelos y fulares son muy versátiles para ti y para el bebé. Si antes no los utilizabas, ahora descubrirás en ellos unos grandes aliados, ya que lo mismo valdrán para abrigar tu cuello y escote, que servirán de improvisada muselina si no tienes nada mejor a mano para cubrir al bebé en un momento dado. Y si estás en un apuro, también pueden hacerte las veces de gasa si tu bebé echa un poco de leche o tienes que limpiar babitas o mocos.

Si porteas…

Muchas mamás optan por portear de forma ergonómica a sus bebés, sobre todo si les dan el pecho. La ropa de porteo como los forros polares, chaquetas, chaquetones y abrigos; pueden usarse en el embarazo, el postparto ¡y mucho más! Los hay para todos los estilos, formales, informales… La mayoría de estas prendas dispone de una pieza frontal extraíble que alberga la tripita de la embarazada o el portabebés. Cuando esta ya no se necesita, podemos prescindir de ella ¡y seguir usando la prenda de forma individual!

Al incluir el portabebés dentro de nuestro propio abrigo, estaremos reduciendo el número de prendas que usamos (tanto con el bebé como en el caso de la mamá) y facilitando el contacto piel con piel, la termorregulación del bebé y la lactancia materna. Además, muchas de estas prendas son unisex, por lo que el papá también las podrá usar al portear al peque.

El portabebés es igualmente importante, ten en cuenta que este ha de ser ergonómico para no perjudicar la salud y el desarrollo de tu bebé, así como tu propio bienestar. También debe de estar fabricado con los materiales adecuados. ¡Y esto incluye una amplia gama de posibilidades según el uso que se persiga! “Cada vez hay más modelos, hay un mercado súper amplio. Por eso, no tiene sentido afirmar que «X marca» es la mejor”, afirma nuestra especialista, María Arenzana.

Lo mejor es acudir a un establecimiento especializado y dejarte asesorar por un/a especialista en porteo ergonómico. Cada bebé es un mundo y dependiendo de su peso, talla y circunstancias especiales (¡y de las tuyas!) sabrán asesorarte sobre el mejor para vosotros, además de ayudaros a usarlo correctamente.

En la Tribu CSC puedes consultar online a nuestra especialista en porteo y seguridad infantil, María Arenzana, además de poder consultar al resto de miembros de nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. 

¿Qué pasa con los tejidos que tocan nuestra piel y la de los bebés?

Nuestro peque va a entrar en contacto con nuestras prendas de vestir, ya que le cogeremos en brazos la mayor parte del tiempo. Por ello, para cuidar la delicada piel del bebé, es recomendable optar siempre por ropa que esté compuesta por fibras naturales, como el algodón o el lino. Es mejor si son orgánicos y están tratados con tintes naturales. También nos fijaremos en que sean suaves, para nuestra comodidad y la del bebé.

Nuestra ropa seguirá el mismo consejo ya que, además de estar también en contacto con la piel de nuestro peque, a nosotras también nos beneficia. En este momento, las hormonas están a flor de piel, la sudoración es mayor y necesitamos comodidad en los movimientos. Los tejidos compuestos por fibras naturales transpiran mejor.

El poliéster, o cualquier otra fibra sintética, utilizan mucho químico en su realización y además segregan microplásticos. Sí, es verdad que son de más fácil mantenimiento y hay que planchar menos… ¡Pero también envejecen mucho peor, se estropean antes y no dejan de ser perjudiciales para nuestra piel y el medio ambiente!

¡Y nunca le pongas ni te pongas ropa nueva sin haberla lavado antes! Hay que eliminar la suciedad, las bacterias, los parásitos y los gérmenes acumulados en la prenda antes de llegar a tus manos (¡son muchos más de los que imaginas, como te explicamos en este post!). Además, hay que borrar el rastro de cualquier producto químico empleado en su fabricación y que, en contacto con la delicada piel del bebé, puede generar una alergia. Lo mismo se aplica a tu propia ropa, ya que esta también va a entrar en contacto con la piel de tu bebé. ¡Así que ni tú ni tu bebé deberíais poneros ropa nueva antes de lavarla!

Abrazar el cambio en nuestra figura tras la maternidad

Nuestro cuerpo ha sido protagonista de un viaje colosal a lo largo de 9 meses y es el artífice de lo más increíble del mundo: el origen de una nueva vida y la alimentación de nuestro bebé. Evidentemente, para lograr todo ello nuestro cuerpo ha tenido que cambiar para que nuestros hijos e hijas hayan podido llegar a nuestras vidas.

No obstante, en muchas ocasiones los cambios que trae consigo el embarazo y la lactancia son bruscos. En un corto periodo de tiempo, cambian nuestros senos, estómago y caderas. ¡Hasta nuestra piel y nuestro cabello pueden acabar siendo diferentes!

En algunos casos, los cambios son leves y podremos recuperarnos una vez haya pasado el tiempo correspondiente (que no son 40 días, sino un año, según los especialistas). En otras ocasiones, las estrías o las manchas en la cara pueden convertirse en nuestras compañeras, nuestra melena ser ahora más frágil, nuestras caderas más anchas, nuestro pecho no tan terso y nuestra cintura menos estrecha. En cualquier caso, abrazar nuestra nueva figura tras la maternidad es un acto de amor hacia nosotras mismas.

Es una etapa delicada para nosotras y prestarnos la atención necesaria es fundamental para volver a ubicarnos. Tener un bebé no significa que a partir de ahora debes dejar de cuidarte para volcarte exclusivamente en tu familia. Ahora, igual que siempre, debemos cuidarnos con mucho mimo. Además, los trastornos psicológicos perinatales pueden hacer su debut en esta época sin que resulte fácil advertirlos.

“Un 40-45% de de mujeres embarazadas presenta sintomatología ansiosa elevada. Y no hablamos de algo inocuo o sin importancia. Es algo que afecta con gran impacto en las mujeres en etapa perinatal”, sostiene la psicóloga perinatal Mamen Bueno.

Si necesitas consejos para tu recuperación emocional, en la Tribu CSC puedes consultar con ella online. La maternidad real está muy alejada de la imagen idílica e irreal que se presenta en los medios y las redes sociales. Conlleva cambios físicos y emocionales reales para los que a veces no estamos preparadas. En este periodo de nuestras vidas se impone el autocuidado, el poner el foco en nosotras mismas y nuestro bebé, en aprender la importancia de cuidarnos para cuidar, de querernos para querer y de dar el mejor ejemplo posible a nuestros hijos/as. Al fin y al cabo, somos sus guías.