El pacto Greystones: Todo un pueblo se pone de acuerdo para prohibir los móviles a los niños

¿Prohibir los móviles a los niños? Sí, es posible. En el pequeño pueblo costero de Greystones, al sur de Dublín en Irlanda, toda la comunidad se ha puesto de acuerdo: los niños no tendrán smartphones hasta la escuela secundaria.

Aunque esta “prohibición” es voluntaria, ha recibido el apoyo de la mayoría de los habitantes de la localidad, que cuenta con una población de 18.140 habitantes.

Según informó ‘The Guardian’, las 8 escuelas primarias del distrito y las familias del alumnado han ideado una especie de “código voluntario sin teléfonos inteligentes” para los menores de 12 años.

Frenar la presión del grupo diciendo “no” en bloque

Los progenitores de Greystones se han unido para decirles colectivamente a sus hijos que no pueden tener un teléfono inteligente hasta la escuela secundaria. Las familias aseguran que es mucho más fácil decir “no” a sus hijos si estos saben que sus compañeros tampoco podrán tener un teléfono móvil hasta terminar la escuela primaria.

El objetivo de esta medida, según destaca el diario, es preservar la inocencia de los menores el mayor tiempo posible. Las escuelas y padres de la localidad del condado de Wicklow tomaron la iniciativa de prohibir los móviles a los niños de forma voluntaria el mes pasado, preocupados por el hecho de que los niños y las niñas cada vez solicitaban tener un teléfono inteligente antes y estos acababan exponiendo a los menores a material para adultos.

 

 

Los profesores también habían observado que cada vez más alumnos de 9 años habían comenzado a solicitar smartphones. Con esta medida, consiguen frenar esta demanda y lograr, además, que ningún niño se sienta raro por no tener un smartphone, porque el resto de sus compañeros y amigos tampoco lo tendrán.

Aunque las escuelas ya prohibían o restringían los dispositivos inteligentes en sus instalaciones, se percataron del efecto que las redes sociales causaba en los niños que tenían teléfonos, y cómo esto despertaba la curiosidad de otros alumnos.

La iniciativa local despierta el interés nacional

La medida de los ciudadanos de Greystones ha despertado el interés de las asociaciones de padres y madres en Irlanda y en el extranjero, e incluso el Ministro de Salud de Irlanda, Stephen Donnelly, que vive cerca de la localidad, ha recomendado la iniciativa de Greystones como política nacional.

“Irlanda puede ser, y debe ser, un líder mundial en garantizar que los niños y los jóvenes no sean atacados y no se vean perjudicados por sus interacciones con el mundo digital“, escribió en el ‘Irish Times’. “Debemos facilitar que los padres limiten el contenido al que están expuestos sus hijos”.

El “pacto Greystones” surgió como la necesidad de ayudar a niños que mostraban niveles de ansiedad atribuibles en parte a la adaptación de la era Covid, dijo Harper. Las escuelas distribuyeron entonces cuestionarios entre los progenitores, lo que llevó a una reunión de partes interesadas de la comunidad y una iniciativa denominada “se necesita un pueblo”. Prohibir los móviles a los niños podía reducir la ansiedad observada en aquellos que usaban redes sociales.

 

 

Aunque las familias son libres de seguir o no el código, ya que este es voluntario, y ciertamente siempre habrá padres que no negarán a sus hijos tener un móvil antes de la escuela secundaria, el número de familias que se han inscrito a la iniciativa es numeroso, lo que facilita a los padres decir “no” a sus hijos.

A los niños les parece “justo” quedarse sin móvil si tampoco nadie puede tenerlo

Por otra parte, el pacto parece justo a los niños y niñas si nadie, tampoco sus compañeros, puede tener un móvil, ya que más que el deseo de poseer un smartphone a esa edad, a muchos menores lo que realmente les preocupa es sufrir la exclusión.

Algunas familias incluso han expresado el deseo de que este pacto pueda extenderse a los primeros años de la escuela secundaria dado el efecto que los teléfonos inteligentes están causando en sus hijos mayores de 12 años. “Ha sido la ruina de mi vida, he perdido a mi hija. Cuando se trata de tecnología, se sientan allí como robots envueltos en este mundo de TikTok o lo que sea”, se lamenta una madre en ‘The Guardian’.